Cambio de armario: Cómo guardar la ropa de invierno de forma segura en cinco espacios diferentes
Por mucho que lo posponga, ya toca hacer el cambio de armario y debes estar preparada para saber cómo almacenar tu ropa de invierno
La seis ideas más originales para ordenar el armario y tener bajo control tu ropa y complementos sin gastar un euro
Hay una cosa sobre la que toda la humanidad está de acuerdo: hacer el cambio de armario es un auténtico infierno. A pesar de que estemos deseando sacar nuestra ropa de verano y decirle adiós (momentáneamente) a todo lo relacionado con el frío, guardar la ropa de invierno se nos hace un poco de bola. Probarnos la ropa, lavar, planchar, almacenar... Una auténtica pesadilla, sobre todo si, además, tenemos poco espacio para hacer el cambio de armario de forma segura y ni las ideas más originales para ordenar el armario nos sirven.
Es hora de guardar chaquetones y abrigos, dejar a un lado jerséis y bufandas para guardarlas para siempre en el armario de diez euros en el que cabe toda tu ropa de invierno y abrazar, por fin, las faldas, shorts y vestidos cortos que nos trae el verano. Ahora, cuando hagas hueco, podrás fichar el armario con el que no volverás preocuparte por tus monos y vestidos largos. Pero para ello, primero deberás armarte de paciencia y decidirte a hacer el cambio de armario.
Aunque dispongas de poco espacio, guardar la ropa de invierno de forma segura es posible si sabes cómo distribuirla en diferentes espacios. El armario, debajo de la cama, en el garaje... Te contamos todos los trucos que nos han desvelado los expertos decoradores de Ikea para guardar correctamente la ropa de invierno.
El calorcito se va notando y ya podemos empezar a guardar aquellas prendas más gruesas y pesadas para sacar otras más fresquitas. Para eso, da igual si tu zona de almacenaje está debajo de la cama o en el garaje. En este artículo te enseñamos a usar cualquier espacio disponible para guardar la ropa de invierno y tu material deportivo de forma segura.
¿Un primer consejo? Elige bien el tipo de cajas para cada ubicación y cosa. Así mantendrás intactas y en muy buen estado todas tus prendas para el invierno del año que viene. Descubre cómo guardar la ropa de invierno de forma segura en cinco espacios diferentes y triunfa con el cambio de armario.
Cómo guardar la ropa de invierno en el armario
Para muchos de nosotros el armario es uno de los pocos espacios de almacenaje disponibles, por eso es súper importante usarlo de forma eficaz.
El estante superior, por ejemplo, es una de esas zonas que vale la pena aprovechar, ya que te puede ofrecer un montón de espacio extra de almacenaje. Puedes guardar ahí la ropa (bien doblada, siempre) en cajas de cartón o de tela, ya que ofrecen una ventilación perfecta para las fibras naturales, como la lana. Si, además, vas a guardar la ropa en cajones, te vendrá de perlas tener bolsas de almacenaje transpirables, ya que mantendrán una ventilación correcta y protegerán tus prendas del polvo y la suciedad.
¿Quieres un truco para los accesorios más pequeños? Si tienes que guardar prendas como sombreros y guantes, nada como organizarlos en bolsas de plástico más pequeñas. Y es que son perfectas para protegerlos en las cajas y facilitan encontrar lo que buscas a la hora de volver a desempaquetarlos.
Y si nos permites un toque extra, añade un poco de lavanda o bloques de cedro para mantener lejos a las molestas polillas. Además, dejará un aroma de lo más agradable.
Cómo guardar la ropa de invierno debajo de la cama
Cuando tienes muy poco espacio de almacenaje, no subestimes el valor de un poco más de espacio debajo de la cama. Añade un par de cajas o cajones poco profundos (y si tienen ruedas, todavía mejor) y llénalos de ropa en bolsas de almacenaje individuales (incluso sirven bolsas de papel grandes). También es un lugar perfecto para los zapatos.
Es más, el espacio de debajo de la cama es perfecto para guardar aquellas prendas que abultan más o son más complicadas de guardar en otra parte. Por ejemplo, es fantástico para poner el relleno del nórdico, cojines y el resto de ropa de cama que ocupe más. También es un lugar perfecto para los zapatos.
Para que esté todo perfecto de un año a otro, que no se te olvide lavar o llevar a la tintorería tu ropa antes de empaquetarla para una temporada larga, así como de limpiar y desinfectar bien tus zapatos y ponerles una horma para mantener su forma.
Cómo guardar la ropa de invierno en el desván
Sin duda, los desvanes nos ofrecen más espacio. Así que aprovecha y busca cajas de plástico grandes que puedas apilar tan alto como necesites. Son perfectas para las zonas húmedas y, como son transparentes, podrás ver lo que hay dentro sin tener que deshacer la pila y buscar dentro siempre que necesites encontrar algo.
Etiqueta las cajas que no sean transparentes, indicando su contenido. Una barra y fundas de plástico para la ropa son perfectas para guardar las prendas que no quieres doblar, además de que las protegen de manchas, polvo y humedad.
Cómo guardar la ropa de invierno en el vestidor
En un espacio más pequeño, como un armario, hay que pensar de forma más estratégica. No todo tiene que estar guardado en cajas. Si tu armario es lo suficientemente grande, cuelga los artículos más delicados en bolsas para la ropa y ponlos al final de la barra. Arriba, grandes cestas de tela pueden guardar bolsos más pequeños, sombreros, guantes y bufandas.
Los materiales naturales de las cestas garantizan la transpiración; simplemente, pon los accesorios en bolsas de algodón o fundas de almohada limpias, y añade unos bloques de cedro o lavanda contra polillas y otros bichos.
Cómo guardar la ropa de invierno en el garaje
Aquí es donde puedes guardar tu equipamiento deportivo de invierno más pesado. Añade estanterías rígidas para elementos de más volumen, como botas de esquí y patines de hielo, además de cajas de ropa y otros artículos.
Cuelga ganchos grandes para cosas más largas, como palos de hockey y esquís, y una barra para colgar tus abrigos y otra ropa de invierno. Opta por cajas de plástico resistentes para el almacenaje y por bolsas y fundas para la ropa. Son los mejores para mantener lejos la suciedad y la humedad.
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