El laberinto de Punta Cantera
Preocupación ante el deterioro de los polvorines
El Ayuntamiento cuenta con un borrador actualizado con el posible desarrollo de los suelos, que depende también ahora de la suerte del Plan de Protección del Litoral
López Moreno defiende la necesidad de poner en valor los polvorines
San Fernando/Hace más de 17 años que los polvorines de Fadricas terminaron de ser desalojados. En este tiempo ha habido negociaciones del Ayuntamiento con el Ministerio de Defensa para hacerse con los suelos, paralizaciones, reclamaciones por vía judicial, acuerdo y tramitaciones administrativas. Eso ha derivado en un desarrollo urbanístico desarrollo urbanísticoque continúa pendiente, y paralelamente en una situación complicada para el conjunto histórico de Punta Cantera –que conforman los polvorines, los muelles o un reducto inglés, entre otros elementos patrimoniales– para el que se reclama una actuación que lo preserve. Dos cuestiones colean, por tanto, para este espacio de riqueza singular.
Casi medio millón de metros cuadrados suma la superficie de Fadricas. Para estos terrenos había planes concretos de urbanización que han tenido variaciones en estos años. Se preveía un mínimo de 890 de viviendas protegidas de un máximo de 1.750, un hotel o un puerto deportivo. La actividad comercial y la económica quedaba patente con una superficie propuesta de 26.000 metros cuadrados. El ordenamiento municipal reservaba, además, hasta 26.721 metros cuadrados para la ejecución del sistema general viario.
Son los detalles del acuerdo de bases que el Ayuntamiento isleño ofreció tras tramitar una reserva de suelo municipal en 2007 a los propietarios para que evitaran la expropiación. Parte del suelo es propiedad del Ministerio de Defensa (41%). Otra pertenece a la familia Vela de la Flor, reversionista (43%); y el resto es de propietarios menores. De ellos, en principio solo se adherieron al principio los Vela de la Flor y los propietarios menores; Defensa lo hizo a mediados de 2012 tras darle la razón la Justicia al Ayuntamiento (en 2011).
Tres años tenía el Ayuntamiento para la sectorización de los suelos, sin embargo ésta estaba sujeta a la priorización que marca el PGOU que sitúa por encima el desarrollo de suelos urbanos consolidados y suelos ya sectorizados. "Se ha trabajado en la Albenda, en Torrerredonda, en Fábrica San Carlos", señala la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, que expone que el planeamiento obliga a atender a estos suelos, en algunos casos "al existir un tejido al que hay que dar respuesta".
A eso se suma que los criterios de desarrollo del suelo chocaban con las restricciones que establecían el Plan del Corredor Litoral Andaluz, por lo que el Ayuntamiento tuvo que cambiar las previsiones. "Hay un borrador que actualizaba el desarrollo a esa normativa, que lo actualizaba al desarrollo que necesitaba la ciudad", explica la responsable de Urbanismo. Ahora se aguarda a ver qué ocurre finalmente con ese plan, paralizado por la Justicia, por si es necesario redactar un nuevo borrador. "Tenemos claro que para San Fernando es un suelo importante, de excelencia, donde se contemplarán las necesidades residenciales, económicas, turísticas, culturales, de equipamientos o zonas verdes como el parque periurbano que está previsto", abunda la edil socialista.
Efectivamente, el convenio de bases preveía una zona verde de 50.000 metros cuadrados, pero también la regeneración del borde litoral y la creación del parque con una superficie de más de 200.000 metros cuadrados, lo que incluía la recuperación del conjunto histórico que conforman los polvorines, las fortificaciones o los muelles, un conjunto que da "singularidad" a la zona, reconoce Márquez.
En total, los polvorines y su entorno histórico se ubican en más de 125.000 metros cuadrados para los que en estos años se ha demandado una atención especial que preservara su valor patrimonial. Sin embargo, la falta de intervención lo pone en peligro. La asociación Hispania Nostra, que defiende la conservación del patrimonio en todo el ámbito nacional, se ha hecho eco de la situación y lo ha incluido en su lista roja. Según consta en la ficha de los Polvorines de Punta Cantera recogida en su web, los datos fueron facilitados por el ciudadano Iván Salvador Domínguez. "Desde la entidad se pusieron en contacto conmigo durante la investigación que hacen para verificar la información, la importancia del conjunto, el peligro existente", explica por otro lado Miguel Ángel López Moreno, autor de La Heredad de Fadrique, muy implicado en la lucha por la recuperación de este espacio, como con el Manifiesto por un Conjunto Histórico en los Polvorines de Punta Cantera, que suscribieron en su momento más de 200 personas. La conclusión de Hispania Nostra es que está en riesgo de ruina.
"Se caen los polvorines más endebles", detalla López Moreno, que se refiere a la construcciones más modernas, las que se edificaron a finales de los años 20 y principios de los 30, "inspirados en una idea de Augusto Miranda y Godoy", apunta en su página web este investigador. "Después se remodelaron en aljibes", aporta. Se han llevado las puertas metálicas, de hierro, de los dos polvorines de 1732. "Se llevaron los postigos de las ventanas chapados en zinc de La Carraca. Allí lo ponían en la madera de los barcos para hacerla más resistente", añade. Han desaparecido algunas vallas perimetrales, abunda.
Para paralizar esta degradación, Miguel Ángel aboga por poner en valor en conjunto, a partir, por ejemplo, del laberinto de caminos de tierra existente que podrían disfrutar la población. "Se tendría que cubrir la techumbre de los polvorines tipo A, B y C, rehacer la cobertura vegetal", expone, antes de dejar claro que esta medida no sería lesiva en ningún caso para los intereses del Ayuntamiento, o de la Armada, responsable actual de esta zona que, de hecho, está restringida para los ciudadanos. "El último intento de visitarlo, con nombres y apellidos de los participantes, quedó sin respuesta de la Armada", desvela.
En estos años ha habido alguna expedición al lugar, una en junio de 2012 tras la firma de Defensa del acuerdo de bases. El equipo de gobierno de entonces recorría y descubría sus bondades: los 26 polvorines, entre ellos dos de los tres que se hicieron en 1732 (San Jerónimo y San Bernardo); la muralla defensiva prácticamente intacta, el muelle para la pólvora, el muelle de las fadricas (que es un embarcadero de aguada), un alfar romano sin excavar y la batería de Punta Cantera (el reductor inglés número 22).
El manifiesto no ha sido la única iniciativa para preservar este conjunto. También se llevó al Parlamento andaluz una proposición no de ley para su protección con su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. La Junta se comprometió a estudiar la posibilidad de declararlo Bien de Interés Cultural (BIC).
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