Vox lleva al Parlamento andaluz el cambio de nombre del colegio La Inmaculada en Cádiz

El grupo parlamentario de Vox en el Parlamento de Andalucía, a través de los diputados por Cádiz, Manuel Gavira y Jose Ortells, ha registrado una Proposición No de Ley en la que muestra su rechazo al cambio de nombre del colegio La Inmaculada de Cádiz por considerarlo “un acto de desarraigo cultural que desconoce el papel que la tradición y la fe han jugado en el desarrollo histórico de nuestra región”, e insta al gobierno de Moreno Bonilla a mantener tanto este como otros nombres religiosos originarios de los centros educativos andaluces

Recuerda Vox, en una nota de prensa, que tras la propuesta de la dirección del propio centro de cambiar el nombre de La Inmaculada por otro que no contenga “simbología religiosa”, se ha puesto de manifiesto, “tanto en medios de comunicación como entre muchos de los antiguos alumnos, la importancia de preservar los nombres” de los centros educativos, ya que, según Vox, “estos suponen más que una simple designación”.

La propuesta de Vox recoge que, “en muchos casos, los nombres de los centros están cargados de historia, tradición y significado que trascienden generaciones. En particular, aquellos nombres religiosos de los colegios, como lo es el caso del CEIP La Inmaculada, representan un legado cultural, histórico y espiritual profundamente arraigado en nuestra tierra”.

En este sentido el texto prosigue recordando que “los nombres de los colegios no son aleatorios y, en muchas ocasiones, están ligados a los santos, figuras y valores que guiaron la fundación de estas instituciones o a la relación que guardan los colegios y la devoción particular ya existente del barrio, municipio o pueblo en el que se encuentran”. Asimismo, “muchos de los nombres de los centros educativos también hacen alusión al homenaje y culto de las personas y comunidades que trabajaron incansablemente para construir cada una de sus aulas, como lo es el caso del CEIP La Inmaculada de Cádiz”.

Para Vox, cambiar estos nombres puede ser visto como “un acto de desarraigo cultural que desconoce el papel que la tradición y la fe han jugado en el desarrollo histórico de nuestra región”. “Defender los nombres religiosos originales de los centros educativos en Andalucía es proteger una parte esencial de nuestra identidad cultural e histórica. Más que simples etiquetas, estos nombres son puentes entre el pasado y el presente, recordatorios de los valores que nos han formado y una herramienta para transmitir a las nuevas generaciones el respeto por nuestra herencia”.

Por todo ello, Vox muestra su rechazo a la propuesta de cambio de nombre del colegio La Inmaculada de Cádiz e insta a la Junta a “proteger y mantener todos los nombres religiosos originarios de los centros educativos andaluces con la finalidad de “espetar las raíces históricas y culturales que muchos presentan y evitar, de igual modo, cualquier revisionismo histórico que acuda a reinterpretaciones del pasado desde perspectivas actuales”.