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El puente con más de siglo y medio que podrás cruzar en este pueblo de la Sierra de Cádiz

El puente del Realejo antes de su rehabilitación

El puente del Realejo antes de su rehabilitación / Ramón Aguilar

Para los amantes del senderismo no hay inclemencias meteorológicas que se les resista. Así llueva o haga sol, siempre encuentran el momento perfecto para desconectar y encontrar un rato de tranquilidad en la naturaleza. La Sierra de Cádiz es uno de los lugares idóneos para adentrarte en una aventura por sus parajes naturales, así que ponte el calzado más cómodo que tenga y lánzate a curiosear por sus maravillosos enclaves.

Uno de los pueblos gaditanos que despierta el interés del visitante es Ubrique. Conocido por cómo se ha trabajado la piel durante siglos, este pueblo de la Sierra de Cádiz atrae a numerosos curiosos que desean conocer el pasado histórico de este lugar. Enclavado entre la Sierra de Grazalema y el Parque Natural de Los Alcornocales, este encantador pueblo te animará a descubrir la belleza de la naturaleza a través de sus rutas y senderos.

Sobre el arroyo Garganta Barrida se encuentra el puente del Realejo o, también conocido como Barrida, datado en la segunda mitad del siglo XIX y que tiene un gran valor histórico y patrimonial. Este histórico puente, que ha sido rehabilitado, une dos cañadas reales, la del Mojón de la Víbora y de la Garganta Millán, siendo un enclave de concurrencia y paso peatonal y de ganadería en toda la comarca. Desde hace un año es posible atravesarlo, tras unas obras de recuperación y rehabilitación de este puente que se comenzó a construir en 1861 sobre una estructura anterior.

Sendero Mojón de la Víbora

Aprovechando tu paso por Ubrique y cercano a este histórico puente se encuentra el sendero Mojón de la Víbora, el cual discurre por la Cañada Real que lleva su mismo nombre. Constituye tierra de bujeos, en las que se pueden distinguir las formaciones de acebuchal, encinar, alcornocal, etc. En cuanto a la presencia de animales destacan el ciervo, el corzo, la nutria y el meloncillo, entre otras especies.

La primera parte de la ruta va sobre la orilla del río y después va subiendo por todas las colinas que van hasta el Mojón de la Víbora. En este sendero podrás disfrutar de unas maravillosas vistas y estarás en contacto con la naturaleza en todo su esplendor. Tiene una distancia, de ida y vuelta, de unos 10 kilómetros, una duración estimada de entre 3 y 4 horas y presenta una dificultad media.

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