‘El gran salto’: el estrecho límite vital entre el éxito y el fracaso
La Fundación Cajasol de Cádiz acoge un diálogo sobre la serie de Atresplayer que cuenta la esperanzadora historia del auge y caída del medallista olímpico Gervasio Deferr
La presentación de la serie en el South
La plataforma televisiva Atresplayer afronta este próximo mes de noviembre con el estreno, el domingo 17, de unos de sus proyectos más vivos y arriesgados de los últimos años. Se trata de la serie ‘El gran salto’, un proyecto de enjundia que narra la historia del medallista olímpico español Gervasio Deferr partiendo del libro en el que el propio gimnasta contó su personal viaje del éxito al fracaso, del triunfo a la caída libre por su adicción a las drogas, en un envidiable ejercicio de sinceridad y en una historia arriesgada y plena de esperanza por la recuperación final del deportista y, sobre todo, de la persona. Esta serie de cinco capítulos fue precisamente el eje central del encuentro celebrado en la sede de la Fundación Cajasol en Cádiz aprovechando la presencia de los responsables del proyecto en el Festival Internacional de Series South.
‘‘El gran salto’ y el éxito de Atresplayer como héroe local audiovisual’ fue el título de esta jornada en la que estuvieron presentes el actor Óscar Casas, protagonista de la serie; Roger Gual, director; Emilio Sánchez Zaballos, director de Atresplayer, y Jordi Frades, director de Diagonal TV que ha comportado producción con la plataforma televisiva. El encuentro, organizado por Diario de Cádiz con la colaboración de la Fundación Cajasol y el Ayuntamiento de la ciudad, fue moderado por el periodista Francis Gallardo, jefe de sección de Televisión del Grupo Joly.
Tras ‘Veneno’ o ‘La novia gitana’, algunos de los anteriores proyectos de Atresplayer, que también ha traído al South la futura serie ‘A qué estás esperando’, la plataforma continúa con apostando con ‘El gran salto’ por historias locales que se hacen globales por su propia fuerza y carácter. “Siempre buscamos historias que tengan un trasfondo, que tengan continuidad. En este caso, además, son hechos que le podían haber ocurrido a un campeón olímpico de cualquier país”, señaló Sánchez Zaballos. Y Jordi Frades abundó más adelante: “Lo particular acaba siendo universal. Hay cosas y situaciones con las que todos nos podemos sentir identificados”.
Frades, tras cuya productora se encuentran éxitos como ‘La señora', ‘Isabel’ o ‘La catedral del mar’, explicó el riesgo de rodar una biografía de “una persona viva” y de hacerlo además de una época cercana que el espectador aún recuerda: “Es más difícil este producto que, por ejemplo, una serie de época donde puede funcionar más lo imaginario”.
El director Roger Gual habló también de las dificultades de afrontar una historia tan real y tan cercana y tan cruda, con todo un medallista olímpico a quien las drogas, el alcohol y otras compañías hacen descender de su podio dorado para tocar el suelo del fracaso y, finalmente, recuperarse cerrando un círculo que ayuda a lanzar un mensaje esperanzador para miles de personas. Quizás, como recordó Gual, Gervasio Deferr no hizo más que superarse como lo hizo en las Olimpiadas de Sidney cuando quedó en el puesto 70 en los ejercicios de suelo y, luego, alcanzó el oro en salto: “Creo que la serie refleja muy bien el espíritu de los Juegos y la superación; la serie va de cómo nos autoexigimos o nos valoramos”. El director, además, resaltó la generosidad de un Gervasio Deferr que se implicó en el proyecto de una manera “personal y cercana”.
Y en la piel del gimnasta catalán, de Gervi como todo el equipo lo llama fruto de esa cercanía, está el actor Óscar Casas. El protagonista de ‘El gran salto’ admitió un cierto vértigo a la hora de enfrentarse la historia de una persona que ha tenido esta vida y que está vivo. “Respeto, miedo e inseguridad”, reconoció Casas, quien valora la “honestidad” del proyecto y recordó que se preparó para el casting de la serie con una intensidad grande y con el deseo de lograr un papel que le enganchó desde esas escenas con las que fue probado. A partir de ahí, trabajo y horas, muchas horas, para esas escenas como gimnasta, para modular una voz compleja y cambiante a lo largo de las distintas etapas de su vida y para modificar también un cuerpo acorde con los éxitos y fracasos del personaje.
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