Análisis

manuel amaya zulueta

Europa juega al fútbol; España, ya menos

No puedo hablar de algo, a la larga, frívolo, como resulta ser nuestro amado análgesico pedestre, léase furbo, sin darle altavocía a dos cosillas con las que me he desayunado. Y son: Una, el muchachito ése que codicia gobernar a los vascos montando el jaco arisco de lo que llaman Bildu, sí, uno con planta de seminarista enfermo del pecho, afirma sin enrojecer de vergüenza que ETA no fue nunca un grupo terrorista, sino “solamente” un grupo armado. Menos mal; porque si hubiera sido una pandilla terrorista habría quemado el Escorial, el Prado y desnucado a muchos más de los casi mil que se cargó benévolamente la peña. Mil que son diez mil sufrimientos de los grandes. Hablo de hijos, hermanos, esposas padres, abuelos, familiares y amistades de toda índole.

Y dos: sale un tipo joven, con esa barba abotijada y generosa hoy de moda, habla español casi bien, tatuado, faltaría plus, lo cual cuesta dinero, claro, corpulento, o sea, sería un buen obrero de la construcción, for example… Esta monería viviente se queja de que la casa de la octogenaria que ha ocupado impunemente en Lavapiés, aprovechando que la anciana estaba hospitalizada, tiene polvo y no está demasiado limpia. Vamos, que vaya cómo me ha dejado la señora el pisito. Afirma solemnemente que conoce la ley y que vive allí porque no tiene casa y que en algún sitio tiene que dejar reposar la anatomía. El pobre. ¿Cuándo, los que gobiernan/no gobiernan, legislarán sobre el corrosivo tema de la ocupación? Están en otras cosas, pensando en el bien de la Patria, sin duda.

Nos quedamos casi sin semifinales, chicos. El Aleti de mi amicísimo Enrique volvió a agotarse en el minuto 70, como hace una semana. Oblí Oblá, ya no te quiero ver más. Savic está para jugar en Cortadura. La defensa rocosa de Godín and company es pura nostalgia. Recuérdese cómo el Glorioso se puso 0-2 en el Metropolitano esta temporada, con lo que le cuesta meter un gol. Coque se arrastra por el medio campo, solo para poder contener cualquier ataque más o menos importante de cualquiera. Morata ha vuelto a ponerse en modo Maxi Gómez, Griezman es un buen pelotero, mas él solo no puede ganar todos los partidos.

En cuanto al Barsótida, goleada. Sin Araújo, y con un equipazo delante, es lo normal. Me voy a referir a algo que el seguidor de esta columna recordará por haberlo dejado dicho otrora. Estoy radicalmente en contra de las expulsiones. Oímos hablar mucho de la adulteración de la competición; pero nadie proclama que la mayor adulteración e injusticia es jugar con uno menos. Desnivela monstruosamente la balanza. Viendo el Werther de Massenet en el Metropolitan Opera House de Nueva York pensé en qué ocurriría con el espectáculo si expulsaran al tenor. El fútbol es, por encima de todo, un espectáculo. Como la ópera. Y la gente paga por verlo completo, no desorejado. Y si alguien debe ser expulsado, que sea sustituido por otro. Pero siempre iguales fuerzas, once contra once. Es brutal la diferencia. E injusta. No lo digo por la eliminación de un equipo de España, no, sino en general y para todos los casos. Y a pensarlo, que ya está bien de vidorra de pm en repúblicas caribeñas.

Finalmente ha quedado el Real. Hay cosas que sólo le pasan al Real. 120 minutos con todo el City dentro o por los aledaños del área de penalty y sólo recibir un gol, es obra de Dios. Definitivamente, Dios es del Madrid. Túnica blanca, barba blanca, siguiendo el tópico al uso de la iconografía de la pintura europea. Por favor, es una broma sin mala cuajada, todo lo contrario. Defender, defenderse es también una forma, aunque menos vistosa y alegre, de entender el deporte en general. Y tiene meritazo, ya digo, mantener a Lunin casi incólume, tanto tiempo. Lunin, que fue el mejor del partido, sans doute, que diría Macron, me da la razón en algo en lo que creo firmemente: Nadie sabe nada de fútbol. Verbigracia, el alto guarda palos del Madrid, el héroe del Etihad Stadium. Cuando se lesiona el gran Courtois, Flor tiembla, y con razón, qué hacemos, y se acuerda de un portero que siempre fue uno de sus predilectos: Quepa Arrizabalaga, lo ficha ipso facto, parece tener poca confianza en Lunin, está claro. Pasan las semanas y hoy Lunin está a la altura de Courtois (o Cortés, en español). Un ejemplo entre miles.

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