Día de la Salud Mental en Cádiz: algunos logros y muchos retos
La plaza del Palillero acoge una mesa informativa, la lectura de un manifiesto sobre la enfermedad y sus derivadas y se convierte en punto de partida de un reto ciclista solidario
Traslado de la unidad de salud mental a Vargas Ponce
Cádiz está viviendo desde esta mañana el Día Mundial de la Salud Mental de una manera especial. Una mesa informativa instalada en la plaza del Palillero por la asociación Afemen y por el colectivo Digna-Mente, entre otros grupos, ha sido el eje principal de esta jornada, en la que también se ha leído un manifiesto centrado en la inserción laboral de las personas que sufren algún problema de salud mental. También desde el Palillero ha partido un reto ciclista protagonizado por el vendedor de la ONCE isleño Sergio Cámara, que en tres etapas a través del Eurovelo le llevó a San Fernando y a Chiclana. Una jornada, en definitiva, para valorar algunos de los logros que se han conseguido en los últimos años, a nivel sobre todo de visibilización y concienciación social, pero también para recordar los retos sociales y sanitarios que plantea el conjunto de enfermedades agrupadas bajo la denominación de salud mental.
Mercedes Fernández, monitora de taller de carpintería de Afemen Cádiz, ha ejercido de portavoz de esta asociación que agrupa a enfermos y sus familiares y que explica los objetivos de la jornada: "Recordar a nivel social el lugar que tienen en el mundo las personas con problemas de salud mental y el trabajo que hacemos por su integración y por la mejora de su calidad de vida respecto a la sociedad y sus familias. Hay camino que hacer. A raíz de la pandemia quedó muy evidente el tema de la salud mental, el perjuicio que causa cuando se deteriora a nivel personal, familiar, social, laboral... Ahí se dieron cuenta de los pocos recursos que había destinados para la salud mental. Desde entonces ha habido alguna concienciación y, desde entonces también, hay ciertas instituciones que le están dando la importancia que tiene. Demuestran un poco más de interés y es más fácil encauzar todo el trabajo que, por ejemplo, lleva haciendo Afemen desde hace más de 30 años".
"Lo que hacemos fundamentalmente -explica esta monitora de Afemen- es crear centros donde vienen personas con todo tipo de problemática y que son casi como un club social. Ellos vienen a hacer su grupo de amigos y somos como una familia: interactuamos, hablamos, nos reímos, nos contamos las cosas que hacen falta. Porque muchas veces la familia puede estar agotada psicológicamente porque hay casos complicados. Es fundamental tener un sitio al que ir como válvula de escape y socialización. Hay personas que han mejorado mucho en poco espacio de tiempo por estos encuentros".
Estima Mercedes Fernández que algunos de los retos más importantes de cara al futuro se enmarcan en el área sanitaria y en sus medios humanos y materiales: "Los recursos para tratar la salud mental siguen siendo limitados, aunque haya más concienciación. Hacen falta más espacios, que las listas de espera de los centros de salud se reduzcan, que a los tratamientos se les pueda hacer un seguimiento más continuo sin tantos meses de espera de una sesión a otra tanto con psicólogos como con psiquiatras". Afemen, por otra parte, cree que el traslado de la unidad de salud mental desde la calle Escalzo hasta el centro de especialidades de Vargas Ponce puede favorecer a una población, la del casco histórico, que tiene además un alto grado de envejecimiento".
Y mientras grupos de escolares se iban acercando a la mesa informativa para tomar conciencia de los problemas que la salud mental plantea, a todos los niveles, a la sociedad, el vendedor de la ONCE isleño Sergio Cámara se preparaba con su bicicleta para protagonizar un reto ciclista solidario para "dar visibilidad a la asociación Afemen. Me gusta realizar estos retos altruistas y solidarios con los que ya me he cruzado tres veces España". En esta ocasión, Cámara tenía previsto partir hacia San Fernando a través del Eurovelo, para estar en la lectura del manifiesto en la mesa informativa en la plaza del rey de La Isla, y después seguir hacia Chiclana también por el Eurovelo para participar en el cierre de la mesa instalada en la plaza de las Bodegas.
Un reto que, en su caso, tiene mucho de superación dado sus duros antecedentes: "Me diagnosticaron pérdida de movilidad, llegué a pesar 163 kilos, me atropelló un coche cuando iba en bicicleta y tengo varias operaciones por trombos en las piernas y de columna... Eso fue en 2019; fue cuando toqué fondo en todos los sentidos. Pero lo afronté y decidí luchar y no rendirme, así que en pleno confinamiento adelgacé 50 kilos. Cualquier persona se puede marcar sus propios retos y salir adelante. He hecho retos similares para dar visibilidad a enfermedades como la ELA y la fibromialgia. Atiendo a cualquier asociación que me propone un reto de este tipo".
También ha servido esta jornada para dar a conocer un manifiesto de carácter nacional que este año centra su mensaje en el campo laboral. Bajo el título 'Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental', el texto llama la atención sobre "el derecho a un trabajo digno y el derecho a que la jornada laboral sea una vivencia agradable, positiva y enriquecedora".
"Demandamos una cultura del trabajo que promueva los factores psicosociales que favorecen la salud mental. Para ello, la entidad empleadora ha de ser consciente, y establecer un plan de medidas que aborde las circunstancias ambientales, la organización de competencias y una política que incluya sistemas de apoyo, horarios de trabajo flexibles y demás mecanismos que incidan en la seguridad psicosocial. Así mismo, aspiramos a ofertas de empleo con mayor valor añadido, y no solo en trabajos mecánicos y repetitivos", se dice en el manifiesto leído esta mañana en el Palillero.
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