Una epidemia a simple vista

Enfoque de Domingo | Las nuevas tecnologías y la salud ocular

El covid, el confinamiento y el teletrabajo ha provocado un aumento en las enfermedades relacionadas con la salud ocular

La doctora María del Mar García Nieto ha realizado un estudio que prueba cómo las nuevas tecnologías afecta a la visión

Una adolescente delante de una tableta electrónica en su habitación.
Una adolescente delante de una tableta electrónica en su habitación. / Julio González

Pandemia, confinamiento, virus, horas y horas delante del ordenador, la tableta, el móvil. La vista sufre, nuestros ojos, los únicos que tenemos para toda la vida, se resienten, se resecan, se desgastan por el mal uso. Es otra epidemia, una que puede verse a simple vista, sin necesidad de microscopios y que está poblando las calles de personas que necesitan usar gafas para su vida diaria.

Ante esta realidad, la doctora María del Mar García Nieto ha realizado un estudio sobre cómo ha afectado a nuestra salud ocular la pandemia coronavírica que ha merecido un premio por parte de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz. Oftalmóloga y epidemióloga, García Nieto tiene una larga trayectoria a sus espaldas que la avalan como una voz autorizada para hablar sobre el estado de salud de nuestros ojos y la mejor forma de protegerlos de los efectos nocivos de agentes externos y de las nuevas tecnologías. Tantas y tantas horas ante pantallas empiezan a pasar factura, y ni siquiera las generaciones más jóvenes se libran de esta nueva epidemia que cada día se cobra miles de nuevos afectados.

Esta semana la doctora García Nieto ha hablado con este medio y ha respondido a algunas de las cuestiones que le hemos planteado, como, por ejemplo, si la revolución digital va a provocarnos a todos trastornos oculares importantes en un corto espacio de tiempo. “El progreso, las grandes competencias entre empresas y el compromiso con el medio ambiente provocaron que en un periodo relativamente corto, se pasara de una época en la que la mayoría de las tareas se realizaban con papel y bolígrafo a la época de la digitalización que se ha visto acelerada por la pandemia y hemos sido actores de una verdadera revolución digital en dos años”. “España –prosigue– se sitúa entre los 10 primeros países de Europa que más usa internet, ocupando la séptima posición. Esta digitalización tiene muchas ventajas pero también muchos inconvenientes. El uso prolongado de las PVD (Pantalla de Visualización de Datos) puede llegar a producir fatiga mental, física y visual, con la consecuente disminución del rendimiento y absentismo laboral. Esto se traduce en distintos tipos de trastornos como pueden ser musculoesqueléticos, auditivos, del sueño y por supuesto visuales tanto en adultos como niños”.

La doctora María del Mar García Nieto, cuyo estudio ha sido premiado por la Real Academica de Medicina de Cádiz.
La doctora María del Mar García Nieto, cuyo estudio ha sido premiado por la Real Academica de Medicina de Cádiz. / Julio González

La pregunta siguiente es obvia. ¿Hay algo que pueda ayudar a mejorar nuestra salud desde el punto de vista oftalmológico? “En mi trabajo de investigación premiado por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz se analiza cada uno de los trastornos oculares más importantes ocasionados por PVD. Entre ellos se encuentran miopía, ojo seco, astenopia, cefaleas e incluso diplopía y se dan algunas soluciones para cada uno de ellos. A nivel laboral, según la encuesta europea de condiciones de trabajo, el 37 % de los trabajadores utiliza dispositivos con pantallas de visualización de datos durante la totalidad de su jornada de trabajo y un 20% lo utiliza al menos durante una cuarta parte de dicha jornada”.

En ese estudio del que habla la doctora incluso se realiza una división entre grupos de trabajadores según su actividad profesional. “Claramente se observa que, paralelamente, se ha incrementado el uso de las PVD en el ámbito privado para la gestión de uso obligatorio (máquinas expendedoras de abonos de transporte, compras y banca on line, etc) y de ocio como para relaciones interpersonales (redes sociales)... Las pautas para contrarrestar el Computer Vision Syndrome son numerosas y podríamos ir analizando cada una de ellas con detenimiento pero esto nos llevaría mucho tiempo que incluso podría ser motivo de otra entrevista”.

