La portada que capta la esencia de la Feria de San Fernando y que ha sorprendido a todos
San Fernando/Si hay algo que no ha pasado desaparecibido en la Feria del Carmen y de la Sal 2024, que comenzó en la noche de este jueves en San Fernando, es el diseño de la portada que da la bienvenida al recinto ferial del parque Almirante Laulhé desde la calle General Pujales.
Con un diseño basado en los elementos florales que dan forma también al cartel anunciador de la fiesta que encaja perfectamente con el entorno del Parque, la portada aumenta sus dimensiones de los últimos años para añadir tres arcos aunque se aleja de los vinilos que tanto se han usado en las últimas ediciones -y en general de lo que suele ser habitual en estos elementos decorativos- para imprimir un estilo propio en una Feria que, desde luego, resulta muy diferente: porque se celebra en pleno mes de julio, porque casi en exclusiva el ambiente se vive en las casetas de noche y también porque de la necesidad ha hecho virtud. El obligado traslado del recinto ferial al parque Almirante Laulhé a causa de las obras en La Magdalena ha contribuido a dar un aire muy diferente a la fiesta a pesar de lo limitado del espacio. Y la portada de la Feria de 2024, ciertamente, ha sabido captar esa esencia.
La alcaldesa, Patricia Cavada, se ha referido a la portada -y al recinto ferial en general, que este año se ha remodelado para aumentar el número de casetas y para mejorar la seguridad- como "muy coqueta". Y lo cierto es que en la primera noche de la fiesta se pudieron ver a numersos isleños haciéndose selfies ante esta portada que da acceso al recinto y que se ha convertido en la imagen más icónica de la Feria isleña.
La portada, ciertamente, no alcanza las monumentales dimensiones de otras Ferias y recintos feriales, algo que sería imposible en un recinto como el del Parque. La clave, básicamente, es su encanto.
El fondo floral en volumen que sigue el diseño del cartel de la Feria y que evoca una enredadera florecida cubriendo un muro sobre el que resalta el rótulo de la fiesta con letras corpóreas retroiluminadas y con su particular tipografía es la llamativa clave de este pórtico que evoca de inmediato a los patios andaluces.
Pero el conjunto brinda también un bello contraste en su base con un gesto a imágenes más clásicas y tradicionales con ilustraciones de la Virgen del Carmen y de una pareja -supuestamente de salineros- vestida de flamenco y bailando sevillanas. Aquí se utilizan además los colores blanco y añil para recrear también los típicos azulejos andaluces, confrontando los tonos con la colorida parte superior de la portada en un efectista recurso.
Visualmente, además, la portada funciona tanto de día como de noche, cuando se ilumina junto al resto del alumbrado.