Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
La calle Real y el tranvía
San Fernando/Pocos son los isleños que no se han quejado en alguna ocasión de las carencias que arrastra el alumbrado público de la calle Real. Las farolas-catenarias de diseño marinero que se instalaron con las obras del tranvía entre 2010 y 2011 nunca llegaron a convencer. Ni por su aspecto ni por su funcionalidad. Desde el primer momento fueron objeto de críticas ciudadanas y la cosa no ha mejorado con el tiempo.
Simplemente, no se ve. No alumbran lo suficiente para un espacio urbano tan amplio como es el que ha resultado de las obras del tranvía. Las farolas además están pensadas para alumbrar la plataforma tranviaria que discurre por el centro de la calzada, lo que deja algunos tramos sin la suficiente luz.
Tanto es así que ya de entrada, pocos meses después de ponerse en funcionamiento estas farolas, el Ayuntamiento tuvo que pedir a la Junta de Andalucía que aumentara la capacidad de las luminarias. Lo hizo y la situación mejoró algo, pero no lo suficiente. El problema de la iluminación –que en San Fernando no es exclusivo de la calle Real sino que también afecta a muchas otras zonas– siguió latente.
A eso se suma que con el paso del tiempo muchas de las luminarias se han fundido. Su duración se calcula que es de cinco años, así que es bastante normal que se hayan empezado a estropear. El problema es que rara vez se han sustituido estas luminarias con lo que muchas zonas de la calle Real se quedaban totalmente a oscuras.
Así que ahora que se empieza a pensar en la recepción de la calle Real –ya la Junta ha encargado un nuevo mobiliario urbano que sustituirá al que está deteriorado con el objeto de hacer entrega de la vía al Ayuntamiento– el equipo de gobierno ha pedido también a la Agencia de Obras Públicas de Andalucía que solucione el problema de las farolas apagadas, que ya empezaba a ser preocupante por su número.
La sustitución de las luminarias y otros aspectos similares del mantenimiento de la calle Real es, de hecho, uno de los muchos aspectos que todavía tienen que negociarse y concretarse en el convenio que delimitará qué compete a cada administración –Junta y Ayuntamiento– cuando el tranvía se ponga en marcha.
Los trabajos han comenzado esta semana y se calcula que tendrán una duración de unos siete días. Se intervendrá a lo largo de toda la calle Real para cambiar las luminarias estropeadas una a una. El equipo de gobierno quiere además que todas estén en funcionamiento ahora que se avecina la campaña comercial de las Navidades, una fecha clave que además arrastra a numerosos isleños al centro.
Pendiente queda, no obstante, el problema de fondo: la falta de iluminación que afecta a muchos tramos de la calle Real. En el Ayuntamiento se habla de hacer un estudio para adoptar medidas complementarias que compensen esta situación. Aunque todo eso será luego, cuando el tranvía se ponga en marcha y se haya concretado en el convenio los términos del mantenimiento de la calle Real.
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