“Manuel Concha pertenece al brillante grupo de médicos humanistas”

El historiador y académico José María García León fue el encargado de presentar a Manuel Concha Ruiz como nuevo miembro correspondiente de la Real Academia Hispano Americana. Lo hizo destacando su faceta humana y profesional, sus logros en el campo de la medicina en general y de la cirugía cardiaca en particular, su entregada vida al campo de la enseñanza, su condición de gaditano accidental pero también de corazón y, finalmente, su dedicación a la literatura en sus publicaciones. García León utilizó palabras de Antonio Povedano para definir al nuevo académico: “Manuel Concha es el hombre de la recóndita disposición para el afecto, la generosidad desbordante y la ilimitada bondad”.

“Manuel Concha –dijo García León respecto a su biografía– es una de las máximas autoridades en el campo de la cirugía cardiovascular, acreditado en sus numerosas publicaciones tanto a nivel nacional como internacional, contando, además, con todo tipo de premios y reconocimientos, independientemente de su amplia y brillante labor académica y docente. Estudió Medicina en Cádiz, licenciándose en 1966. En 1986 realizó el primer trasplante de corazón en Andalucía”. Además, destacó su etapa como docente y la manera en la que centró cátedra como cardiólogo en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Para García León, Concha pertenece “a esa linajuda tradición, tan común en la medicina española, de médicos que han traspasado las barreras de su cometido propiamente específico para abordar, con rigor y dedicación, otros campos del saber, propios de mentes abiertas y curiosas. Ese grupo brillante y admirable de médicos humanistas tan nuestros, como Ramón y Cajal que, aparte de ser un brillante escritor, fue uno de los pioneros de la fotografía a color en España, el ya citado Gregorio Marañón y sus ensayos históricos que, en una línea parecida, seguiría luego Pedro Laín Entralgo”.

De sus libros publicados destacó García León que son “amenos y cómodos de leer, un motivo más para que gocemos de sus amplios conocimientos, sin mayores alardes ni la más mínima afectación, más mérito aún, viniendo de un científico de su categoría”.