Fernando Mósig devuelve a San Fernando el 'El legado de un genovés': la historia de la hermandad del Santo Entierro

La obra se adentra también en la controvertida figura del padre Santiago Parodi, fundador de la cofradía y de la ya desaparecida capilla de la Salud

Entre los datos inéditos, la investigación de este historiador isleño aporta un plano con la ubicación exacta del templo

"La Semana Santa del presente me hace reencontrarme siempre con las del pasado"

El historiador isleño Fernando Mósig junto al hermano mayor de la hermandad del Santo Entierro, José Manuel Anelo, en la presentación del libro 'El legado de un genovés', en San Fernando.
El historiador isleño Fernando Mósig junto al hermano mayor de la hermandad del Santo Entierro, José Manuel Anelo, en la presentación del libro 'El legado de un genovés', en San Fernando. / Archivo De La Hermandad Del Santo Entierro (José Luis Cardoso Macías)
Arturo Rivera Barrera

01 de junio 2024 - 06:00

San Fernando/San Fernando vuelve a estar en deuda con Fernando Mósig Pérez por haberle devuelto un capítulo de su esplendorosa historia en forma de libro. Esta vez, de la hermandad del Santo Entierro. Aunque la obra -producto de la exhaustiva investigación del historiador isleño- va en realidad más allá para abordar la figura del controvertido y astuto sacerdote genovés Santiago Parodi, cuya vida y obra -por lo que se sabe- podría dar para una serie.

El legado de un genovés es, de hecho, el título que Mósig ha dado a esta publicación que la hermandad del Viernes Santo presentó la semana pasada y que ha sido editado por el servicio de publicaciones de la Diputación Provincial de Cádiz. Y no podía haber elegido mejor título el autor puesto que ese legado que dejó para La Isla el religioso que fundó la hermandad y la ya desaparecida capilla de la Salud no es otro que la propia cofradía del Santísimo Cristo Yacente.

Los orígenes de la publicación se remontan a la celebración del 225 aniversario fundacional de la hermandad, que se clausuró en 2020. Aunque hasta ahora -por diversas vicisitudes- la obra no ha visto la luz, su edición se concibió dentro del programa de actos conmemorativo de aquella efemérides. Y bien está lo que bien acaba porque la prolija investigación de Mósig en torno al padre Parodi y a la hermandad del Santo Entierro ha aportado datos inéditos acerca del devenir de la querida corporación nazarena. Valga un ejemplo: un plano de la ya desaparecida capilla de la Salud donde estuvo en sus orígenes la hermandad -tenía incluso los terrenos colindantes- y en el que se detalla su ubicación exacta, en la confluencia de las calles Real y Luis Milena (lo que hoy se conoce como Las Palmeras).

Allí estuvo la corporación hasta que se mudó a la iglesia del Carmen en 1830. Porque la cofradía -apunta Mósig- a pesar de su empuje inicial sufrió a principios del XIX un largo periodo de inactividad, declive que se superó a partir del traslado. Lo mismo ocurrió luego en el siglo XX, si bien tras la Guerra Civil cobra un nuevo impulso y asume ese papel de 'procesión oficial', con la representación de autoridades civiles y militares, que llega hasta nuestros días.

Fernando Mósig, de hecho, habla de "un legado de fe, de historia, de arte y de documentación" al referirse a esa herencia del sacerdote genovés. Y así cita, por ejemplo, a un Marcelo Spínola -abuelo del beato cardenal isleño- que fue hermano mayor de la cofradía justo en sus primeros años en el Carmen. O al general de artillería Andrés de Carranza, emparentado con los Carraza de la capital gaditana, que gobernó también la hermandad durante un cuarto de siglo.

La autoría de la imagen -que fue descubierta por el propio Mósig en el transcurso de sus investigaciones hace ya unos años- es otra de las cuestiones reseñables de esta obra sobre la historia del Santo Entierro. No solo porque saliera de la gubia carraqueña de José Tomás de Cicartegui Siralegui sino por la polémica que acompañó su ejecución en su día. Se trata -explica este investigador- de una imagen que encargó otra hermandad, la de la Soledad, pero que finalmente compró el padre Parodi tras frustrar los planes de esta otra cofradía de la mano de las autoridades civiles. Posteriormente la donó al Santo Entierro, la hermandad que él mismo había fundado.

Mósig, además, retrotrae a 1793 la fecha de fundación de la hermandad, que es el año en el que se crea en la capilla de la Salud aunque no fuera hasta 1795 cuando se aprobaran sus reglas.

Fernando Mósig firmando ejemplares de 'El legado de un genovés', junto a los miembros de la junta de gobierno de la cofradía del Santo Entierro y el padre David Alarcón.
Fernando Mósig firmando ejemplares de 'El legado de un genovés', junto a los miembros de la junta de gobierno de la cofradía del Santo Entierro y el padre David Alarcón. / Archivo de la hermandad del Santo Entierro (José Luis Cardoso Macías)

El acto de presentación del libro, precisamente, se llevó a cabo en la sala de conferencias del colegio Liceo Sagrado Corazón, "que en su día fue también la capilla de la hermandad del Santo Entierro", como apunta también este historiador.

Inmaculada Esplugues Armiñana, vocal de formación de la corporación, se encargó de conducir el acto. Y Antonino Rodríguez López, antiguo hermano mayor y amigo personal del historiador, se hizo cargo de presentar al autor desde la perspectiva profesional y personal, destacando los numerosos trabajos realizados para las hermandades y cofradía de San Fernando, así como los trabajos de investigación realizados para numerosas familias isleñas.

Entre otros, la presentación contó también con la presencia del vicepresidente de la Diputación Provincial de Cádiz, Juan José Ortiz Quevedo, en calidad de responsable del servicio de publicaciones que edita El legado de un genovés.

El libro se pone a la venta a un precio de 20 euros y podrá adquirirse en Bozano y otras librerías locales o a través de solicitud a la hermandad mediante correo electrónico: realhermandadsantoentierro@gmail.com.

La recaudación íntegra será destinada a obras de caridad, concretamente los beneficios se destinarán a las misiones carmelitas de los Carmelitas Descalzos en Burkina Faso, para responder y atender a la gran cantidad de desplazados y refugiados que acuden a la parroquia de la Santísima Trinidad y al convento del Carmen de Dedougou.

Curiosamente, se trata de la segunda publicación acerca de la historia de la hermandad del Santo Entierro ya que en 1995 se editó ya un primer libro, obra de Enrique Santiago García López.

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