La Virgen del Carmen, Patrona de San Fernando, procesiona arropada por los isleños
Feria del Carmen
San Fernando/La Patrona de San Fernando procesiona por la ciudad acompañada de los fieles, que no han querido perderse esta salida después de dos años. Los isleños demuestran así su fidelidad un año más en la festividad del Carmen.
San Fernando vive sus fiestas del Carmen con intensidad, en unas jornadas en las que el Parque Almirante Laulhé ha sido lugar de diversión para grandes y pequeños, para vecinos y visitantes, curiosos por esta Feria diferente, por el cambio de emplazamiento. El protagonismo durante unas horas de hoy sábado se lo ha quedado la Virgen del Carmen Coronada, Patrona de la ciudad; y la Virgen del Carmen de Gallineras. La Armada también reservó su momento en la festividad para demostrar respeto a su Patrona. Fue una jornada para que los isleños enseñaran su fe y devoción, sin poder acompañar por ejemplo a la Señora de Gallineras en su procesión marítima –suspendida por el levante– pero sí con la Patrona por las calles de la ciudad.
Desde antes de la apertura de puertas del templo carmelitano, un gran número de personas tomaban posición en las inmediaciones para no perderse el momento. El silencio imperó en los primeros instantes, mientras el paso de la Patrona asomaba. Luego sonaron el Himno de España, que los presentes aplaudieron a su término; y a continuación la Salve Marinera, que muchos cantaron emocionados.
El calor de los isleños arropaba a una Virgen del Carmen Coronada a la que antecedía un amplio cortejo conformado por representantes de la hermandad y de cofradías de las ciudad e integrantes de la Corporación Municipal, con la alcaldesa, Patricia Cavada, al frente, además de las salineras.
Desde el Ayuntamiento se había decidido por sugerencia del oficial de Protocolo que los maceros y clarineros no participaran en la procesión por las altas temperaturas y el tipo de vestimenta que tenían que usar.
fiesta de viernes noche
La noche del viernes la Feria del Carmen y de la Sal vivió una gran afluencia de público al parque. Muchas personas, no solo los más jóvenes, disfrutaron del espacio hasta altas horas de la madrugada aprovechando el buen tiempo que invitaba a permanecer en la calle y huir de esa forma del calor de las casas. Las casetas estuvieron a pleno rendicimiento para las cenas, que de nuevo se extendieron durante horas. La comida fue relevada por la bebida y por la música para el baile. Algunas tenían dj propios o actuaciones para intentar atraer a clientes, como algunas de las situadas en la superficie de la bolsa de aparcamiento. Las del interior del parque, alrededor del estanque y lateral y parte superior, se nutrían de la propuesta de la Caseta Municipal convertida en caseta joven, con canciones más reggaetoneras, o de la oferta del segundo escenario a su espalda, con música más variada, más añeja en algunos momentos, a veces salsa, a veces rumbera, otras casi tecno.
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