Pesar en San Fernando por la muerte del cardenal Carlos Amigo
Asiduo invitado a conferencias y actos conmemorativos, La Isla alcanzó un vínculo especial con el prelado hasta el punto de que participó en los bicentenarios de 2010 y 2013 y llegó a presidir la procesión del Corpus Christi en 2015
Este sábado estaba previsto que presidiera la función de apertura del aniversario de la Soledad
San Fernando/El fallecimiento del cardenal Carlos Amigo Vallejo este mediodía ha desencadenado numerosas muestras de condolencia y pesar en La Isla, ciudad con la que desde hace años mantenía una especial relación y a la que había acudido en numerosas ocasiones invitado a participar en actos y efemérides destacadas, tanto por parte de distintas hermandades como por el propio Ayuntamiento isleño e, incluso, por la Academia de San Romualdo.
De hecho, el próximo sábado estaba previsto que presidiera el pontifical de apertura del 275 aniversario de la hermandad de la Soledad, que hace unos días informó ya de que no iba a poder asistir dado su frágil estado de salud.
La cofradía de penitencia más antigua de La Isla ha sido, de hecho, una de las primeras en pronunciarse tras conocer el fallecimiento de cardenal para mostrar sus condolencias. De hecho, Carlos Amigo participó también en la conmemoración del 250 aniversario de la hermandad, que se celebró en 1997, al impartir una de las conferencias que entonces se organizaron.
En 2001 tomó parte también en los actos organizados por el 50 aniversario de la coronación canónica del Carmen, hermandad que volvió a llamarlo en 2008 para poner el broche de oro a los actos organizados con motivo del Año de Gracia del Carmen.
Esta vez, la Corporación Municipal aprovechó para brindarle una recepción y, en los prolegómenos del Bicentenario de 2010, le mostró el Teatro de las Cortes en una visita en la que llegó a reconocer su sorpresa ante su importante pasado histórico vinculado al parlamentarismo, a los derechos y a las libertades. Allí se gestó lo que luego sería su participación en los actos de 2010, cuando abrió el ciclo de conferencias que desde el Ayuntamiento isleño se organizó para celebrar el Bicentenario. "No puedo ser buen católico si no soy buen ciudadano", dijo esa tarde. Ese día realizó también una visita privada al convento de las Capuchinas y a la Iglesia Mayor, el templo en el que en la histórica jornada del 24 de Septiembre de 1810 los diputados prestaron juramento antes de iniciar las sesiones de Las Cortes.
En 2013 se encargó de aperturar los actos del 200 aniversario de la concesión del título de Ciudad de San Fernando a La Isla por parte de Las Cortes con una conferencia magistral que de nuevo le llevó hasta el Carmen. El cardenal, en esta nueva visita a La Isla, firmó en el Libro de Honor del Ayuntamiento y, en una ceremonia íntima a la que solo asistieron contadas personas, ofició misa en el convento de las carmelitas descalzas.
Ese mismo año regresaría de nuevo para participar en una conferencia organizada por el Arciprestazgo de San Fernando y el Consejo de Hermandades y Cofradías con motivo del Año de la Fe.
En 2015, además, presidió la función y posterior procesión del Corpus Christi por las calles de la ciudad coincidiendo con el empuje dado a la festividad por la comisión organizadora que comparten el Ayuntamiento y el Arciprestazgo.
El cardenal también respaldó con su presencia innumerables citas cofrades, desde la función conmemorativa del centenario del Beato Marcelo Spínola, nacido en San Fernando, que organizó la hermandad del Huerto en 2006 hasta la del 75 aniversario de la cofradía de los Afligidos en 2014 o, más recientemente, el pontifical con el que el Nazareno puso el broche de oro a su sonado 250 aniversario.
De ahí que la noticia de su fallecimiento haya desencadenado numerosas muestras de pesar en La Isla. Entre ellas, la del ex alcalde y portavoz el PP, José Loaiza, que se ha referido al cardenal como "un sacerdote honorable, una persona inteligente, afable y que rebosaba bonhomía".
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