El tranvía regresa a San Fernando
El polémico transporte reaparece año y medio después de las últimas pruebas
San Fernando/Algo más de cuatro años median entre las primeras pruebas que el tranvía hizo por la calle Real –en noviembre de 2014– y su reaparición en la mañana de ayer en la arteria principal de La Isla. Y casi 600 días han pasado desde los ensayos que se llevaron a cabo a finales de abril de 2017, que fue la segunda vez en la que se vio pasar por La Isla.
La tercera tanda de pruebas previas a la puesta en servicio de este nuevo medio de transporte para la Bahía arrancó la semana pasada en la vecina localidad de Chiclana, si bien hasta ayer no llegó al término municipal de San Fernando tras completar su recorrido por el tramo interurbano, cuya plataforma ha sido objeto de una exhaustiva limpieza en los últimos días –algo necesario debido al largo tiempo que ha discurrido– para permitir su paso.
Eso sí, la unidad utilizada para las pruebas no fue ayer más allá de la Iglesia Mayor. Su recorrido por el centro de La Isla, para realizar las comprobaciones técnicas oportunas, se limitó a las dos primeras paradas: Venta de Vargas y plaza de la Iglesia. En los próximos días, explica la Agencia de Obra Pública, completará todo el recorrido a lo largo de los dos kilómetros de la calle Real, hasta llegar al nudo de La Ardila.
Hasta el momento, el tranvía no ha pasado de los 30 kilómetros por hora en el tramo interurbano y de los 20 en su recorrido por Chiclana o San Fernando. Las pruebas funcionales han comenzado a velocidades muy moderadas y con lo que la Agencia de Obra Pública llama "conducción a la vista". Esto es, sin interacción con los sistemas e instalaciones: ni semáforos, ni señales de tráfico... El tranvía, que apenas estuvo una hora en circulación por San Fernando, fue escoltado también en todo momento por una patrulla de agentes de la Policía Local para evitar cualquier percance, especialmente en los cruces de la calle Real por donde circula constantemente el tráfico rodado. Así que todo discurrió con absoluta normalidad y sin incidentes de ningún tipo.
La reacción de los isleños ante la reaparición del tranvía en la calle Real, a pesar de anunciada desde hace un par de semanas, fue de sorpresa y hasta de incredulidad. No hay que olvidar que al proyecto le precede su mala fama debido a los retrasos y parones –las obras en la calle Real comenzaron hace más de diez años– los repetidos incumplimientos de los plazos dados para su puesta en marcha y los múltiples achaques y polémicas que ha arrastrado en el tiempo la mayor inversión pública acometida en San Fernando. De ahí que reine cierto escepticismo generalizado en torno al tranvía.
El retorno de las pruebas ha coincidido también con el reinicio de los trabajos en el apeadero de Río Arillo y sus proximidades, uno de los contratos indispensables para que el tranvía entre en funcionamiento.
Por otro lado, el colectivo antitranvía y afectados por las expropiaciones de la manzana de Montañeses de la Isla han anunciado recientemente que presentarán una denuncia ante la sala de lo penal de la Audiencia Nacional y que pedirán medidas cautelares para intentar frenar las pruebas del tranvía.
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