La Armada tiene mucho que enseñar
La Isla saca partido a su pasado compartido con la Marina: las visitas al Panteón de Marinos Ilustres, al Museo Naval o al Observatorio tienen cada vez más tirón
San Fernando/Más allá de la playa de Camposoto, del Parque Natural, de Las Cortes o del vínculo Camarón, si hay algo que distingue de una manera especial a La Isla es su glorioso pasado compartido con la Armada. Sin esos lazos históricos, desde luego, San Fernando no sería la ciudad que hoy día es ni la que en su día llegó a ser. Y esa huella que se remonta a los mismos orígenes del municipio allá por el siglo XVIII se muestra con orgullo en un rico patrimonio histórico –en su mayor parte, auténticas joyas del periodo ilustrado– del que en los últimos años se ha tomado quizá una mayor conciencia.
La apertura del Museo Naval en las antiguas dependencias de la Capitanía General, allá por el año 2016, fue sin duda un punto de inflexión pues muchos abrieron entonces los ojos y se dieron cuenta del enorme potencial que encerraba esa faceta histórica de la Armada que siempre había estado ahí a la hora de promocionar la ciudad con fines culturales y turísticos.
Luego llegó la apertura de Torre Alta, en la que tuvo mucho que ver el interés especial que desde el Ayuntamiento –incluido convenio urbanístico de por medio– se había mostrado por recuperar y abrir a las visitas a esta antigua torre vigía ubicada en el punto más alto de La Isla.
Cierto que la Armada siempre estuvo ahí. Y también la posibilidad de visitar algunos de sus edificios más emblemáticos en la ciudad aún cuando estos siguen en uso y siguen siendo recintos militares. Durante años y de manera reiterada, el Real Instituto y Observatorio de la Armada –el Observatorio de Marina– ha sido con diferencia el monumento más visitado de San Fernando. Tanto que en el año 2004 esa condición le valió incluso el premio Melkart a la Promoción de la Identidad Isleña, que se entregaba en el marco de las actividades organizadas en la Feria Internacional del Turismo (FITUR). Sin duda, un insólito reconocimiento para una institución militar que pone ya de manfiesto esa consideración especial que tiene el patrimonio de la Armada en San Fernando. Y de eso hace ya 17 años.
El Observatorio, reconocen en la Oficina de Turismo, es la "joya de la corona" en esa oferta de rutas guiadas que se brindan a autóctonos y foráneos. Y desde luego su visita no defrauda. Eso sí, advierten, ahora comparte protagonismo con otro emblemático edificio histórico, único en España y curiosamente –si se piensa bien– todavía bastante desconocido para la enorme relevancia que tiene: el Panteón de Marinos Ilustres, que se encuentra en la Población Naval de San Carlos (junto a la Escuela de Suboficiales).
El número de visitas a este emblemático lugar, donde reposan los restos de marinos que escribieron la historia de España, se ha disparado. "Se agotan todas las plazas en cada visita que se programa", advierte Ángela Hidalgo Hidalgo, una de las guías de Turismo. "Está funcionando de maravilla a pesar de que es un verano muy complicado, estamos muy contentos", afirma.
La cosa no queda ahí. Hay grandes proyectos que pronto verán la luz. La Sala Histórica del Tercio de la Armada (TEAR), dedicada a la Infantería de Marina más antigua del mundo, se ha renovado y mejorado para mostrarse al público y promete convertirse en otro espacio de referencia en este sentido en poco tiempo. Su apertura está todavía pendiente de fecha. Y a finales de agosto –si todo marcha según lo previsto– está prevista la reapertura de Torre Alta, en el recinto del Observatorio, una vez completada la segunda fase de su rehabilitación.
Al Museo Naval se sumó también no hace mucho la posibilidad de visitar a la zona noble de la antigua Capitanía General, que es algo que además gusta mucho al público porque habitualmente es una zona de acceso restringido y de esta manera se brinda una oportunidad de conocer algo más del legado de la Armada en la ciudad.
Y su emplazamiento, en las próximidades de la calle Real, refuerza una estrategia municipal de cara al futuro que mira a un eje cultural que integrado por el Castillo de San Romualdo, donde se ha trasladado el contenido expositivo del Museo Histórico Municipal; al Museo Camarón, que acaba de abrir sus puertas y que en tan solo dos semanas –a pesar de la pandemia– ha registrado más de 3.000 visitas; al centro de congresos y exposiciones Cortes Isla de León, el Teatro de las Cortes, el Ayuntamiento e, incluso, la nueva Casa de la Cultura –biblioteca incluida– en la que se planea convertir el edificio municipal de Real 63 (el mismo que fuera Museo durante dos décadas y luego Alcaldía provisional).
Claro que –aunque las propuestas de la denominada Ruta de la Armada marchan viento en popa– la pandemia ha obligado a ser prudentes y contener un poco esto de las visitas guiadas a instalaciones militares en activo. Por ejemplo, la ruta a bordo de un tren turístico que se hacía al Arsenal de La Carraca con carácter semanal durante el verano se ha dejado a un lado por el momento a la espera de mejores tiempos.
Así que la oferta de la temporada se centra fundamentalmente en dos edificios –el Observatorio y el Panteón– a los que se suma el Museo Naval, que está abierto durante todo el año pero que ahora complementa también esta oferta vinculada a la Armada que brinda la ciudad de San Fernando.
