Los pescadores desconvocan la movilización contra el derribo de las casetas de La Casería
Costas
El colectivo asume que las demoliciones ya son imparables, por lo que ya ha comenzado a negociar con el Ayuntamiento el retranqueo de los cuartos para los enseres de pesca
Los recursos pendientes han sido desestimados
San Fernando/La convocatoria por las redes sociales de una concentración ante la Demarcación de Costas en Cádiz en defensa de las casetas y los establecimientos de la playa de La Casería de San Fernando ha sido suspendida. Los pescadores, promotores de la iniciativa, descartan esta movilización ante el avance "imparable" de los planes de Costas. "Poullet ha llegado al final del camino", lamenta José María Domínguez, que es vicepresidente de la asociación de vecinos La Inmaculada.
"Era una concentración para evitar el derribo, pero no tiene sentido pedirle algo a una persona que no quiere ayudarnos", apunta Domínguez, que habla por el colectivo de pescadores -la solicitud de autorización para esta protesta la cursó uno de ellos-. Se refiere al anuncio de adjudicación del proyecto de regeneración y a la notificación de la respuesta a los recursos que estaban pendientes y que se han desestimado en su totalidad.
"Dan 15 días para el desalojo y la restitución del terreno, y a partir de ahí pueden venir cualquier día a proceder al derribo", comenta. Eso sí, y aunque no tienen claro qué pasará, recurrirán a un contencioso para paralizar la demolición de las casetas por ser una acción "irreversible e irreparable", dado que sigue en trámites la declaración de interés general.
"Nos parece que esto de la declaración de interés también ha sido una pantomima", lamenta José María Domínguez, porque además siguen sin llegar los informes de la Consejería de Medio Ambiente y de la Demarcación de Costas que contempla este proceso. Por eso, plantean trabajar directamente en la última opción que les queda: negociar con el Ayuntamiento el retranqueo de las casetas para los pescadores.
"El año pasado Costas ya le dijo al Ayuntamiento que esta era la solución: un retranqueo de 60 metros, que también recoge el escrito del Congreso de los Diputados", explica. Los pescadores, insiste, necesitan esos cuartos, unos módulos, para guardar sus enseres de pesca para poder seguir ejerciendo su actividad. "Es la lucha que nos queda, porque mantener las casetas lo vemos inviable. Sería perder tiempo y por eso continuamos con el plan B", asume.
Los pescadores ya exponían hace casi un mes, tras la manifestación que protagonizaron junto a los vecinos, representantes de distintos colectivos y de las formaciones políticas, los problemas que podrían acarrearles la desaparición de las casetas para continuar con su oficio. "No tenemos donde guardar nuestras artes y no
puedo pescar en otro lugar", recogía el manifiesto que se leyó ante el Ayuntamiento. "Son embarcaciones pequeñas, específicas para la zona, para la Bahía, y luchamos por lo único que tenemos. Si nos lo quitan nos vemos abocados al paro, a vender la licencia de pesca", advirtió Juan Carlos, conocido como Capitán, en nombre de sus compañeros. "Es el pan de nosotros. Hemos aprendido desde chicos a esto, ya somos
tercera generación. Solo sabemos hacer esto", comentaba otro pescador, que recordaba que pagan
los seguros y los impuestos, incluso en los últimos meses a pesar de la dificultades económicas. "Vamos de legales", insistieron.
Por el momento, el colectivo ya ha iniciado las negociaciones con el Consistorio isleño para la reubicación: tendrán que definir el nuevo espacio, por el momento no se ha fijado a qué altura de la playa estaría. Incluso han mantenido un encuentro con el concejal Antonio Rojas y están a la espera de nuevas reuniones.
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