Cádiz CF

El Cádiz CF firma un empate con doble sabor (2-2)

  • El conjunto amarillo desperdicia dos goles de renta en el duelo andaluz ante el Sevilla

Roger Martí con el balón ante Nyland.

Roger Martí con el balón ante Nyland. / Julio González

El Cádiz CF frenó la secuencia de derrotas (llevaba tres consecutivas) con un empate en casa frente a Sevilla (2-2) que puede considerarse justo. Pudo ganar y perder y al final abrazó un punto que al menos le sirve para dar un pequeño paso después de tres jornadas sin sumar.

El equipo amarillo dispuso de una jugosa renta de dos goles, de ahí que el resultado tenga un sabor agridulce, pero los visitantes reaccionaron hasta la equis definitiva en un choque pleno de intensidad. Teniendo en cuenta la entidad del rival, el punto no es malo del todo a la espera del reencuentro de la victoria que no debe demorarse en demasía. Ofrecieron buenas sensaciones los anfitriones con el único pero de no traducir la ventaja en tres puntos.

Sergio González sorprendió con Javi Hernández como central y dejó en el banquillo a un especialista de esa zona, Jorge Meré. El técnico entregó por primera vez la titularidad en casa a Rominigue Kouamé y Lucas Pires y mantuvo su fe inquebrantable en el 4-4-2.

Con un ambientazo en las gradas, el duelo andaluz arrancó a toda pastilla, con un pico de tensión elevado y la polémica que apareció muy pronto. El colegiado perdonó la cartulina roja a Sergio Ramos hasta en dos ocasiones en los diez minutos iniciales. La primera, por dar un puñetazo en la cabeza a Roger Martí sin que el balón estuviese en juego. La segunda, por derribar a Chris Ramos cuando el delantero se iba solo. Se comprobó lo fácil que es expulsar a un futbolista del Cádiz CF (basta recordar los dos envites anteriores) y lo difícil que es tomar esa medida con el oponente.

Entre una acción y otra, el conjunto amarillo abrió la lata en el 7 gracias a un robo de balón de Machís en la presión alta, Roger Martí sirvió con celeridad a Chris Ramos, quien ante una defensa desarmada definió a las mil maravillas delante de Nyland para poner el 1-0. El ariete lo celebró con mirada al cielo y lágrimas en los ojos. Le dedicó el gol a su abuelo Perico fallecido hace unos días y al que tanto quería.

Los locales cobraron ventaja muy pronto, en el primer tiro a puerta y con mucho partido por delante. El tanto otorgó un plus de confianza a un equipo que se remangó para cerrar espacios, salir a la contra y meter presión arriba en cuanto vio la más mínima oportunidad.

El juego directo fue el recurso que más empleó un Cádiz CF que centrado sobre todo en las labores defensivas. En el 20, una volea de Machís estrelló el cuero en Juanlu cuando había tomado la dirección correcta a portería.

Los visitantes empezaban a despertar en ataque pero fueron los locales los que golpearon de nuevo en el 27 en una acción casi calcada a la del primer gol. Presión arriba en la salida de balón del Sevilla, robo cerca del área contraria, asistencia de Roger Martí en este a caso a Machís y el venezolano fusiló con la zurda para subir el 2-0 al marcador.

Los amarillos duplicaron la renta y dibujaron un horizonte idílico que sin embargo no tardó en volverse turbio. Los hispalenses apretaron de lo lindo, sacaron a relucir su calidad superior y comenzaron a generar verdadero peligro.

En el 30, Sergio Ramos marcó a la salida de un saque de esquina aunque el gol fue anulado por fuera de juego posicional de Ocampos, que tapó la visión de Ledesma.

El Sevilla creó en poco tiempo una batería de ocasiones y era casi inevitable que marcase algún gol. Hasta pudo haber empatado antes del intermedio.

En el 33, Suso cabeceó alto desde la posición de delantero y centro y el que no perdonó cuatro minutos después fue Ocampos con un testarazo impecable tras un centro de Juanlu al corazón del área. Javi Hernández perdió la marca del argentino, que acortó distancias en pleno arreón del Sevilla.

Los amarillos lo pasaron mal, sin apenas abandonar su parcela y con los despejes como un único hilo de supervivencia. Los de Nervión aceleraron en la recta final de una larga primera mitad (se prolongó hasta el minuto 52) en la que vieron de cerca el empate. En el 42, Ledesma abortó un latigazo de Suso. En el alargue, Mariano perdonó completamente solo frente a la portería al rematar desviado con el hombro.

El Cádiz CF consiguió llegar al intermedio por delante en el luminoso aunque el último tramo de la primera mitad fue de todo menos bueno, quizás un anticipo de una segunda en la que el Sevilla estaba obligado a salir a por todas.

El segundo acto arrancó con novedades. Fali (posibles problemas físicos) y Machís se quedaron en la caseta y entraron Jorge Meré y Rubén Sobrino, este último con la idea de dotar de mayor consistencia defensiva a la banda izquierda. De hecho, casi fue un lateral más para taponar las subidas de Juanlu y después de Jesús Navas.

Lukebakio avisó pronto con un zapatazo que obligó a Ledesma a repeler el balón con las dos manos. Como era previsible, los foráneos se adueñaron del esférico pero dejaron espacios atrás que fueron toda una invitación al contragolpe. En el 52 se fabricó una jugada Chris Ramos, feliz con metros por delante para marcharse por velocidad. Asistió a Roger Martí, cuyo remate a bocajarro lo despejó Nyland, que evitó el 3-1. Una ocasión clarísima.

Le costó un mundo al equipo casa contener la oleada ofensiva de los visitantes. En el 60, con media hora por delante, empató el Sevilla con una magistral definición de Rakitic desde la frontal del área. Disparó suave con un balón que trazó un parábola para colarse por la escuadra y firmar el 2-2. Eso sí, en el instante previo de la misma jugada, el árbitro se comió una falta por empujón de Sergio Ramos a Rubén Alcaraz.

El empate a dos deparó un encuentro nuevo con un Sevilla al alza y un Cádiz CF que trató de venirse arriba. En el 67, un intento lejano de Roger Martí llevó el balón manso a las manos de Nyland. En el 70, Chris Ramos se quedó solo delante del portero pero se mal control le impidió rematar. Y en el 72, un penalti de Soumaré sobre Roger Martí quedó sin ser señalado al indicar el colegiado una dudosa falta de Chris Ramos sobre el jugador sevillista.

El intenso duelo andaluz llegó a la recta final con máxima incertidumbre. Podía pasar cualquier cosa. El preparador cadista quiso inyectar aire fresco con Gonzalo Escalante y Álex Fernández y más tarde con Sergi Guardiola en punta. El Sevilla fue con todo: En-Nesyri, Rafa Mir...

Los instantes finales fueron equilibrados, con algo más empuje de los sevillanos. En el 90, Ledesma evitó el 2-3 en el mano a mano con Óliver Torres, completamente solo pero no en fuera de juego. 

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