La plantilla de ayuda a domicilio en San Fernando pasará a la empresa municipal a partir del 1 de septiembre

El Ayuntamiento firma con Hemsa el encargo para la prestación del servicio, que atiende en La Isla a unas 500 personas en situación de dependencia

La municipalización del servicio abre la puerta a la mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras

Culmina el largo proceso para municipalizar el servicio de ayuda a domicilio en San Fernando

La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, y otros miembros del gobierno local junto a las trabajadoras de ayuda a domicilio, tras el pleno del pasado mes de julio.
La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, y otros miembros del gobierno local junto a las trabajadoras de ayuda a domicilio, tras el pleno del pasado mes de julio. / Ayuntamiento San Fernando

San Fernando/La ayuda a domicilio (SAD) ya está en manos municipales. El Ayuntamiento de San Fernando firmó este lunes con Hemsa -la empresa pública surgida a raíz de la reorganización de Esisa- el encargo para la prestación de este servicio que atiende en la localidad a unas 500 personas mayores y en situación de dependencia, presta más de 180.000 horas de asistencia y está integrado por una plantilla de unas 160 empleadas.

Se trata del último paso de un largo proceso administrativo que ha durado dos años y que se planteaba también como uno de los grandes retos del mandato desde que la alcaldesa, Patricia Cavada, en pleno conflicto laboral de la plantilla anunciara en verano de 2022 su intención de municipalizar el servicio. El Pleno dio el pasado 8 de julio luz verde al expediente -salió adelante con los votos a favor de PSOE y AxSí mientras que PP y Vox votaron en contra- y ahora, una vez cumplimentados los pasos administrativos necesarios, se ha formalizado la firma del encargo, que será efectivo a partir del 1 de septiembre.

Así que a partir de esa fecha, dentro de poco menos de tres semanas, las auxiliares de ayuda a domicilio pasarán ya a depender directamente de la empresa municipal Hemsa. El servicio, para cuya prestación se ha recurrido desde sus inicios a un contrato externo, dejará de ser responsabilidad de una empresa privada.

El encargo a Hemsa para la prestación del servicio de ayuda a domicilio en la localidad se hace inicialmente por el plazo de un año, prorrogable por otro más. El gobierno municipal tiene previsto también reunirse en los próximos días con las representantes de las trabajadoras para informarles del proceso de municipalización y de las novedades que supondrá la prestación del servicio desde Hemsa.

La formalización del encargo se acomete también tras la aprobación de una modificación de crédito que permitirá al Ayuntamiento disponer del crédito suficiente para asegurar la prestación del servicio por parte de Hemsa con todas las garantías. A la empresa municipal, de hecho, habrá que transferirle mensualmente 391.667 euros –un total de 4,7 millones por el año de encargo– por lo que el Consistorio debe disponer con antelación de crédito suficiente para hacer frente al servicio con independencia de posibles retrasos que puedan darse en los pagos de la Junta.

Desde el Ayuntamiento, el delegado de Empresas de Servicios Públicos Municipales, Conrado Rodríguez, se mostró este lunes muy satisfecho de haber concluido el complicado proceso administrativo -los trámites no han sido nada sencillos- que permitirá gestionar desde lo público la ayuda a domicilio: "La evolución que ha tenido este servicio en otros municipios, con los precios de los contratos que ahora se están licitando, nos demuestran que estamos en la senda correcta", afirmó convencido el edil.

La puerta a las mejoras de las condiciones laborales

La fórmula de gestionar la ayuda a domicilio a partir de la transformación de Esisa en una empresa de servicios se planteó desde el Ayuntamiento isleño como la mejor salida para mejorar las condiciones laborales de la plantilla en pleno conflicto laboral y después de 69 días de vigilia de las trabajadoras a las puertas del Consistorio. Y la municipalización -señaló Rodríguez- abre la puerta a esas mejoras, que el Ayuntamiento negociará a partir del 1 de septiembre, cuando la plantilla sea subrogada y pase a depender de Hemsa.

Según las declaraciones realizadas por la alcaldesa, Patricia Cavada, tras la aprobación del encargo a Hemsa en el Pleno del pasado 8 de julio, "la mejora laboral de la plantilla va a verse reflejada en la reducción de la jornada a las 35 horas semanales, lo que va a suponer una mejora de la retribución para el 80 por ciento de la plantilla ya de forma automática".

Asimismo, explicó la regidora, se materalizará también en "una mejora de la organización que va a contribuir a que las trabajadoras completen su jornada y su retribución mensual, sin pasar por alto tampoco las mejoras en la asignación de las horas de las trabajadoras existentes cuando se incrementen las necesidades del servicio".

Al completarse las jornadas, se evitará "la precariedad a la que asistíamos de mujeres que tenían pocas horas asignadas al mes y que, en ocasiones, se veían obligadas a acudir a un segundo empleo para tener un sueldo digno".

De la misma manera, la alcaldesa refirió también entonces las mejoras que la remunicipalización del servicio implicará en materia de equipamiento, así como de formación, "que será mucho más adecuada y adaptada a las necesidades que nos ha planteado la propia plantilla".

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