Una de las cuestiones que más preocupa a padres y profesionales de la educación es cómo está afectando el excesivo uso de las PVD en los niños, sobre todo tras la irrupción en nuestras vidas del coronavirus. “Estos dos últimos años han sido difíciles para todos. El confinamiento ha producido un agravamiento de muchos tipos de enfermedades: mentales, endocrinas, cardiovasculares y por supuesto oculares. El uso de PVD se ha incrementado mucho más desde esta fecha para todos los grupos de población. Por un lado el teletrabajo y compras on line para los adultos, por otro, el cambio del aula educativa al aula virtual y la imposibilidad de juegos en el exterior en adolescentes y niños y para toda la familia el uso del entretenimiento digital (TV, Tablet, móvil, consolas) que ha sido fundamental y de esta forma los meses iban pasando un poco más rápido”. Considera García Nieto que todo este tiempo acompañados de tanta tecnología “nos ha pasado factura, se han agravado mucho más las patologías visuales no sólo en los adultos, sino también en los niños”.

El 37% de los trabajadores utiliza dispositivos con pantallas en su jornada

En relación a estos últimos hay que decir que el 15% de los niños y niñas españoles usaban estos dispositivos más de 90 minutos al día; durante el confinamiento, ese porcentaje ha subido un 73%.

Las consecuencias más habituales en niños, que vienen favorecidas por el uso de pantallas, son sequedad ocular, mayor riesgo de miopía y cefaleas por fatiga ocular”.

Cuenta que en reposo el ojo está enfocado para ver de lejos y a una distancia media. “Mantener el enfoque en un objeto que se encuentra a una distancia corta supone un esfuerzo adicional que se debe sostener durante un tiempo determinado. No podemos olvidar que el ojo del niño está en continuo desarrollo”.

Explica la doctora que las recomendaciones de la AAP (Academia Americana de Pediatría) indican que para los lactantes (menores de un año) no se recomienda que pasen tiempo frente a pantallas. Y para los niños de 1 a 4 años, la exposición no debe exceder de una hora diaria; aclarando que cuanto menos, mejor. “De ahí en adelante, más de tres horas al día se considera excesivo. Aunque parezca contradictorio, en algunas ocasiones las PVD, concretamente los videojuegos los utilizamos los oftalmólogos en el tratamiento y la terapia visual para corregir patologías como el estrabismo y ambliopía (ojo vago), entre otros. Este hecho lo comenté hace varios años en la defensa de mi tesis doctoral que versó sobre ambliopía y cuyo título es Sensibilidad luminosa diferencia en ambliopía”.

En el estudio de la doctora García Nieto se dice que la fatiga producida por el estrés visual también puede afectar al sueño. ¿De qué modo? “Como he comentado antes, el uso prolongado de dispositivos digitales produce distintos tipos de trastornos y uno de ellos es el del sueño. La luz azul emitida por las pantallas electrónicas envían una señal errónea de luz solar a la glándula pineal inhibiendo así la liberación de melatonina (hormona del sueño) provocando el insomnio. En contraposición, cuando no llega luz azul a la retina, nuestro organismo secreta melatonina, facilitando la somnolencia. En el estudio realizado se observa que un tanto por ciento muy elevado de personas se acuestan por la noche acompañados de un dispositivo y antes de dormir hacen uso de él, esto da lugar a insomnio y a sueños agitados o pesadillas con la consecuente dificultad para levantase por las mañanas”.

Y una cuestión muy importante a tratar por los expertos es cómo puede afectar el coronavirus a nuestros ojos. “Durante mi trabajo como epidemióloga durante estos dos años de pandemia –comenta García Nieto–, me ha llamado la atención al ser yo también oftalmóloga, que una de las primeras manifestaciones que presentaban los pacientes durante la infección por SARS-CoV-2 fueron las oculares, sobre todo con las tres primeras olas. Estos pacientes presentaban una conjuntivitis folicular asimétrica de tipo leve/moderada. Este hecho por tanto nos ponía en antecedente para hacer un seguimiento más estrecho del paciente y podernos anticipar a una futura neumonía por coronavirus”.

España está entre los diez países de Europa que más utiliza internet y eso lo sufren los ojos

Continúa explicando que “este virus coloniza los tejidos oculares y perioculares, trasmitiéndose por la lágrima y conjuntiva, por eso era tan importante en aquel momento y lo sigue siendo ahora el uso de una correcta higiene de manos ya sea con agua y jabón o con gel hidroalcohólico. Este punto es de especial importancia en portadores de lentillas. Si el uso de lentillas fuera imprescindible, sería aconsejable usar lentillas desechables diarias, ya que disminuyen la probabilidad de tocarse los ojos al ser más cómodas y producir menos molestias. Los usuarios de gafas también deben tener una higiene adecuada limpiando las gafas con agua y jabón sin utilizar productos corrosivos que puedan dañar el tratamiento de las lentes”.

