Cádiz

¿Cobrar por entrar en una plaza pública como en Sevilla? El imposible caso de Cádiz

Los palcos de Semana Santa y las terrazas de los bares llenan la plaza de la Catedral.

Los palcos de Semana Santa y las terrazas de los bares llenan la plaza de la Catedral. / Lourdes de Vicente

El Ayuntamiento de Sevilla ha planteado la imposición de una tasa para poder acceder a la plaza de España, uno de los grandes referentes turísticos de esta ciudad. Se salvarían de pagar los naturales de la capital hispalense. Se justifica por el elevado coste de su mantenimiento y por los daños que sufre el recinto por actos vandálicos.

¿Sería posible poner una tasa similar en algún recinto público de Cádiz, que sufra una importante presión turística?

Cádiz capital ha incrementado de forma más que notable la presencia de turistas en sus calles a lo largo de todo el año. El pasado sábado, como ejemplo, el casco antiguo estaba abarrotado de visitantes animados por grupos de scout que celebraban una jornadas en la ciudad.

El millón de visitantes que recibe Cádiz al año tiene un dato muy característico que no tiene Sevilla: la llegada de cruceristas. El año pasado se batió el récord con más de 700.000, siendo uno de los más elevados de todas las ciudades portuarias de España. 

Es el día en el que se concentran varios cruceros de gran tamaño y acceden desde el muelle hasta diez mil cruceristas, cuando las calles y plazas de la ciudad se tensionan. No hay que obviar, y esa es otra peculiaridad de nuestra capital, que la mayoría de las calles del centro histórico son estrechas y que incluso sus plazas, la mayoría con centros ajardinados, dejan un espacio muy limitado para el paso peatonal.

Así que si de pronto llegan varios grupos con decenas de turistas, la vía pública tiende a colapsarse durante minutos o durante horas. El mejor ejemplo siempre será la calle Compañía.

Junto a ello, no hay una plaza en Cádiz ni un espacio abierto en la ciudad que funcione como un referente cultural y turístico de primer nivel. Sobre todo porque no se ha sabido hasta el momento sacarle un provecho turístico. Pasa con nuestra plaza de España y el imponente monumento a las Cortes de Cádiz, o con el frente de la Puerta de Tierra, ignorada por la gran mayoría.

De esta forma, sólo nos queda un recinto público que concentre a cientos de visitantes y que en determinado momento pueda tener síntomas de "aquí no cabe nadie más": la plaza de la Catedral.

Este templo es el equipamiento más visitado de la ciudad y de la provincia, con 300.000 personas al año antes de la pandemia. Duplica, por ejemplo, al Teatro Romano de Cádiz.

Los días de mayos afluencia se producen colas en el acceso a la Catedral, que superan la gran escalinata y se meten en la plaza. Una plaza, además, llena de terrazas de los bares y restaurantes que allí funcionan, y que ayudan a darle vida. La ecuación se complica si estamos en fechas navideñas, con la instalación del mercado propio de la fecha, o en la Semana Santa y días previos, con el montaje de la rampa de acceso al templo para las cofradías y la presencia de los palcos, que ocupan mucho suelo.

Sólo en ese momento la plaza de la Catedral puede estar cerca del colapso.

Evidentemente sería un absurdo limitar su acceso previo pago. Y más cuando es la vía que conecta la también bullicioso plaza de San Juan de Dios con el centro urbano, el mercado de abastos y otras zonas plazas de referencia.

Así que, para mantener el monumento, para mantener el firme de la plaza (ya muy deteriorado) siempre está la posibilidad de imponer la tasa turística a quienes se hospeden en la ciudad, como pasa en las grandes ciudades turísticas de medio mundo. Un dinero que después se puede utilizar para mantener nuestro patrimonio o para proyectos sociales. Y que evitan poner muros interiores a la ciudad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios