Cádiz

La reapertura del torreón de la Puerta de Tierra de Cádiz se anuncia ahora para la próxima primavera

Obras en el torreón en una imagen de 2021.

Obras en el torreón en una imagen de 2021. / Lourdes de Vicente

El Ayuntamiento apunta ahora a la próxima primavera como fecha para la reapertura del torreón de la Puerta de Tierra y la puesta en funcionamiento del centro de interpretación de las fortificaciones que se ha instalado en este equipamiento, según indicaron fuentes del gobierno local.

Si el anterior gobierno de la ciudad hubiera cumplido los plazos previstos, este centro debería de haber abierto sus puertas a principios de 2022. Sin embargo, los trabajos de adaptación en el torreón, iniciados un año antes, han ido acumulando numerosos retrasos a lo que se ha unido la necesidad de realizar diversos cambios en la infraestructura, tras los problemas localizados en la misma por el nuevo gobierno.

Ahora se está trabajando en la mejora de los aseos ubicados en la planta baja del torreón, que también necesitaban importantes obras de adaptación. Hay que tener en cuenta que al ser este complejo un BIC ha sido necesario contar con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, antes de iniciar estos trabajos.

Se supone que si se cumple lo previsto, cuando se inaugure este centro también se podrá recuperar el acceso al paseo superior de la muralla, que como el torreón se encuentra cerrada al público desde hace unos tres años.

Cuando, tras el cambio de gobierno, se intentó abrir estas dependencias se localizaron fallos en el sistema de proyección, que era el elemento fundamental del centro de interpretación, cuyas obras contaban con financiación de la Unión Europea.

El proyecto audiovisual, coordinado en su momento por el Instituto de Fomento, pretendía “la puesta en valor del ámbito visitado y el sistema defensivo de Cádiz, especialmente los glacis actualmente inaccesibles, a través del desarrollo de contenidos didácticos que permitirán ampliar la actual oferta turística y cultural tan demandada por los visitantes y contribuir con la dinamización social y económica de la ciudad”.

El proyecto, que habrá que ver si finalmente se cumple como está previsto o necesita modificaciones tras los problemas que se han localizado, incluía una proyección de unos diez minutos.

El audiovisual jugaba contaba los efectos del videomapping, proyectando imágenes sobre las pantallas (tres enrollables, una por cada pared dejando la cuarta pared sin uso) instaladas en la sala “para conseguir efectos de movimiento o 3D, acompañándolo de efectos visuales y efectos sonoros que aporten mayor preponderancia al espectáculo, en el cual el rigor histórico y arquitectónico de su contenido debe ser un factor clave”.

Una vez acabado ese espectáculo las pantallas se levantarán, permitiendo a los visitantes contemplar las vistas de la ciudad desde el Torreón.

La puesta en marcha de todo este complejo cultural y turístico no es la única actuación que queda pendiente por ejecutar en el frente de la Puerta de Tierra.

La reforma de todo el frente de la muralla

Todo este equipamiento, uno de los referentes históricos de la ciudad con un evidente valor cultural y turístico que siempre se ha maltratado, está a la espera de un proyecto global que ponga en uso el conjunto de sus bóvedas, ya que algunas se encuentran abandonadas y en mal estado de conservación y otras se utilizan como trasteros de varias delegaciones municipales.

Junto a ello, en los baluartes de Santa Elena y San Roque hay espacios públicos ocupados por diversas entidades privadas. A la vez, en el primero de ello se ubican las oficinas de Procasa.

Un gran espacio que se mantiene cerrado, sin uso y sin perspectivas de funcionamiento, es el antiguo Taller Velasco, también en las bóvedas de Santa Elena, donde en su día se proyectó ubicar un museo dedicado a las cofradías. El frente de la muralla ya comparte espacio con el Museo Litográfico y el Museo de los Títeres.

También está pendiente una actuación de rehabilitación de los lienzos de la muralla, que no se tocan desde hace más de un cuarto de siglo, con zonas que comienzan a estar muy deterioradas.

Y completando toda esta fortificación, los dos fosos. Uno, que sigue siendo utilizado por los estudiantes del IES Columela; y el otro reconvertido en un pequeño jardín de nulo uso por parte de los ciudadanos ante la falta de mobiliario urbano (bancos, farolas, papeleras), mientras que buena parte del suelo funciona desde hace años como un parque para perros, que corretean a sus anchas a pie una muralla consideraba Monumento Nacional.

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