El Ayuntamiento recupera su reloj

Tras unos 15 años parado, el gran reloj de la fachada principal del Consistorio vuelve a ponerse en marcha

El relojero Francisco José García es el responsable de la intervención

El relojero Francisco José García Hurtado (La Casa del Reloj), ante la fachada del Ayuntamiento. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

24 de marzo 2019 - 05:00

San Fernando/Lo de ser relojero le viene a este gaditano de familia. "Desde luego es algo que te tiene que gustar", apunta Francisco José García Hurtado. A él le encantaba el oficio desde pequeño. Y, por lo que cuenta, siempre tuvo bastante claro qué quería ser. Aprendió en el taller de un primo de su padre.

Hace ocho años desembarcó en La Isla y abrió su propio negocio en la calle Rosario: La Casa del Relojero. Se encarga, entre otros menesteres, del mantenimiento de los relojes del Observatorio de Marina, una faena que requiere –resulta evidente– de gran precisión a la hora de trabajar. "También de los relojes que llegan a estas instalaciones de los barcos de la Armada y hay que ponerlos a punto", explica.

Conoce bien el oficio y disfruta con él. Por eso no fue extraño que la adjudicataria de las obras de rehabilitación del Ayuntamiento le confiara la puesta en marcha del gran reloj que preside la fachada del Ayuntamiento, que se ha completado esta semana ahora que la intervención se acerca ya a su final.

No se sabe con certeza en qué momento dejó de funcionar, pero cuando el Consistorio fue desalojado en el verano de 2006 el reloj llevaba ya varios años parado. Puede que se haya llevado unos 15 años sin andar. Hasta que esta semana al fin se ha vuelto a poner en marcha. Los trabajos han tenido lo suyo, reconoce Francisco. Han tenido que lidiar con el fuerte viento de Levante allí arriba –en la planta más alta del Ayuntamiento– para desmontar la esfera y volverla a montar. Esta parte del trabajo se ha hecho en solo un día. Ahora se están haciendo pruebas y simulaciones para comprobar su correcto funcionamiento. Pero, eso sí, ya está en macha de nuevo. Anda otra vez.

El relojero Francisco José García, con la esfera retirada de la fachada del Ayuntamiento. / D.C.

En todo caso, tiene más bien un valor simbólico y sentimental para los isleños. El gran reloj que se emplaza en el centro de la ciudad forma parte inequívoca del paisaje urbano y eso cuenta mucho, qué duda cabe. Pero no es una pieza histórica, ni mucho menos. Nada de maquinarias antiguas y de cuerda. El reloj que había no tendría más de 30 años. De hecho, la maquinaria que se ha puesto es totalmente nueva.

"Ha sido imposible recuperar la que había", explica este experto . Al principio ni siquiera aparecía la unidad de control. Y cuando se encontró, se vio que no respondía. Eso sí, se ha respetado la esfera y todo el aspecto exterior del reloj –incluida la firma de la casa anterior, de Valencia– que estaba en muy mal estado. También se ha reforzado la estructura en la que va encajada la esfera para facilitar su extracción a la hora de afrontar su mantenimiento. "Es un reloj bastante preciso", afirma Francisco José García.

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