La música de Manuel de Falla suena a lo grande en Cádiz

Más de mil escolares se concentran en la plaza de San Juan de Dios para asistir a un concierto didáctico sobre el compositor gaditano

Los estudiantes tocaron al unísono 'la 'Canción del fuego fatuo', de 'El amor brujo', con flautas, ukeleles, láminas y tríángulos

Las raíces más gaditanas de Falla

El cantaor David Palomar y el músico Daniel Borrego en el escenario desde el que dirigieron el concierto didáctico.
El cantaor David Palomar y el músico Daniel Borrego en el escenario desde el que dirigieron el concierto didáctico. / Jesús Marín

Desde hoy mismo, un nutrido grupo de escolares gaditanos no podrá olvidar que el músico Manuel de Falla nació en Cádiz hace 148 años. Son los estudiantes del segundo ciclo de Primaria y del primer ciclo de Secundaria, pertenecientes a 15 centros educativos de la capital, que han participado en el concierto didáctico que se ha celebrado esta mañana en la plaza de San Juan de Dios, ante el Ayuntamiento. El cantaor David Palomar, con su espléndida voz y sus agudos comentarios y giros lingüísticos de la tierra, y el músico Daniel Borrego, al piano y con sus certeras explicaciones de cada pieza, han protagonizado este concierto en el que se han interpretado algunas de las composiciones más populares de Falla y que ha acabado, bajo la dirección musical del compositor Juan Pablo Otero, con los escolares tocando al unísono la Canción del fuego fatuo, pieza de El amor brujo. Falla ha sonado, desde luego, muy a lo grande en su tierra natal.

La expectación era máxima en San Juan de Dios momentos antes del comienzo de la actividad. Los alumnos gaditanos iban afinando sus instrumentos, unos, y aprovechando para tomar su desayuno, otros, mientras sus profesores les ayudaban a preparar el concierto y los familiares, padres y muchos abuelos, se repartían a lo largo de la plaza para no perder detalle de lo que iba a ocurrir. "Estamos delante de nuestro futuro, de nuestro mañana: darse un aplauso vosotros mismos", dijo el siempre ocurrente David Palomar en los prolegómenos del concierto.

El cantaor entabló entonces un diálogo didáctico con el músico Daniel Borrego. A las preguntas de Palomar, siempre en torno a la figura de Falla, de su vida y de su obra, respondía el intérprete explicando detalles que iban dibujando de cara a los escolares la grandeza del universal músico gaditano y de su espléndido corpus musical.

La melodía del carrillón del Ayuntamiento de Cádiz, notas creadas por Falla y que el maestro incluyó en la Danza del juego del amor de El amor brujo, fue la primera pieza en sonar a través del piano de Borrego y de la voz de Palomar, en un dúo que se repitió en la Nana de las Siete canciones españolas, una pieza que sirvió para recordar el débito profesional del compositor a la que fue su niñera, Ana 'La Morilla', aquella mujer que, como siempre recordó Falla, le cantaba desde que estaba en la cuna y en sus primeros años y cuyas melodías, como señaló Daniel Borrego, le dejaron "huella de por vida y están implícitas en su obra".

Ya solo al piano interpretó Daniel Borrego otras dos obras del compositor gaditano: la más que célebre Danza ritual del fuego, que sonó con fuerza y con el acompañamiento de manos y brazos de los escolares al compás que iba marcando David Palomar (como si las llamas subieran y bajaran al ritmo de la música), y la Danza del molinero.

De nuevo dos piezas a dúo, piano y voz, sonaron antes de la traca final: Café Chinitas y Anda jaleo, dos canciones muy populares que sonaron de maravilla desde el escenario y que sirvieron para explicar a los estudiantes la fructífera relación artística entre Manuel de Falla y Federico García Lorca.

Finalmente, ya con Juan Pablo Otero sobre el escenario, sonó de manera colectiva la Canción del fuego fatuo, un momento emocionante en el que piano de Borrego y la voz de Palomar se unieron, bajo la dirección de Otero, a las flautas (muchas), ukeleles (menos), láminas (pocas) y triángulos (varios) que los estudiantes gaditanos tocaron con concentración y disciplina demostrando el empeño que han debido poner en los ensayos realizados por separado en sus centros educativos junto a sus profesores. Un sentido y potente 'Cumpleaños feliz' (Manuel de Falla nació en la plaza de Mina el 23 de noviembre de 1876) sirvió para cerrar el original y oportuno concierto.

Los colegios e institutos participantes en esta iniciativa, según el listado aportado desde el Ayuntamiento, han sido Profesor Tierno Galván, La Inmaculada, Santa Teresa, San Rafael, Columela, Cornelio Balbo, Safa Villoslada, Josefina Pascual, Rafael Alberti, José Celestino Mutis, La Salle Viña, Nuestra Señora del Carmen (Carmelitas), San Felipe Neri y San Vicente de Paúl, a los que se unió el colegio Gadir.

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