Hasta el próximo 31 de agosto, el Panteón de Marinos Ilustres puede visitarse de martes a sábado (excepto festivos) en dos pases que se llevan a cabo a las 10.30 y a las 12.00 horas. Su guía, Sergio Torrecillas, tiene una manera muy especial de contar la historia de este monumento neoclásico realizado en piedra ostoniera que empezó a construirse en 1786 pero que no se terminó hasta 1854. Engancha –dicen– a todos los que se apuntan a la visita.
"En su interior, todos los marinos ilustres tienen su sitio, e incluso aquellos que quedaron en el anonimato tienen dedicada una placa simbólica. Así pues, pueden destacarse entre los mausoleos más significativos los dedicados a Cecilio Pujazón y a José Lazaga y Ruiz, obra del escultor M. García González; el conjunto arquitectónico para la tumba de Francisco Armero y Fernández Peñaranda, realizado por Antonio Ruiz de Salas; el Mausoleo de Víctor Concas y el erigido en honor de los soldados y clases de la Marina", explica la Oficina de Turismo en la reseña que hace de este emblemático edificio.
El Panteón, en cierto modo, atesora todo ese glorioso pasado de la Armada y supone, a la vez, un homenaje y un reconocimiento a sus héroes, valores y tradiciones, que siguen muy presentes aún en La Isla.
Las visitas, que son gratuitas, se pueden reservar a través de la plataforma digital metooo.es, que es la que viene utilizando la Oficina de Turismo de San Fernando para sus actividades. Hasta ahora, subrayan, prácticamente todas las plazas disponibles –19 por pase, ahora que la ciudad está en nivel 2 de alerta– se están agotando.
El Real Instituto y Observatorio de la Armada, el lugar que marca la hora oficial de España, es todo un clásico en esto de las rutas de Turismo. Pero no por eso ha dejado de suscitar interés entre isleños y foráneos. Antes bien, sigue siendo una de esas propuestas ofertadas con la colaboración de la Armada que más llama y que más visitas acapara.
Estas visitas, de casi dos horas de duración, se llevan a cabo durante los lunes, miércoles y viernes a las 11.30 horas, si bien a partir del 13 de agosto se reducirán a dos días por semana (lunes y martes). Las reservas se realizan también a través de la plataforma metooo.es, que ofrece las plazas disponibles de manera escalonada. Las que están previstas hasta finales de julio, para hacerse una idea, ya están agotadas e incluso se cuenta una lista de epera por si alguien falla a última hora.
"Es el Observatorio astronómico más antiguo de España y el cuarto del mundo. Fundado en 1753 por Jorge Juan, en este centro se establece la hora oficial de España, siendo uno de los centros científicos más importantes del mundo", resume Turismo al hablar de uno de los edificios más emblemáticos de San Fernando.
A estas dos visitas guiadas se suma el Museo Naval, que desde el año 2016 ocupa las dependencias existentes junto a la antigua Capitanía General (acceso por la calle Escaño). El edificio no forma parte de las rutas guiadas que se ofertan junto a Turismo ya que está abierto durante todo el año, aunque lógicamente -en gran parte también por su céntrica ubicación– ha pasado a convertirse en uno de los grandes atractivos que brinda La Isla a los visitantes que desean conocer más acerca de esa historia compartida entre la Armada y San Fernando. El Museo Naval abre de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 horas, y cuenta con pases guiados a las 10.30 y a las 12.00 horas. Los sábados abre media hora más tarde (a las 10.30). Cierra domingos, lunes y festivos.
"El Museo Naval de San Fernando está orientado preferentemente a temas navales de diferentes épocas y de sus fondos, procedentes del Museo Naval de Madrid, pertenencias de la Zona y de colecciones particulares, podrían destacarse valiosos modelos de barcos, instrumentos náuticos, láminas, grabados, maquetas, uniformes, y un sinfín de objetos relacionados con la historia naval", explica Turismo.
Para el Ayuntamiento isleño, la denominada Ruta de la Armada es una de las cuatro grandes apuestas que hace desde Turismo junto a las de Camarón, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz y Las Cortes de 1810.
Recientemente, incluso, se ha editado una guía específica –para promocionar la ciudad en ferias y eventos turísticos– que hace hincapié en recorrido por ell destacado patrimonio de la Armada, incluyendo además de estas propuestas otros lugares como La Carraca o el Cuartel de Batallones.
"La gente sale encantada, muchos repiten"
La apuesta por la llamada Ruta de la Armada funciona. Y eso que las actuales restricciones impuestas por la pandemia han obligado a contar este verano con una propuesta más contenida. Las visitas –advierten desde Turismo– tienen siempre una gran acogida, tanto entre los propios isleños y vecinos de los municipios más cercanos como entre visitantes que pasan sus días de vacaciones en la zona. Su procedencia –se explica– es variada y muy repartida aunque entre los interesados que se acercan a estos emblemáticos edificios hay un gran número de madrileños, entre otras provincias del norte y de la zona de levante. "Y salen encantados. Muchos repiten. Vuelven a hacer la visita con familiares o amigos con los que quieren compartir lo que ya han visto", explica Ángela Hidalgo desde la Oficina de Turismo.
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