Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

La vida sigue igual

La diferencia es que ahora los concejales y el alcalde van a todos los actos. La indolencia ha sido sustituida por el presentismo

Transcurridos seis meses de que el PP llegase al poder municipal podríamos resumir en que nada importante ha cambiado. El único cambio real es que hay otra gente: las 25 o 30 personas que vivían del presupuesto municipal en la época del Kichi se han sustituido por otras 25 o 30 que viven ahora en la época de Bruno. Para ambos grupos sí ha habido un cambio, los que se fueron han vuelto a su trabajo, si lo tenían, o se han tenido que poner a buscar uno. Los agraciados por Bruno y el PP se han encontrado con un salario a costa del erario. Otro cambio es que en la época del kichismo a las dos de la tarde se acababa todo con la excusa por el alcalde de la conciliación, lo que le servía para irse a la plaza Asdrúbal a echar la tarde. Ahora los concejales y el alcalde van a todos los actos. La indolencia de los kichistas ha sido sustituida por el presentismo del PP. En eso habrán ganado los organizadores de actos que siempre cuentan con concejales. No se han resuelto los grandes asuntos dependientes de la Junta de Andalucía. Por mucho rollo que nos suelten estamos a la espera de Valcárcel, Ciudad de la Justicia y Hospital, diga lo que diga Sanz. Unas cuantas decisiones más o menos controvertidas como la anulación del proyecto de semipeatonalización de la Avenida de Portugal, la reapertura al tráfico de Veedor y la ampliación desmesurada de las terrazas. Todo lo demás es una continuación de la gestión anterior. Hay nuevos vehículos y servicios en el contrato de limpieza, que había adjudicado el anterior gobierno. Ahora se baldean las calles más a menudo, no sé si eso es bueno o malo dada la pertinaz sequía, como se decía en la Ominosa. También hay que decir que ese contrato nuevo se quedó a medias porque todos los vehículos deberían ser eléctricos y se tenía que haber incluido contenedores para la fracción orgánica. Por mucho que se quieran hacer ver las diferencias, en el fondo no son tantas visto lo visto. Ni que decir tiene que Bruno es una buena persona, un tipo bienintencionado y trabajador. Dicho por Sabina: “como te digo una co, te digo la o”. Supongo que los muy cafeteros querían sangre, querían una especie de tabla rasa que tirase por tierra todo lo hecho en la época de Adelante Cádiz, y se han encontrado con que Bruno tiene un talante conciliador, huye del conflicto. Cosa distinta es a ver si nos enteramos qué quiere hacer Bruno con la ciudad, más allá de la tolerancia y el buenrollismo, ese espíritu bienqueda del que hace gala. Por ahora le basta con trabajar e ir a los sitios, incluso le servirá para las próximas municipales. Pasado el tiempo la gente dejará de comparar a Bruno con Kichi y empezará a compararlo con Teófila. Ese será el momento de los problemas.

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