Una década de Noches en Blanco

La Isla se dispone a celebrar mañana su décima Noche en Blanco, una historia de éxito que comenzó en el verano de 2010, al calor del Bicentenario de Las Cortes y de los actos programados para conmemorar esta histórica fecha que La Isla aspiraba convertir en un punto de inflexión.

Fue un mes de agosto que se aderezó con pintorescas cabalgatas para calentar motores para la gran fiesta del 24 de Septiembre y en el que el Ayuntamiento, a través de la desaparecida Fundación Municipal de Cultura, abogó por copiar la exitosa fórmula de la Noche Blanca que en tantos otros lugares se venía celebrando.

La primera se celebró el 7 de agosto y se centró -como no podía ser de otra forma- en la historia de Las Cortes y la libertad. Teatro, cine, danza, poesía y música en directo fueron algunas de las propuestas que se combinaron en el cóctel de esta primera edición de la Noche en Blanco de La Isla, en la que abrieron sus puertas también distintos espacios culturales, entre ellos, el Teatro.

Pronto quedó demostrado que la Noche en Blanco había venido para quedarse. La resupuesta del público en la calle fue abrumadora.

La segunda experiencia

El formato de la Noche en Blanco encajó a la perfección con las maneras de La Isla, siempre dispuesta a echarse a la calle. Al año siguiente, en plena resaca del Bicentenario, se abogó por convertirla en el plato fuerte de las actividades estivales organizadas desde la concejalía de Cultura. Actividades en la calle, música en directo, visitas al Teatro, al Museo o al centro de interpretación del parlamentarismo engrosaron un programa al que se le quiso dar un toque más vanguardista con la actuación del bailarín zancudo Bertol Bertolero -que venía del Circo del Sol- conciertos de hip hop, concursos de graffitis y un espectáculo de danza contemporánea con el bailarín Pablo Fornell. Había cierto afán de hacer algo distinto en esta velada que nuevamente arrasó en la calle en la noche del 12 de agosto.

Inventando un 'clásico'

Inventando un clásico para el verano,Inventando un clásico para el verano así rezaba la crónica de la tercera Noche en Blanco que se celebró el 11 de agosto de 2012, en un verano "huérfano de oferta cultural", se apuntaba. El formato de la gran noche del verano de La Isla se afianzaba y se decantaba por repartirse en escenarios clave en torno al centro -desde la plaza de la Iglesia, el Zaporito, la plaza del Rey a la Alameda- para ir 'colgando' en cada uno de ellos las actividades previstas. Eso sí, en esta ocasión, la respuesta de público fue algo más tibia que en anteriores ediciones: nada de multitudes, contaba la crónica de este Diario.

El comercio entra en acción

En 2013, la Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe) entra en acción y se alía con la Noche en Blanco que organiza el Ayuntamiento en agosto. Se multiplican las actividades en la calle de la mano del comercio, se afianza la puesta por la música en directo, se organizan desfiles de moda en las calles más céntricas y se mantiene la apuesta por diferenciar los espacios culturales: jóvenes en la Alameda, folk en la plaza de la Iglesia, flamenco en la plaza del Rey, cantautores en el molino del Zaporito... La cosa funcionó bastante bien y la fórmula de la Noche en Blanco revivió en la calle.

Lleno con 'Los Chanclas'

Llegado el verano de 2014, la Noche en Blanco se ha convertido en una cita indispensable del verano en La Isla. Todos las esperan. La hostelería incluso pide más veladas así, más apuestas similares por desarrollar actividades en la calle que animen a la ciudad. La cita consigue revalidar su éxito de público. Y esta vez, además, se apuesta por una novedad que se mantendría durante los siguientes años: un concierto estrella que encabece el cartel y que actúe como gancho para atraer al público. El grupo No me pises que llevo chanclas consigue llenar la plaza de la Iglesia con su actuación y prolonga la velada hasta la madrugada.

El baile de Tomasito y la guitarra de Juani

En agosto de 2015, el Ayuntamiento abogó por mantener el formato dado el éxito que, verano tras verano, conseguía alcanzar en la calle. Los isleños respondían siempre con generosidad a la llamada de la Noche en Blanco para llenar bares y terrazas, pasear por el centro y dejarse llevar por las propuestas que se encontraban cada pocos metros. Una veitena engrosaron el programa de este 7 de agosto. Entre ellas, danza vertical, aerografía, acrobacias circenses peluquería... Y encabezando el cartel el baile de Tomasito y la guitarra de Juani de la Isla.

Más música, más calle

El 5 de agosto de 2016 se celebra la séptima edición de la Noche en Blanca, que insiste en su apuesta por un gran concierto, en esta ocasión, Raimundo Amador. Se mantiene también la alianza con Acosafe y la velada tiende más al espectáculo, a la música en directo, a las actividades en la calle... Por contra, va dejando cada vez más de lado la faceta cultural, que en otras localidades es su punto fuerte. No parece importar a tenor de la cantidad de público que se da cita en la calle. Ese verano acompaña el buen tiempo además, así que la cita -se celebró el 5 de agosto- vuelve a ser todo un éxito. Se habla de una respuesta masiva.

Una de las veladas más animadas que se recuerda

Esta vez fue Alex O'Dogherty con La Bizarrería los encargados de coronar la Noche en Blanco, que se celebró el 4 de agosto y que fue una de las más animadas que se recuerdan. Con el Museo Naval recien abierto al público en Capitanía se recuperó la apuesta por abrir los espacios culturales durante la velada. Las instalaciones de la Armada, que registraron un impresionante número de visitas, se sumaron en esta edición a las visitas a la casa natal de Camarón. Pequeñas actuaciones en directo se reparten por distintos rincones y aparecen nuevas propuestas como pilates al aire libre.

Vocación callejera

El pasado verano la Noche en Blanca cumplió su novena edición revalidando el éxito de público habitual en la calle y con una programación que aposto esta vez por dar continuidad a lo que se venía haciendo, ya que la fórmula funciona a la perfección... Maite Vende Ca ofreció un concierto en la Alameda. Fue el plato fuerte de una velada que se llenó de público en el centro.