El Cádiz más parecido a Venecia

Coleccionismo

Una coleccionista gaditana adquiere en una subasta ‘online’ un grabado del siglo XVIII que es una vista óptica en la que Cádiz aparece dividido por un canal semejante al de Gadir

Grabado del siglo XVIIIadquirido en una subasta ‘online’ en el que Cádiz aparece con un canal que divide la ciudad y con góndolas en sus aguas.
Grabado del siglo XVIIIadquirido en una subasta ‘online’ en el que Cádiz aparece con un canal que divide la ciudad y con góndolas en sus aguas.

Blanca Cabeza es una coleccionista gaditana de arte, amante y conocedora sobre todo del art decó francés, que desde hace casi dos décadas adquiere aquellos objetos que le interesan a través de subastas ‘online’. Su última compra fue en diciembre, cuando en el portal Ebay pujó junto a otras cinco personas por un lote compuesto por un grabado de Cádiz del siglo XVIII que en su reverso tenía pegado una hoja de un periódico de Lyon del siglo XIX. La gaditana logró hacerse con el lote atraída, fundamentalmente, por una inusual estampa gaditana en la que Cádiz aparece como Venecia, divida por un canal semejante al de la época fenicia, el llamado Canal de Ponce, con la siguiente inscripción: “Perspectiva del Real Pantalán de Cádiz, donde los caballeros y las damas se pasean en góndola”.

“El nombre técnico que reciben este tipo de grabados es el de vista óptica. Enseguida despertó mi curiosidad porque yo he visto muchos grabados, pero no sabía lo que era una vista óptica. Me llamó poderosamente la atención lo que es en sí la estampa, que es muy inusual, con Cádiz como un canal veneciano”, explica esta gaditana licenciada en Derecho y funcionaria de la administración autonómica. Se trata de un grabado que aparece como iluminado, coloreado con acuarela de la época.

La vista óptica, una técnica muy utilizada en el siglo XVIII que apareció en Londres en torno a 1720, se utilizaba como “una distracción, una forma de jugar con las profundidades. La intención es que el espectador entre en el propio escenario de la estampa. Era como un divertimento de las clases adineradas de la época”.

La coleccionista gaditana abunda: “Cabe destacar que las vistas ópticas son consideradas como uno de los antecedentes del precinema y se podían contemplar directamente o a través de un zograscopio; un artilugio consistente en un pie de madera coronado por una lente y un espejo que ampliaba la imagen y acentuaba el efecto de profundidad. Estas vistas ópticas resultaban una distracción muy apreciada en el siglo XVIII en los salones de la burguesía y en la actualidad son bienvenidas por coleccionistas e interioristas por su interés histórico y su alto valor decorativo”.

El lote por el que pujó Blanca Cabeza se componía de esta estampa gaditana, de 31 por 43 centímetros, y de una página de un periódico de Lyon del siglo XIX, ‘Le Courrier de Lyon’. De hecho, una vez traducida la página de este periódico, Blanca ha descubierto que en una de las informaciones se habla de la anexión de Saboya, un hecho histórico muy relevante que, piensa, es el que despertó el interés de los otros pujadores, posiblemente franceses, y a quienes la estampa gaditana, en principio, les podría parecer secundaria.

Página del periódico de Lyon del siglo XIX que se vendía junto al grabado.
Página del periódico de Lyon del siglo XIX que se vendía junto al grabado.

Además, dio la coincidencia de que cuando Blanca ya había adquirido el grabado se produjo el homenaje al historiador gaditano Francisco Ponce Cordones en reconocimiento por su avalada teoría de que en época fenicia la ciudad estaba dividida por un canal que la atravesaría desde la Caleta hasta el muelle pasando por Catedral y San Juan de Dios, lo que aún avivó más el interés de la coleccionista por una pieza que ya había comprado.

“Este hallazgo me lleva a pensar –explica Blanca Cabeza– que quizás, y sólo quizás, los antiguos, ya sabedores de este hecho histórico, lo representaron conforme a la “contemporaneidad” de su tiempo, fantaseando con “una Cádiz imaginaria”.

Sin firma de autor en el grabado, la coleccionista señala que no hay en la estampa, en principio, ningún edificio que se pueda asociar con la ciudad tal y como hoy la conocemos, y que es en buena parte heredera de aquel pujante y comercial Cádiz dieciochesco. Más allá, eso sí, de unas torres miradores que aparecen en primer término, y de los tonos pasteles de algunos edificios. Quizás el estudio con detenimiento de algunas cúpulas pueda hacer descubrir alguna iglesia conocida... Esto hace pensar, desde luego, que al menos estamos ante un Cádiz imaginario, una estampa de las clases altas que quisieron imaginarse, aunque fuera una ilusión óptica, que Cádiz se parecía a Venecia.

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