Retiradas las palmeras secas de la Alameda de San Fernando

San Fernando/Operarios de los servicios municipales de parques y jardines han procedido a primera hora de la mañana de este martes a la retirada de las cuatro palmeras en mal estado que se ubicaban en la céntrica alameda Moreno de Guerra, trabajos para los que han tenido que contar con el apoyo de maquinaria -una elevadora y una excavadora- dada la gran altura de los ejemplares.

Se trata, como se explicó este lunes, de cuatro palmeras secas -ya sin ramas- que se habían visto afectadas por el picudo rojo y cuya retirada se demandaba desde hace tiempo por cuestiones de ornato, ya que su estado afeaba al conjunto de esta plaza pública.

En todo caso, se trata también de cuatro árboles que, dadas sus dimensiones, resultaban especialmente significativos para el conjunto arbolado de la alameda Moreno de Guerra, tal y como se conoce desde que se remodelara en 2009 con motivo de las obras del tranvía, momento en el que la plaza pasó a tener el aspecto actual.

Desde el Ayuntamiento de San Fernando, en todo caso, se ha anunciado ya que para evitar esa pérdida de arbolado en este céntrico espacio público -aunque las palmeras llevaran muertas ya varios meses- se van a plantar en su lugar otros cuatro ejemplares de gran porte.

El mantenimiento de la Alameda, en el punto de mira

La retirada de las palmeras, que trascendió el lunes al iniciarse los trabajos con el vallado de la zona en la que se iba a trabajar, ha vuelto a poner de manifiesto una cuestión de la que se ha hablado en los últimos meses: el deficitario mantenimiento de la Alameda y, por ende, las carencias del contrato para el mantenimiento de parques y jardines, que el propio equipo de gobierno ha llegado a reconocer. De hecho, hace poco se dio trámite a un expediente para penalizar a la empresa adjudicataria por el incumplimiento de la plica por diversas cuestiones, entre las que se encontraba la situación de la Alameda.

Concretamente, se apuntaba entre las causas de estas "infracciones graves" a la falta de riego que ha provocado la pérdida o degradación de la pradera de césped, a árboles y arbustos secos, a las palmeras secas afectadas por el picudo rojo, a la pérdida de ejemplares plantados recientemente, a falta de siega y de recortes de arbustos.

De hecho, ha sido a raíz de estas penalizaciones cuando se ha emprendido la retirada de las palmeras en mal estado.