Las obras del alcantarillado de la barriada Bazán de San Fernando avanzan con el desvío del colector

San Fernando/La segunda fase de la remodelación del sistema de alcantarillado de la barriada Bazán avanza a buen ritmo. Los trabajos que comenzaron en noviembre para la instalación de un nuevo colector que sustituirá a la galería actual que procede de la población de San Carlos y que tiene más de 150 años de antigüedad se prevén que se prolonguen hasta el mes de abril.

"Estamos en una de las actuaciones más importantes. Aunque la gestión del agua y sus infraestructuras es una acción invisible, también es necesaria para el funcionamiento diario de una ciudad", destaca la alcaldesa, Patricia Cavada, durante la visita a la actuación que ejecuta Gestión y Ejecución de Obra Civil SAU. A su espalda varias máquinas y operarios trabajan en el interior de una enorme zanja abierta para la colocación de un nuevo colector duplicado –una tubería para aguas residuales y otro para pluviales– en su tramo por la calle Cantabria hacia la conexión con la carretera de La Carraca.

El cambio del colector antiguo, una galería de hormigón de tipo bóveda del siglo XIX, que discurre desde la población militar de San Carlos, cruza las vías ferroviarias y entra en la barriada para pasar por debajo de las viviendas –con los problemas de mantenimiento que eso acarrea y el riesgo de seguridad para los vecinos–, era una reclamación histórica de la barriada Bazán que ahora se hace realidad con esta intervención.

Forma parte de la segunda fase, tras una primera que permitió crear un nuevo colector en la carretera de La Carraca, una red separativa con la que se pretende disminuir el riesgo de colapso del sistema. Con esa idea se construyó una Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) que recogerá todas las aguas fecales de la zona, una conducción de impulsión de aguas residuales hasta la autovía para conectar la infraestructura con la estación existente en Venta de Vargas y, desde allí, hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y se levantó una Estación de Bombeo de Aguas Pluviales (EBAP) y un colector de impulsión para al aliviadero general de pluviales existente. Esta parte, que se hizo a través de Hidralia, supuso una inversión de 1,1 millones de euros.

Tras estas mejoras se inició en noviembre la segunda fase que contempla, como se ha mencionado, cambiar la conducción actual con un colector doble. Pero además incluye crear dos aliviaderos, uno en la glorieta de la calle Cantabria y otro en el parque Héroes de Cuba; y un canal abierto para la descarga de aguas pluviales. La inversión municipal, en este caso, es de 858.850,31 euros (cifra por la que adjudicó la actuación frente a 1,2 millones de euros). En total son casi dos millones de euros los que ya se han aplicado para la renovación del sistema de saneamiento y alcantarillado de la barriada Bazán.

"Es un compromiso de sostenibilidad, pero también afecta a la calidad de vida de los ciudadanos. Buscamos evitar las inundaciones que se dan o no por las aguas torrenciales", defiende la regidora. El proyecto se completará con una fase final, sin fecha aún, que entrará de lleno en las calles y patios de Bazán con el objetivo de construir las acometidas desde las viviendas, renovar la red interior de saneamiento, aguas pluviales y agua potable. Incluso el proyecto preveía renovar el sistema de alumbrado, de baja tensión y las conducciones para futuras instalaciones de telecomunicaciones y la pavimentación. Esto se estima en más de 2,6 millones de euros inicialmente (antes de la subida de precios) con intención de su cargo al canon del agua.