Amede realiza 21 identificaciones presuntivas de los represaliados exhumados en el cementerio de San Fernando
La entidad recomienda a los familiares que confirmen ahora la coincidencia con pruebas de ADN en los laboratorios privados
Identificada la sexta víctima de la represión en San Fernando: una medalla de la Virgen del Carmen dio la pista de su identidad
Emoción en la capilla ardiente del alcalde Cayetano Roldán y el concejal Eladio Barbacil
San Fernando/La Asociación para la Recuperación de la Memoria Democrática (Amede) de San Fernando ha identificado a 21 represaliados exhumados de la fosa común del cementerio municipal. Se trata de lo que se denomina "identificación presuntiva" tras el cruce de la información histórico documental con los datos del trabajo arqueológico y antropológico, los objetivos personales y la información facilitada por las familias en las entrevistas realizadas en su momento. "A partir de los indicios, del cruce de toda la información, y con una probabilidad alta”, precisa el arqueólogo Jorge Cepillo, responsables de las excavaciones y exhumaciones en el camposanto isleño. A sus familias se les recomienda ahora "corroborar o refutarla con análisis de ADN", según el estudio que firma con el antropólogo social Javier Pérez Guirao.
Estas personas seguirían el mismo camino realizado por la familia del alcalde republicano Cayetano Roldán que tras una identificación presuntiva remitieron las muestras a un laboratorio de Madrid, concretamente Labgenetics, que confirmó al 99,99% la identidad del sujeto. La misma suerte corrió Emilio José Ordaz Martínez.
"Estas identificaciones que hemos hecho están pendientes de confirmar por laboratorio", insiste Cepillo. Amede ya está en contacto con las familias para entregar las muestras a este laboratorio privado. Tras las exhumaciones se remitieron los restos y las muestras de las familias recogidas por la entidad a los laboratorios del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada con la que el Comisionado para la Concordia de la Junta de Andalucía tiene un convenio de colaboración. Sin embargo, de las 147 víctimas recuperadas de las fosas comunes solo obtuvieron resultados positivos cinco. La entidad ha insistido en distintas ocasiones en que el uso de huesos largos, el procedimiento seguido por este laboratorio, disminuye las posibilidades de resultados frente a la utilización de dientes que acumulan más ADN.
En ese contexto Amede presenta este estudio sobre identificaciones presuntivas con los ejemplos mencionados de Cayetano Roldán y Emilio José Ordaz, los sujetos 70 y 53 en su momento, de los que el cruce de datos permitió fijar su identificación presuntiva, posteriormente confirmada.
Ese trabajo de organizar, comparar, relacionar e incorporar las nuevas identificaciones positivas (a través de las pruebas genéticas) se ve reforzado por la información histórico documental disponible y que tiene como base. Fundamental resulta saber el número de personas enterradas en el cementerio municipal de San Fernando o al menos en la ciudad (hasta 163 de las 229 desaparecidas) y la organización de los fusilamientos en sacas, con nombres y apellidos de las víctimas y en gran parte de los casos la edad. Los expertos establecen con todo eso hasta 8 grupos de edad a los que asignan los sujetos exhumados, analizan la posición en las fosas dependiendo de las sacas (día, mes, año), contemplan los objetos personales y los datos sobre el perfil de vida o las circunstancias de enterramiento que pudieron aportar las familias. Tras sumar los positivos de ADN desarrollan una secuencia cronotemporal y asignan nombres al número del sujeto exhumado con hasta cuatro probabilidades (inexistente, baja, media y alta).
Los datos disponibles han permitido que los profesionales establezcan hipótesis de trabajo sobre la fecha de las fosas y a partir de los nombres relacionados en cada saca considerar coincidencias por edad. Incluso han contribuido a las identificaciones presuntivas la descripción de la posición de los enterramientos en algunos casos. En otros, no se ha llegado a una probabilidad alta al tratarse de fosas de las que no se han podido sacar todas las víctimas halladas o no se han excavado al completo por tener que respetar el perímetro de seguridad ante la cercanía de manzanas de nichos.
El estudio de Cepillo y Pérez Guirao aporta detalles de cada fosa en las que se produjeron exhumaciones. En la fosa 1 se identificó por ADN a Juan Valverde Colón, pero al no estar excavada al completo la dificultad por realizar una correlación de los datos obtenidos con víctimas de 1936 (año en que fusilaron a esta persona) ha impedido aportar identificaciones presuntivas. Sí se han realizado de la fosa 2 (datada de agosto de 1936). De ella se exhumaron los restos de 33 represaliados y se identifica a Francisco Javier Biondi Onrubia, Virgilio Pérez Pérez, Manuel de Sancha Morales y Antonio García Molés.
De la fosa 5 se recuperaron 67 víctimas. Cuatro fueron identificadas por el ADN en Granada y otras dos posteriormente en Madrid. A ellos se suma ahora de manera presuntiva Santiago Martínez Prego, Enrique Fernández García, Aquilino Pombo Ríos, Manuel Martínez Moreno, Antonio Oliva Caro, Cristóbal Periñán Cárdenas, Agustín Rodríguez Nieto, Juan Galvín García y Juan Antonio Rodríguez Benítez.
De la fosa 7 de la que se sacaron restos de dos personas se identifica a ambas: Alberto García Martínez –el cabo fogonero del Almirante Valdés natural de Cartagena que portaba dos anillos grabados con su nombre y con el de su esposa– y Felipe Franco Lavado.
Finalmente, en la fosa 8 se localizan según las identificaciones presuntivas los conocidos como los "seis de Grazalema", vecinos de esta localidad serrana que ingresaron en prisión en San Fernando en 1937 y un año después fueron fusilados. De ellos constaba en qué zona del cementerio y en que posición habían sido enterrados. Son Ramón Vega Román, Pedro Rincón Román, Julián Álvarez Calle, Juan Gómez Pérez, Francisco Palacios Tornay y Diego Román Palma.
"Ahora estamos en el proceso de hablar con el laboratorio privado para saber qué tipo de muestra requiere de las víctimas, que serán cuatro piezas dentales, y de las familias. Si interesa una muestra de la línea materna o paterna, mejor si es un familiar lo más cercano a la víctima", detalla Jorge Cepillo.
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