Así se prohíben las fiestas más ruidosas que se celebran en calles o plazas

Los vecinos que estén cansados de aguantar el ruido que se produce en la calle debido a la celebración de todo tipo de fiestas, tienen en su mano conseguir la prohibición de las mismas si acuden al juzgado.

Es lo que ha pasado en la ciudad de Ocaña, en Toledo, donde una denuncia de unos vecinos ha acabado con una orden judicial, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo n°1 de Toledo en la que se impide la celebración de eventos festivos y musicales de cualquier índole (relativos a conciertos y actividades multitudinarias con música y sonido que exceda de los límites ordinarios), incluidas las fiestas patronales, en la Plaza Mayor, el principal recinto de esta localidad. Sí se podrán hacer actividades culturales siempre respetando la normativa del ruido.

Tras dictar el juzgado estas medidas cautelares, el Ayuntamiento de Ocaña optó por suspender los actos de la programación de Navidad que ya estaban previstos en esta plaza, pendiente de reubicarlo fuera de ella.

El Ayuntamiento anunció que a través de los servicios jurídicos había interpuesto un recurso en el juzgado que hasta que sea resuelto es obligado el cumplimiento de las medidas cautelares.

Esta protesta de unos vecinos provocó las quejas de diversos colectivos de la ciudad, a la vez que los denunciantes recibía el apoyo de asociaciones de vecinales.

En Cádiz no se ha llegado a este extremo por parte de quienes residen en las plazas más ruidosas, por los eventos que en ellas se celebran. Sin embargo, hace ya unos años, la queja de un vecino provocó que el Ayuntamiento eliminase el programa de cine de verano que se organizaba en el patio del colegio de San Felipe Neri. Esta sesión se celebraba un único día a la semana y la película siempre terminaba antes de la medianoche, en la temporada estival.