Se vende casa en San Fernando: aquí vivió un (posible) santo, Marcelo Spínola
En su fachada proclama que allí nació hace 190 años el beato Marcelo Spínola, firme candidato a convertirse en el primer santo de La Isla
Ahora se ha puesto en venta tras fallecer su última moradora
La casa de San Fernando que proclama que allí nació el Beato Marcelo Spínola
Spínola: el supuesto milagro ocurrido en San Fernando que está en manos de Roma desde hace 4 años

San Fernando/¿Viviría usted en la casa de un santo? Aclaremos la cuestión, se trataría de vivir en la casa en la que se cree que nació un santo en potencia, un firme candidato a venerable de la Iglesia. De hecho, hace ya cuatro años que Roma tiene en sus manos un supuesto milagro que podría llevarlo definitivamente a los altares, lo que le convertía por derecho propio en el primer santo de San Fernando.
Hablamos, por supuesto, del beato Marcelo Spínola, de cuyo nacimiento en San Fernando se cumplieron exactamente el pasado 16 de enero 190 años. La casa en la que supuestamente nació y pasó sus primeros años de vida –sobre esto hay también cierto debate– se ha puesto en venta tras el reciente fallecimiento de su última moradora.
Vaya también por delante en este artículo un aviso a los navegantes -e investigadores- porque es cierto que hay cierta controversia con la antigua numeración de las fincas a las que se atribuye el mérito de haber sido la casa natal del beato. Y tampoco ayuda la propia configuración del histórico inmueble, que se divide a su vez en cuatro viviendas y puertas colindantes. Se ha dicho que nació en el número 6, en el 8 e, incluso, que no fue allí sino un poco más abajo, en el 13. Todo eso conviene tenerlo en cuenta, por supuesto. Pero ya fuera por consenso o por tradición, a la hora de honrar la memoria de este Hijo Predilecto de San Fernando dejando constancia de su nacimiento en esta típica calle de La Isla, la obligada placa conmemorativa fue colocada aquí –en el número 10– en el año en el que se cumplió un siglo de su muerte, así que desde 2006 es la que proclama con orgullo en su fachada que allí nació una de las figuras más relevantes del siglo XIX: abogado que defendía a los pobres desinteresadamente antes de tomar los hábitos, arzobispo de Sevilla que no dudaba en echarse a la calle para pedir limosna para los más necesitados, cardenal, senador, fundador de El Correo de Andalucía...
"En esta casa nació el Beato Marcelo Spínola y Maestre, Hijo Predilecto,Preclaro y Eminente de SanFernando. En el centenario de su tránsito a la gloria, el Ayuntamiento y su hermandad de la Sagrada Oración en el Huerto acordaron colocar esta placa...", reza la citada lápida.
"Probablemente esto fuera una única finca en sus orígenes", apuntan desde la familia que ha heredado el inmueble que ahora está en venta (se puede consultar en la inmobiliara Gamero & Pavón). La distribución que tiene, con un muro que divide el patio para compartirlo con la casa vecina, así lo sugiere.
En todo caso, la casa tiene su propia historia, como es de esperar. Aunque lo de Spínola –afirman– "se daba por hecho" en la familia y siempre se habló de ello con bastante naturalidad. Pilar Garnárez Albarrán fue la última habitante del inmueble de la calle Lope de Vega, en el que vivió con uno de sus hermanos, Antonio. Curiosamente, la amistad de este último con el escultor Alfonso Berraquero hace que la vivienda esté también llena de obras suyas, algunas de lo más curiosas. La mano del artista se ve de lejos en algunas de las piezas que decoran la casa.
Haciendo historia, Pilar y sus hermanos habían heredado el inmueble de una tía suya, Josefa Albarrán Pardo, cuyo marido tenía una carpintería al lado de la Compañía de María. Al negocio, La Isla le había añadido el apelativo de 'El Muerto' por una tremenda historia –y luego anécdota familiar– que merece punto y aparte en este relato de la casa de Spínola (resulta inevitable contarla): su padre estuvo a punto de ser enterrado vivo al creerse que había fallecido y lo sacaron cuando le escucharon golpear la caja. De ahí que, después de esta experiencia, pasara a ser conocido como 'El Muerto'. Casos y cosas de La Isla.
La casa, que se emplaza en el tramo de Lope de Vega más cercano a la calle Real, mantiene la configuración típica de las antiguas fincas de La Isla, en las que las diferentes dependencias se articulan en torno a un patio, al que se añade además una azotea con unas vistas espectaculares hacia las antiguas salinas. Con 176 metros cuadrados, cuenta con tres salones y tres dormitorios, entre otras dependencias.
Cerca, a tan solo unos metros, está la iglesia castrense de San Francisco, que presume también de haber sido el templo en el que este aspirante a santo recibió en su día las aguas bautismales. Así que la historia de Spínola se siente y se palpa muy cerquita de esta casa.
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