Luis García Montero recuerda la "ilusión" de Almudena Grandes al saber que sería Honoris Causa por Cádiz

El nombre de Almudena Grandes comparte ya suerte universitaria con los de Rafael Alberti, Caballero Bonald y Fernando Quiñones, tres de los escritores que fueron nombrados en su día doctores Honoris Causa por la Universidad de Cádiz (UCA), una nómina a la que se unió ayer la autora madrileña, fallecida en noviembre del pasado año y enormemente vinculada a Cádiz y su provincia, sobre todo a Rota, en una afinidad que sobrevoló de manera permanente en el acto celebrado en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras, que fue presidido por el rector de la UCA, Francisco Piniella.

La escritora supo de la intención de la Universidad de Cádiz, de su candidatura, antes de su muerte, aunque el nombramiento oficial se produjo apenas unas semanas después de su fallecimiento. El poeta Luis García Montero recordó ayer en declaraciones a este periódico ese hecho: “Para Almudena y para mí, Cádiz es el territorio de la alegría; nuestra vida en común está muy relacionada con Cádiz, por lo que estoy muy agradecido por este reconocimiento. A ella, cuando se lo propusieron, le hizo mucha ilusión; no ha podido estar presente pero para todos los que la queremos este reconocimiento ha sido un acto muy significativo”.

“La vida está llena de significados –continuó García Montero–. Para mí, Cádiz tiene mucho que ver con mi identidad. o empecé a venir en los años 80, por mi relación con Felipe Benítez Reyes y con Rafael Alberti; hay recuerdos que tienen más de 40 años. Cuando empezamos a vivir juntos Almudena y yo, decidimos vivir en Rota al calor de Felipe Benítez Reyes. Alquilamos casa, después nos compramos una casa, y han sido 30 años de compartir la vida de la Bahía de Cádiz que la sentimos como nuestra, de manera que estoy muy emocionado”.

En ausencia de Almudena Grandes, tomó la palabra el escritor y periodista Juan José Téllez, que ofreció un emocionado y emocionante texto hilvanando las palabras que la propia escritora dedicó a Cádiz y su provincia en vida, ya fuera en sus entrevistas, discursos oficiales o artículos periodísticos. Fue, en definitiva, como estar escuchando directamente a Almudena Grandes hablando de Cádiz, de sus vientos y de sus gentes, lo que siempre es un lujo.

“¿Cómo podría explicar en pocas palabras lo que me ha dado Cádiz? La luz de todos los veranos, una experiencia propia y distinta del paso del tiempo, un ingrediente fundamental en mi concepto de la felicidad, una puerta abierta hacia un estado de gracia, una finura, una genialidad, una suma de virtudes vitales de placeres estéticos que no me corresponderían por nacimiento y que, sin embargo, me pertenecen desde que Cádiz me acogió desde que empezó a mimarme, a quererme tanto o más de lo que la quiero yo”, dijo por ejemplo Téllez leyendo a la escritora.

El vicerrector de Cultura de la UCA, José María Pérez Monguió, fue el encargado de pronunciar la laudatio de la nueva doctora honoris causa, un recorrido por su vida personal y literaria y un paseo también por toda su producción literaria y, por tanto, por su permanente compromiso social y humano.

El acto contó con la intervención de la Coral de la Universidad de Cádiz, que interpretó varias piezas al principio y el final, entre ellas el Himno de Andalucía con el que concluyó el homenaje.