Cádiz

La empresa que transformó la forma de vender pisos en Cádiz

El equipo de la Inmobiliaria Hispania

El equipo de la Inmobiliaria Hispania / D.C.

Con poco más de dieciocho años de edad Ramón Rodríguez de Trujillo compró su primera casa, con un crédito de la Caja Postal a un 14,5% de interés. Llevaba poco trabajando en la Ford, que se convirtió en su escuela formativa en el departamento de marketing durante siete años.

El piso adquirido en 1979 fue su primera relación con el sector inmobiliario. Un paso que han dado muchas personas al comprar una casa. Pero él, una década más tarde, dio un segundo paso: montar con su hermano Emilio, economista de profesión, la empresa Hispania Servicios Inmobiliarios.

Han pasado ya 35 años y la compañía ha crecido hasta el punto de ser una de las referentes del sector en Andalucía. Hoy, Ramón se ha puesto en segunda línea (lo que aprovecha para seguir pensando nuevas ideas para el negocio), como fundador y accionista mayoritario, quedando Álvaro Pedreño como gerente de la firma.

Junto a él están Rafael González, director comercial; Alexia Rodríguez de Trujillo Arauz, como ha de contabilidad; Dianelys Ramos, comunity manager y María del Mar Almagro, jefa del departamento jurídico de Hispania. Un equipo directivo que junto al resto de los comerciales conforman una plantilla que supera la veintena de trabajadores. Sin duda, hace tres décadas y media, cuando abrió su primera oficina en la plaza Becquer no esperaba este crecimiento.

Ramón Rodríguez de Trujillo habla con este diario en un pequeño despacho de la oficina de la calle Columela. Retrocede en sus recuerdos. "En aquellos tiempos, 1989, apenas venía gente de fuera. Incluso no existía el concepto inmobiliario de oficinas a pie de calle, como fue la nuestra, con las ofertas de piso en los escaparates y con comerciales bien preparados, de los que han salido profesionales que al cabo del tiempo han ido montando sus propias inmobiliarias".

Era un Cádiz que, tras los años de reforma de la ciudad emprendida por los primeros ayuntamientos democráticos, aún necesitaba una importante modernización.

Los que compraban pisos en Cádiz

"Tenía un casco antiguo totalmente desecho, con un nivel de infravivienda disparatado. Lo que quedaba era Puerta Tierra. Existían promociones como Las Brisas y Los Delfines que tenían mucho éxito inmobiliario. Quienes compraban eran entonces funcionarios o inversores de Extremadura, Córdoba, Sevilla o pueblos de la propia provincia. Ya había un mercado turístico muy grande, pero muy desordenado”.

El inicio de la rehabilitación del casco antiguo, en 1999, junto al soterramiento y las obras en calles y plazas dieron un vuelco a esta situación, expandiendo el sector inmobiliario con el nuevo siglo.

En todo caso, Rodríguez de Trujillo destaca que “Cádiz siempre ha sido una ciudad de referencia como inversión inmobiliaria. El sector apenas sufrió las crisis económicas vividas en el país, salvo la de 2008 que fue demoledora para todos. En los años 90 en la ciudad no había pisos a la venta por embargos, que sí abundaban en otras ciudades”.

"La expansión fue con la llegada del euro y con la caída estrepitosa de los tipos de interés y la concesión de créditos bancarios a más largo plazo2. Entonces todos querían tener su casa y los que ya se habían ido de la ciudad unos años antes, comenzaban a buscar en el mercado para volver a Cádiz.

Este último caso será uno de los movimientos del sector más relevantes en la que fue la segunda revolución de las inmobiliarias en la ciudad.

"Junto a este interés por el retorno, se produjo una ‘internacionalización’ de toda la sociedad". El movimiento exterior comenzó a ser masivo y, poco a poco, casi a cuentagotas, la ciudad comenzó a ponerse de moda y a ser objeto de deseo de inversores para una segunda vivienda, o incluso para jubilados con recursos a la búsqueda de una ciudad tranquila en la que residir todo el año.

Con todo, Cádiz, asume Ramón Rodríguez de Trujillo, siempre ha tenido una oferta inmobiliaria proporcionalmente con un coste más elevado que el resto de la provincia y de muchas capitales del país.

Hoy, 35 años de la apertura de la primera oficina en la plaza Becquer, Cádiz sigue vendiendo bien. Muy bien incluso en el inicio de este año, sin problemas ante las crisis.

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