La empresa Gómez, desde Cádiz al mundo
Historia de Cádiz
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz da a conocer el fondo documental de una compañía que sobrevivió casi siglo y medio y cuyas relaciones comerciales fueron internacionales
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Cádiz/El documento destacado del Archivo Histórico Provincial de Cádiz no coge vacaciones. El caluroso mes de julio ha sido reservado para rescatar los documentos de la empresa Gómez, fundada en la primera mitad del siglo XIX por José Esteban Gómez Gómez y que funcionó hasta casi el último tercio del siglo XX con una pujante vida comercial que conectó Cádiz con el mundo.
Firmado por Antonio Ortega Álvaro y Santiago Saborido Piñero, este último director del Archivo Provincial, el documento de este mes lleva por título ‘El Fondo Documental de la Empresa Gómez. Siglo y medio de comercio internacional (1835-1969)’. El documento se puede consultar por internet y, como es habitual, conocerlo más de cerca en el patio central de la Casa de las Cadenas, el edificio que alberga el archivo, donde se exponen los documentos seleccionados.
Este fondo documental empresarial lo componen alrededor de 640 unidades de instalación, así como 25 libros copiadores de carta, que abarcan un periodo cronológico aproximado desde 1830 a 1962. Esta empresa, consignatario de buques y exportador e importador de diferentes compañías navieras que hacían escala en Cádiz mediante líneas regulares de vapores, realizaba la gestión de importación y exportación de mercancías tanto para clientes locales como nacionales e internacionales.
Precisa el documento destacado que junto a empresas consignatarias y bodegueras como Lacave Abarzuza, “los Gómez también tuvieron almacenes propios en la zona de la playa de Puntales, en el extremo sur del istmo de Cádiz, y fueron de los más importantes distribuidores de las botas del vino de Jerez, especializándose en la compra de duelas para hacer botas a demanda de las bodegas y tonelerías del marco de Jerez y otras provincias limítrofes, así como la distribución comercialización y venta de los caldos jerezanos a todo el mundo a través del puerto de Cádiz”.
Este primer estudio del Fondo Gómez, como se denomina desde el Archivo gaditano, da cuenta del “enorme valor informativo que tiene esta documentación, principalmente por las relaciones comerciales con toda la península Ibérica, así como con el resto de Europa, con mayor incidencia en el Reino Unido, Portugal, Francia y también con el resto del mundo, sobre todo con Estados Unidos o Brasil, dejando claro la internacionalización que esta empresa tuvo”.
“Y es que la empresa fundada por José Esteban Gómez Gómez en una fecha que no hemos podido precisar anterior a 1835 -precisa el documento- consiguió a lo largo de más de un siglo y medio de existencia un desarrollo comercial que refleja el peso del sector agrícola en general y el vitivinícola en particular en los puertos de Cádiz ciudad y en El del Puerto de Santa María, principalmente”.
Además, el fundador de esta empresa fue cónsul general de Portugal en Cádiz, ya que tenía vinculaciones familiares y comerciales con la zona del Algarve y Alentejo, lo que se refleja en el epistolario y otros documentos conservados en el Archivo. Así mismo, tuvo relación con negocios de minería, con la implantación del telégrafo en la provincia de Cádiz y con diversas empresas bancarias de inversión.
La firma se denominó José Esteban Gómez, pero el nombre completo de su propietario, fallecido en 1869, era José Esteban Gómez y Gómez. Señala el documento que hay poca información sobre su persona, aunque de las inscripciones de los matrimonios de sus hijos y de otros documentos notariales se desprende que era natural del Almendro, en la provincia de Huelva.
Según el Archivo, durante el siglo XIX era habitual tener domiciliada la casa de comercio en el mismo domicilio del comerciante. Así, la primera dirección de José Esteban Gómez y Gómez se sitúa en la calle de San Alejandro, 178 (actualmente Conde O’Reilly). Posteriormente se encuentra domiciliada, en diferentes fechas, en la calle Consulado Viejo, 39 (Rafael de la Viesca) y en la calle Amargura, (Sagasta).
Este fondo documental es aún más amplio de lo que hasta ahora ha sido estudiado por el Archivo, y aún queda por analizar buena parte de los documentos del siglo XX.
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