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Cádiz/La Coral de la Universidad de Cádiz regresa hoy al Gran Teatro Falla para recuperar una de las obras que no pudo ofrecer cuando la pandemia cortó de raíz la vida del mundo. Fue en 2020 cuando en la programación del coliseo gaditano se encontraba la actuación de la coral con ‘Las siete palabras de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz’, la pieza que el compositor austriaco Joseph Haydn creó para la Santa Cueva de Cádiz. La agrupación universitaria recupera hoy aquel proyecto, apenas unos meses después de protagonizar el concierto de Navidad en el mismo escenario, y añade a la obra de Haydn la interpretación de la ‘Sinfonía número 7’, la inacabada, de Schubert.
Juan Manuel Pérez Madueño, director de la coral, explica las líneas generales del concierto: “De nuevo se hace una propuesta con la aportación multidisciplinar de dos grandes artistas del ámbito escénico: Marcos Serna y Miguel Cubero. La intención es la de construir una obra más allá de la fotografía escénica que supone normalmente un concierto de música clásica. En este caso, la incorporación de un actor traslada la obra a un espacio imaginario conceptualmente cercano al original de la obra. El cuarteto solista está compuesto por cantantes de reconocida calidad, con continuas participaciones en los grandes escenarios líricos del país”.
Desde el punto de vista musical, Madueño habla del programa: “Ambas obras poseen bastantes lazos de comunicación, presentando una antítesis continua entre el drama y la esperanza. Schubert construye su inacabada sobre presagios personales, intentado recurrir al pasado como consuelo ante ese pesar. Se desconoce el motivo por el cual la sinfonía está incompleta, pero lo cierto es que en dicha circunstancia podemos encontrar ciertos elementos de cohesión en cuanto a su planteamiento; una especie de simetría argumental entre los dos movimientos existentes que nos provocan irremediablemente la idea de pensar en ella sin necesidad de recurrir a las partes faltantes para encontrarle un sentido”.
‘Las Siete Palabras’, una obra “emblemática” para Cádiz, y que, como señala el director de la coral, “no se interpreta bajo este formato desde el Festival de Música Española de Cádiz de 2013”, se trata también de una pieza atípica: “La versión vocal se construye sobre la base de la versión instrumental, por lo que no podemos interpretar una retórica musical en base a un texto, sino justamente lo contrario. La antítesis entre bondad y maldad planea durante toda la obra, convirtiendo a las voces en una ampliación tímbrica de las texturas originarias en la primera versión que se muestran a través de recursos exclusivamente instrumentales”.
Para Pérez Madueño, es de importante destacar, cuando se habla de sus proyectos concertísticos, “el respaldo institucional de la Universidad y los patrocinadores, que vienen apoyando todas y cada una de nuestras propuestas desde hace ya varios años. Igual de importante que lo anterior es el apoyo que el público nos muestra llenando el teatro en cada una de los programas que proponemos. Es la combinación de estos dos apoyos esenciales los que nos permiten seguir desarrollando y perfeccionando un proyecto que aúna lo musical y lo social, democratizando la música clásica y convirtiéndola en una herramienta de expresión al alcance de todos”.
“El covid –explica además Madueño– nos da el respiro necesario para que podamos realizar todas las actuaciones paralelas al propio concierto: ensayos didácticos y ensayo general en abierto para diversos colectivos sociales. El trasfondo formativo siempre pretendemos que esté presente en nuestros programas”.
Son proyectos, en general, que tratan de ir más allá de la interpretación sobre el escenario de las obras escogidas para cada concierto, pues la Coral de la UCA pretende ir siempre un poco más allá: “Como piedra angular de nuestro ideario, queremos reivindicar y expresar nuestra intención de servirnos de la música como medio vivencial; no solo para conocerla y apreciarla, si no para manejarla como haría cualquier intérprete. Solo así se entiende la verdadera genialidad que encierran estas grandes obras; solo así pueden llegar a convertirse, en nuestra mente, en las verdaderas imágenes que sus compositores trazaron en cada compás de ellas”.
Además, en los últimos años es habitual que la Coral de la Universidad de Cádiz se haga acompañar en sus conciertos de la orquesta jerezana Álvarez Beigbeder, igual que, como se recuerda en el dossier de este espectáculos, el grupo ha actuado junto a otros artistas: “En el espacio escénico del Gran Teatro Falla hemos podido disfrutar junto a la propia Coral a artistas de la talla de David Palomar o Jesús Bienvenido. Entre el elenco de cantantes que han puesto a nuestra disposición su voz podemos destacar grandes nombres de la lírica nacional como Javier Galán, José Julián Frontal, Pablo López, Lucía Millán, María Ogueta, Carmen Jiménez, Andrés Merino o David Lagares. De igual manera hemos tenido la oportunidad de contar con grandes personalidades del violín o piano, como las violinistas Claudia y Lara Sansón o la joven promesa del piano español como es Carla Román”.
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