El Día del Cerro resiste en San Fernando
La romería de los copatronos, una de las tradiciones más antiguas de La Isla, mantiene el tipo en un domingo bendecido por el buen tiempo
Las imágenes del Día del Cerro en San Fernando
Día del Cerro en San Fernando: 10 romerías sin la ermita
San Fernando/El Día del Cerro, en el que San Fernando conmemora la festividad de sus santos copatronos, Servando y Germán, ha vuelto a poner a prueba la capacidad de resistencia de una romería añeja que se remonta atrás en el tiempo y que está llena de historia y de tradición, pero que hace décadas que no atraviesa su mejor momento. Aunque la fiesta -justo es reconocerlo- se esfuerza con todas sus ganas y hace todo lo que puede con la ayuda de sus vecinos para conseguir que este domingo siga siendo un día especial para La Isla. Y esta vez podría decirse que lo ha conseguido.
El aspecto que a primeras horas de la tarde ofrecía el recinto del parque del Cerro -el lugar donde según la tradición tuvo lugar el martirio de los dos santos que fueron víctimas de la persecución de Diocleciano- era desde luego bastante concurrido. Y en esas familias con sus sillitas de la playa y la nevera hasta arriba se podía ver todavía la esencia de aquella romería de siempre. Sí, es verdad, nada que ver con lo que esto era antaño. Con esas romerías que relatan las generaciones de nuestros padres y abuelos en las que toda La Isla se daba cita allí para echar el día y en las que, además, no faltaba nadie. Pero ya saben eso que dicen, que cualquier tiempo pasado fue mejor, que todo cambia y ahora, qué se le va a hacer, tienen más tirón otras cosas. Como Halloween, que se celebrará dentro de 10 días. Pregúntele si no a algún niño de La Isla si sabe qué es eso del Cerro a ver qué cara pone. Así que, en cierto modo, seguir celebrando la romería es ya toda una victoria, una llamada a las barricadas de la tradición isleña entonando el 'no pasarán'. Y eso tiene su encanto.
Las reglas de la romería del Cerro
El Día del Cerro ha pasado ser todo un ejemplo de eso que ahora los cursis llaman resiliencia. Sobrevive, podría decirse. Y ha dejado de ser la fiesta de todo San Fernando para ser la de sus barrios más próximos: Gallineras, La Almadraba, parte de Camposoto... Pero eso no está nada mal, oiga. Y siempre quedan también algunos nostálgicos de esa resistencia que se empeña en que ciertas cosas -como la ermita, que lleva ya 10 años cerrada- no desaparezca y que se dan su vueltecita por allí para cumplir con la tradición y saludar a los santitos, como Dios manda.
En todo caso, para que la romería funcione tienen que cumplirse ciertas reglas. Y la primera de ellas es que acompañe el tiempo y que el día invite a pasarse por allí. Esta vez ha habido suerte. La fiesta ha logrado sortear -por tan solo unos días- las intensas lluvias otoñoles, tan frecuentes en esta fecha. De hecho, el año pasado las precipitaciones obligaron a suspender todos los actos previstos, con lo que no había romería desde 2022.
El sol, desde luego, ha dado lo suyo desde que a mediodía apareció por la calle Buen Pastor la parihuela con las imágenes de los copatronos a los sones de marchas procesionales y haciendo sus quietos y todo mientras que la agrupación musical Virgen del Carmen interpretaba La Saeta. Un clásico del repertorio antes de subir la empinadísima cuesta que conduce a la ermita. Y durante la misa cantada por el coro de la peña Los Catavinos (Virgen del Carmen) y oficiada por el párroco de El Buen Pastor, Silvio Bueno, los asistentes se han dispersado por la explanada colindante a la capilla en busca de la poca sombra que había.
Distinto ha sido en la parte de abajo del parque del Cerro, al abrigo del arbolado, donde sí se ha reunido un numeroso grupo de isleños, la mayoría de ellos vecinos de allí, que son los que más sienten aquello, claro. Y esa es la regla número dos de la romería: el apoyo e implicación de las asociaciones de vecinos de la zona (Casas Blancas, Nueva Almadraba, Huerta El Lolo) y de colectivos como el Club de Hípica San Fernando, que lleva años enseñando equitación allí mismo y ha hecho de esta jornada también uno de sus días grandes con concursos y distintas actividades que animan la romería y hacen más atractiva la programación. A ellos, un año más, se han sumado los scouts de Eryteeia con sus propuestas para los más pequeños de la casa.
Y el Ayuntamiento de San Fernando -regla número tres- ha procurado también una programación de actividades para dar respaldo a la jornada e invitar a los isleños a disfrutar de esta fiesta de siempre que, como siempre, sigue siendo eminentemente familiar, de ahí que las propuestas fueran todas talleres y juegos infantiles.
Sin llegar a las multitudes de otros tiempos, esta vez la cosa ha funcionado. El Día del Cerro no volverá a ser el que era -eso lo sabe toda La Isla- pero al menos este domingo ha dejado entrever el brillo de esa tradición que se resiste a desaparecer.
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