El Cádiz CF se ha complicado tanto la vida que ahora mismo está más cerca del descenso que de la permanencia. El superordenador de Opta, la empresa que aporta datos a LaLiga, le otorga más de un 78% de probabilidades de bajar a Segunda División. Eso supone que tiene menos de un 22% de opciones de continuar en Primera. Con más de dos tercios del campeonato ya disputados, la lógica apunta a la pérdida de la categoría, pero aún no está todo decidido.

La situación es tan difícil que irrumpe la duda de si ya es tarde para reaccionar. Los números dice que aún hay tiempo de remontar el vuelo, pero sin el más mínimo margen de error y además el Cádiz CF ya no depende exclusivamente de sí mismo. Está en manos de otros. Además de ganar de manera inexcusable, debe esperar el fallo de algunos de sus rivales directos.

Hay nueve capítulos por delante hasta el final (27 puntos en juego) y el primero, ante el Granada, debe resolverlo con una victoria para mantener viva la llama de la esperanza. Ante el cuadro nazarí encara su primera bola de partido en plena recta final de curso. Si gana, sigue vivo. Si no lo hace, adiós. Ni siquiera vale el empate.

El equipo entrenado por Mauricio Pellegrino afronta la trigésima jornada de Liga como inquilino de la 18ª posición (en descenso) con sólo 22 puntos, a cinco del Celta de Vigo, 17º con 27, a seis del Sevilla, 16º con 28, a siete del Rayo Vallecano, 15º con 29, y a ocho del Mallorca, 14º con 30. Algunos de ellos parecen inalcanzables.

El Cádiz CF está obligado a demostrar que quiere aumentar sus posibilidades de salvarse. Se trata de ganar, respirar y esperar los resultados de los demás. Puede marcar la pauta del fin de semana en la máxima categoría porque es el primero en saltar al césped con el Granada el viernes 29 de marzo en el estadio Nuevo Mirandilla.