Todas estas circunstancias hacen que cada vez podamos ver a más pequeños con gafas. “Así es. El uso de TIC no sólo se exige a los padres, a los niños también. Desde los 3 años, los niños entran en contacto en las aulas con pizarras digitales, tablets, ordenadores, etc. El problema reside en el aumento del tiempo que estos niños permanecen en espacios interiores realizando actividades que implican una visión de cerca. Esta situación está provocando que un mayor número de niños padezcan miopía. El aumento del tiempo de juegos en el exterior puede reducir este riesgo.

En los últimos tiempos también estamos asistiendo a un aumento de las intervenciones oftalmológicas con técnicas novedosas, como el láser. Preguntamos a la doctora García Nieto su opinión al respecto. “Hay mucha desinformación. Hay muchos tipos de patologías oculares y muchos tipos de cirugías. No todo se resuelve con láser. Antes de realizar cualquier tipo de intervención hay que realizar un estudio exhaustivo del paciente y en virtud de ese estudio recomendar o no la cirugía y en el caso de que esté indicada, informar de la cirugía que sea más apta para ese ojo y para la edad del paciente. En algunas ocasiones puede no ser el momento ideal para corregir defectos de refracción. Mucha gente piensa que los oftalmólogos lo resolvemos todo con un láser y no es así, ojalá fuera tan sencillo. Sólo en algunas cirugías se utiliza láser y en las que se utiliza láser, ese sólo sería uno de los pasos de la intervención”, dice.

Con todos estos elementos no queda más que preguntar si nuestra salud visual está en peligro por culpa de las nuevas tecnologías. “No nos queda más remedio que adaptarnos a esta nueva era digital y sobre todo a la velocidad a la que están apareciendo los nuevos avances tecnológicos, pero como ya he explicado, sí tenemos formas de contrarrestar estos efectos negativos para nuestro organismo. Para una máquina siempre existe un patrón definido. En cambio, nuestro cerebro evoluciona a lo largo de la vida, la experiencia de cada individuo lo hace madurar, adaptándose al medio. Debemos aprender a utilizar los propios dispositivos digitales a nuestro favor. Actualmente contamos con numerosas apps que nos ayudan a contrarrestar estos efectos negativos que nos producen los propios dispositivos”, manifestó.

Por último, preguntamos qué le ha supuesto recibir un premio por su investigación de oftalmología por parte de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz. “Es un honor y un orgullo para mí haber recibido este premio y haber sido nombrada académica, ya que es algo por lo que llevo luchando muchos años y estoy muy agradecida a la Real Academia de Medicina y Cirugía por su apoyo a la investigación. De todos es sabido que la investigación está poco o nada remunerada, por lo que a los investigadores nos anima, nos alienta y nos motiva a continuar investigando este tipo de reconocimientos ya que invertimos mucho tiempo y esfuerzo en nuestros trabajos. Este logro hubiese sido imposible de conseguir sin la ayuda de mis padres y hermana, quienes me han apoyado durante toda mi vida”.

La relación entre mala visión y fracaso escolar

La relación entre el fracaso escolar y los problemas de visión está de sobra comprobada merced a diferentes estudios que llevan años alertando de la necesidad de realizar exámenes periódicos a los niños. Hay que tener en cuenta que los escolares se enfrentan a cantidad de estímulos visuales a diario: lectura, estudios, deportes, videojuegos... La crisis sanitaria provocada por el coronavirus no hizo sino aumentar el uso de pantallas, algo que, como ya se ha explicado en el artículo principal, no favorece la salud visual, no solo de los niños, sino también de los adultos.

Los expertos advierten que no se debe esperar a que los niños comiencen a mostrar síntomas de problemas visuales, sino que los padres deben adelantarse, prevenir y no empeorar el diagnóstico, puesto que muchos de estos problemas tienen una buena evolución si se tratan en el momento adecuado.

En buena parte de los casos es necesaria una evaluación y tratamiento por parte de un óptico-optometrista, ya que las dificultades visuales pueden traducirse en una falta de atención o en una bajada de notas que no son consecuencia de la pereza de los niños, sino de algún tipo de alteración visual no detectado que puede impedirles seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones en la pizarra, leer y estudiar con fluidez, lo que supone un importante obstáculo para su aprendizaje. Por eso, hay que prevenir.

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