Joaquín Benítez
Luces y sombras en navidad
Llega el verano y la provincia de Cádiz se convierte en uno de los mejores lugares para viajar en esta época y disfrutar de todo tipo de paisajes. Playa y sierra con entornos maravillosos en plena naturaleza, a muy buena temperatura y decenas y decenas de planes. Aquí te proponemos cinco alternativas para descubrir rincones mágicos de esta tierra.
Un plan que no te defraudará este verano es hacer una ruta en bici por este nuevo carril que discurre por uno de los lugares costeros más bonitos del litoral gaditano. Este carril de cicloturismo que está proyectado para llegar a la mismísima Grecia, arranca realmente en Conil y discurre por El Palmar, San Ambrosio y los Caños, con lo que puedes elegir el tramo desde el que incorporarte. La propuesta es recorrerlo mientras disfrutas del maravilloso entorno, hasta llegar a la carretera que conduce al Cabo de Trafalgar. Allí puedes aparcar tu bici y andar a pie el tramo de playa que avanza hacia el Faro, donde acaban de descubrirse enterramientos prehistóricos que actualmente no están señalizados, pero donde se observan maravillosas vistas de la costa una vez alcances el propio faro. En marea baja, se puede observar los restos de una villa romana y del único vivero romano de Andalucía. También se aprecian restos de más de una decena de piletas de salazones. Al acabar puedes disfrutar de un cóctel, una cerveza o unas tapas en cualquiera de los bares y chiringuitos que discurren por la carretera del Faro.
Las salinas es uno de los grandes atractivos de la tierra y en las Salinas de Chiclana puedes encontrar numerosas actividades para disfrutar del maravilloso entorno. Te proponemos los tratamientos completamente naturales y tan beneficiosos para la salud del spa salino, donde puedes bañarte en agua salina, hacer baños de fango, exfoliante con sal y masaje relajante. También ofrecen visitas guiadas y asistir a un despesque, aunque tienen packs con ofertas. Para terminar, una visita al mirador de las impresionantes vistas de las salinas que hay justo encima del restaurante, donde puedes darte un festín con productos de la tierra. Más información aquí.
Esta recóndita cala es menos transitada de lo habitual debido al difícil acceso. Para llegar a ella hay que continuar la carretera desde la conocida playa de Punta Paloma (Tarifa) hasta adentrarte en el sendero que lleva al restaurante El Mirlo. Desde este lugar hay que andar unos 15 minutos y ya se alcanzan estas pequeñas y solitarias calitas. Son playas de aguas cristalinas, pero también pedregosas y muy bonitas. Puedes comer justo en este restaurante, donde hay un parking exclusivo para sus clientes.
Una ruta ideal para hacer en familia es la de los Molinos en Santa Lucía, en Vejer. Se trata de un marco único de la comarca de la Janda ideal para disfrutar del entorno y la gran vegetación, por un sendero donde encontrarás molinos antiguos en desuso y cascadas de agua. Además, se forman pequeñas piscinas en el camino que servirán para refrescarte. Una vez que se termina este trayecto que es muy cortito, se puede disfrutar de una comida en La castillería (con reserva previa) o en la Venta el Toro, antes de dar un paseo por la hermosa Vejer.
El embalse de San José del Valle es uno de los grandes desconocidos. Se encuentra en un lugar privilegiado, a orillas del Embalse de Guadalcacín, con unas vistas panorámicas impresionantes y un camping donde puedes también alquilar bungalows o casitas. En este entorno puedes practicar unas horas de deportes de agua como piragüismo, hidropedales, vela o pesca deportiva. También hay servicio de restaurante. Más información aquí.
Los Baños de Claudia son unas piscinas naturales de gran belleza y que están formadas por dos hileras las rocas que se han creado debido por la acción del mar. Para acceder a ellas hay que aparcar en el acceso a la playa de Bolonia, muy concurrida en verano, eso sí, en las zonas habilitadas para ello, y tomar el camino contrario a la impresionante duna -que también se antoja como una atractiva caminata-. Este trayecto por la playa tiene que hacerse con marea baja, y dura algo más de una hora. Como aliciente también se encuentran por la zona unos caños de agua procedentes de la roca y donde se forma un barro con el que la gente se embadurna el cuerpo por tener propiedades terapéuticas, según dicen. Merece la pena, pues las piscinas se colman de aguas transparentes y cristalinas, ideales para disfrutar en estos últimos días de calor y tranquilidad. En función al horario al que hagas la ruta, es imprescindible la visita al Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia y puedes terminar el día comiendo en uno de los muchos chiringuitos y bares de la zona.
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