Trucos para sobrevivir a una ola de calor en casa y que no afecte a la factura de la luz

Las altas temperaturas se están notando en Cádiz. Los gaditanos padecen sus efectos, provocándoles dolores de cabeza, lipotimias, cansancio o sudoración excesiva, entre otras. A ello, se le suma el precio de la factura de la luz, que se ha disparado en los últimos meses y que imposibilita a las familias hacer un uso excesivo de aparatos electrónicos para mantener su hogar con una temperatura óptima. Para ello, hay una serie de prácticas y hábitos que se pueden llevar a cabo para acomodar la vivienda con una temperatura confortable y, de paso, ahorrar para cuando llegue la factura de la luz.

Abrir las ventanas a primera y última hora del día

Una de las primeras propuestas es la ventilación cruzada. Referido al fenómeno de provocar corrientes de aire en el interior de la vivienda. Consiste en abrir las ventanas a primera hora, cuando los rayos de sol aún no inciden de lleno. Generando un clima confortable en el interior. Dependiendo de la situación de las ventanas, se provocará una corriente mayor o menor. Esto se deberá hacer durante las primeras y últimas horas del día, que es cuando bajan algo más las temperaturas. En las horas de más calor, es aconsejable mantener bajadas las persianas, para evitar que la estancia se caliente.

Suelo húmedo y duchas con agua tibia

Otra de ellas es fregar el suelo a primera hora de la mañana con agua muy fría. Esta práctica, ayudará a humedecer el ambiente, provocando una temperatura más fresca. Por otro lado, durante las rutinas matutinas, muchos optan por ducharse con agua muy fría durante un tiempo prolongado, creyendo que la temperatura corporal se reducirá. Esta es una práctica equívoca porque el efecto es temporal. Lo que se recomienda en su lugar, es una ducha rápida, usando agua tibia. Con este hábito, el bolsillo lo notará menos. Y si a lo largo del día la persona siente agobio por el exceso de calor, puede refrescarse manteniendo las muñecas bajo el grifo.

Regular el uso de electrodomésticos

Los electrodomésticos como el horno o la lavadora no son recomendables usarlos de forma excesiva durante el día. Son fuentes de energía que producen mucha calor. Otra forma de ahorrar energía es usar bombillas LED. Además de ser más baratas, producen menos calor. De esta forma, se puede ahorrar más del 80% de energía eléctrica durante el tiempo de funcionamiento.

El ventilador como alternativa al aire acondicionado

De igual manera, y aunque parezca un consejo obvio, es importante hacer un uso responsable del aire acondicionado. Desde limpiar regularmente los filtros de aire del aparato hasta, adecuar a 24 grados la temperatura de la máquina de aire. Si no se tiene en cuenta esto, se provocaría un mayor gasto en la factura de la luz.

No obstante, la opción del ventilador es la solución a la que recurren la mayoría. Además de gastar menos energía que un aire acondicionado, las aspas del mismo mueven el aire caliente, con lo que provocan corrientes ayudando a mantener fresco el ambiente. Un remedio bastante antiguo para provocar que el ventilador expulse aire más frío, es colocar delante un recipiente con hielo en su interior, para que cuando el aire sople, refresque el habitáculo.

Tejidos como el algodón o el lino

Por la noche, es aconsejable usar ropa de cama confeccionada con tejidos más ligeros, como puede ser el lino o el algodón, más traspirable. Este último, si está fabricado con material que sea 100% algodón, absorberá la humedad, provocada por la sudoración excesiva y expulsará el calor corporal. Otro truco más a emplear para refrescar la cama, es utilizar bosas de gel o agua fría. Al igual que se hace en invierno para calentar la cama, la operación a la inversa ayudará a la persona a conciliar mejor el sueño.