20 años de la recalificación de los suelos de FSC en San Fernando: el gran desarrollo que proyecta la construcción de 850 viviendas
El que fuera uno de los grandes suelos industriales del municipio, con más de 130.000 metros cuadrados, se convirtió en uno de los mayores proyectos residenciales previstos en la localidad, que todavía se espera
Y Sogescar encara su disolución después de casi 25 años sin construir las 850 viviendas de FSC

San Fernando/Fue la última gran recalificación de suelo que se aprobó en San Fernando. Los 132.614 metros cuadrados que ocupaba la malograda Fábrica de San Carlos cambiaron de uso para facilitar un desarrollo residencial que todavía hoy no se ha conseguido llevar a cabo y que contempla la construcción de 850 viviviendas, de las que al menos 259 tendrán que ser protegidas. De la operación, que supuso el cambio de uso de los suelos, se cumple ahora la friolera de 20 años.
El Pleno del Ayuntamiento de San Fernando dio definitivamente su visto bueno a esta recalificación en enero 2005 después de que se hubiese llevado casi un año y medio paralizada. PP y PSOE habían conseguido frenar la operación con su rechazo a perder esta bolsa de suelo industrial en una ciudad que, precisamente, no andaba sobrada -ni entonces ni ahora- de metros cuadrados destinados a este uso.
Aquello fue en octubre de 2003. La intención -que era buena- era frenar la operación urbanística para buscar una salida que permitiera mantener el uso industrial de estos terrenos. Es decir, dar con una o varias empresas que optaran por asentarse en los terrenos que durante décadas había ocupado la histórica Fábrica de San Carlos, que junto a la Bazán (hoy Navantia) habían sido los dos grandes pilares de la industria en la localidad y habían dado trabajo a miles de isleños.
El tiempo, sin embargo, había pasado sin que se materializara esa alternativa. Y el incumplimiento del convenio firmado en 2001 con Sogescar, la sociedad mixta participada por la Empresa Municipal de Suelo (Esisa), Unicaja (inmobiliaria Acipino) y la constructora Sando para afrontar el desarrollo de estos suelos -en una compleja operación urbanística que se había ligado a la liquidación de la antigua Constructora Naval y al pago de las indemnizaciones a los últimos 180 trabajadores de la extinta factoría- había llegado ya al TSJA en forma de contencioso. Así que el tiempo jugaba en contra y no quedó más remedio que dar luz verde a la recalificación de estos suelos si no se quería hacer frente a una indemnización millonaria.
A cambio, se acordó compensar la pérdida de suelo industrial en FSC con la ampliación de zonas con este uso en la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El desarrollo residencial, sin embargo, tropezaría años después con la crisis del ladrillo, entre otros muchos inconvenientes, y todavía no se ha conseguido materializar. La operación, diseñada en otro contexto y para otros tiempos, terminaría por irse al traste, aunque no el desarrollo planteado. De ahí que ahora se aboge por la disolución de Sogescar.
En estos suelos de FSC, que se extienden entre La Casería y la Población Naval de San Carlos está prevista desde hace años la construcción de 850 viviendas en edificios de seis y ocho plantas repartidos en 9 parcelas diferentes. De ellas, un mínimo de 259, distribuidas en tres de esas parcelas, deben ser protegidas.
Se calcula que este desarrollo –que junto al de la Huerta de la Compañía (Camposoto), es uno de los más potentes previstos en San Fernando a pesar del tiempo que se lleva esperando– supone la construcción de nueva vivienda para 2.040 habitantes.
Hay además una parcela de uso terciario dotada de 3.941,04 metros cuadrados que tiene calificación hotelera y que contempla la construcción de un establecimiento de hasta 8 plantas de altura (más baja).
La disolución de Sogescar
Pero, a pesar de esta excesiva y larga espera, entre 2022 y 2023 se consiguieron importantes avances que despejaron el camino para ese desarrollo urbanístico con la aprobación definitiva del proyecto de urbanización de los suelos, que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia apenas unos días antes de las últimas elecciones municipales.
Y en 2024, el Ayuntamiento de San Fernando anunció sus planes para afrontar la disolución de Sogescar una vez que se había completado la tramitación de todos los instrumentos urbanísticos previos a la puesta en marcha de las obras. Eso supondrá que cada uno de los miembros de la sociedad desarrollará por su cuenta los suelos que les corresponda.
En el pleno del pasado mes de octubre se dio ya un paso decisivo al aprobarse una modificación de crédito de los presupuestos de 2024 que permitirá destinar a Hemsa (anteriormente Esisa) un total de 1.880.000 euros para poder hacer frente a la parte que le corresponde en ese proceso de liquidación de Sogescar, que lógicamente implica el pago de una deuda que al año ha supuesto al Consistorio isleño hasta 125.000 euros "solo en intereses, sin amortizar nada", como apuntó en aquella sesión el delegado de Desarrollo Económico, Conrado Rodríguez.
El Ayuntamiento –y la empresa municipal– quieren evidentemente recibir libre de cargas los suelos que le toca desarrollar de los terrenos de FSC para tener "autonomía" a la hora de intervenir en el futuro.
Porque también hay ya acuerdo sobre eso, sobre la parte que a cada uno de los integrantes de Sogescar le corresponderá una vez que se afronte la disolución de esta sociedad mixta gestada hace prácticamente un cuarto de siglo. Concretamente, Hemsa recibirá 7.500 metros cuadrados de suelo, lo que supone "un techo de 21.300 metros cuadrados para la construcción de viviendas, protegidas en su mayor parte", según explicó el edil Conrado Rodríguez en dicho pleno.
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