SEVILLA

Los jóvenes luchan por comprar una casa en Sevilla: “Es una misión imposible”

Un grupo de personas pasa por delante del escaparate de una inmobiliaria en Sevilla.

Un grupo de personas pasa por delante del escaparate de una inmobiliaria en Sevilla. / José Luis Montero

El acceso a una vivienda para los menores de 35 años se ha convertido casi en una utopía. Un sueño que para la mayoría se antoja inalcanzable. Las cifras que ha aportado esta misma semana el Banco de España –a través de la Encuesta Financiera de las Familias– son lacerantes: "El 65,9% de los españoles entre 18 y 34 años residían en el hogar familiar en 2022, 13 puntos más que en 2008". Una situación directamente ligada al mercado hipotecario. La subida de los tipos de interés y el alto precio que exigen las entidades bancarias para la entrada de un piso impiden que la mayoría de jóvenes se planteen esta opción desde prácticamente la casilla de salida. Los datos evidencian la hipótesis al apuntar que "desde 2011, la tasa de propiedad de los hogares más jóvenes ha caído de forma acumulada, pasando del 69,3% al 31,8%". 

La situación no es distinta en Sevilla, donde el precio medio del metro cuadrado es de 2.300 euros. Según los datos que arroja el portal de compraventa de inmuebles Idealista, la cifra roza el máximo histórico que alcanzó la ciudad en 2007, año en el que estuvo alrededor de los 2.646 euros. Algunos barrios superan ampliamente estos números. Más allá del Casco Antiguo –donde está a 3.555 euros de media–, los precios de las zonas colindantes despuntan al alza.

Es el caso de Los Remedios, distrito en el que el metro cuadrado del suelo cotiza a 3.050 euros de media. Allí vive Gonzalo Jerez, un joven de 30 años cuyo caso es una rara avis. Después de haber pasado por una residencia universitaria y de haber compartido piso, ahora convive con su pareja como propietario. Admite que, aunque resida en un piso grande con cuatro habitaciones, "las condiciones de las hipotecas no son nada atractivas" y que le pesaría "asumir el coste" de la misma "en solitario". Argumenta que no solo implica "gastos de habitabilidad, también hay que amueblarlo y realizar alguna reforma. Jerez apunta a que el incremento de los precios es "bastante generalizado" en la capital hispalense. De hecho considera que, a rasgos generales, "hay poca diferencia entre comprar un piso en Triana, Tomares o Sevilla Este".

Una pareja pasea por la calle San Jacinto. Una pareja pasea por la calle San Jacinto.

Una pareja pasea por la calle San Jacinto. / José Luis Montero

Opinión que comparte Ana Flores, diseñadora de interiores de 29 años que señala que esta subida es más evidente en barrios como San Pablo –donde el precio medio es de 1.454 euros por metro cuadrado– que está viviendo un repunte por su cercanía con el centro. Lleva cinco años en búsqueda activa de un piso y no duda en afirmar que las cifras se han incrementado de una manera "incoherente" si se compara con "la realidad" de los salarios de los sevillanos. De hecho, esta joven –que vive con su padre y la pareja de éste– hace especial hincapié en que "en Sevilla es misión imposible comprar una vivienda con un sueldo de 1.500 euros" como el suyo. Aún así, descarta por ahora la opción de alquilar "porque con un único sueldo supone vivir al día sin permitirte ahorrar".

Y es que el precio de los alquileres también ha subido de una forma desorbitada. Así lo refleja la emeritense Ana Solís. Hace siete años se mudó a Sevilla y sigue compartiendo piso. Actualmente reside en la zona de El Porvenir junto a tres compañeras. Considera que puede vivir holgadamente de alquiler si comparte "con más de tres personas". En caso contrario, se "iría prácticamente la mitad" de su salario. Aunque en estos momentos de su vida no ve la compra como una prioridad, sí que apunta que es "bastante complicado" pensar en ello "cuando ni siquiera el sueldo nos da para un pequeño ahorro".

El año pasado le tocó la lotería de las VPO a Fátima García. Al ser maestra, esta joven de 32 años ha vivido de alquiler durante años allá donde la Junta de Andalucía la enviara. Recién sacada su plaza como profesora en un colegio de la ciudad, decidió que la mejor opción era vivir un tiempo en el nido familiar para "hacer un colchón" hasta que llegara la ansiada independencia. Un anhelo que se materializó el pasado junio aunque confiesa que, desde entonces, ha vivido una verdadera "odisea" que le ha robado muchas noches de sueño. Aún siendo funcionaria, "jamás imaginé el calvario que pasado yendo de banco en banco para que me aceptaran una hipoteca con unas condiciones medianamente decentes".

Recalca que no cree que el problema resida en que los jóvenes no puedan afrontar una hipoteca mes a mes, sino en "la cantidad que debes tener en el banco en el momento en el que decides comprar. El precio del IVA, los impuestos, el notario, el tasador o la puesta en marcha de luz y el gas". Por otro lado, también culpa de la situación a la especulación que se hace con las viviendas para favorecer al turismo o potenciar una renta desorbitado, porque "es muy rentable comprar pisos antiguos y alquilarlos por 800 o 1.000 euros".

Una suma de factores que provoca que muchos menores de 35 miren más allá de las fronteras de la ciudad y de los barrios en los que han crecido: "Solo tienes que ver Entrenúcleos o Palmas Altas. Hay promociones completamente vendidas sin que se hayan edificado aún".

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