Cultura ordena la retirada del rótulo colocado en la fachada del Ayuntamiento de San Fernando
La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico pide también que se restablezca la línea de imposta en su totalidad
La instalación del letrero costó 9.500 euros y desató la polémica al ocupar el sitio del azulejo del Sagrado Corazón, retirado por ser "ajeno al origen constructivo del inmueble"
San Fernando/Cultura ha ordenado la retirada del polémico rótulo que fue colocado en la fachada principal del Ayuntamiento de San Fernando en el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la recta final de los trabajos de rehabilitación que desde hace cuatro años se llevan a cabo en el Consistorio isleño.
También ha instado al gobierno municipal a que, en esta intervención, proceda a restablecer la línea de imposta que existía originalmente en la fachada, que desapareció a mediados del siglo XX para colocar el azulejo del Sagrado Corazón pero que sigue presente en el resto del edificio.
De esta forma, desde la Consejería se aboga por devolver al conjunto de este edificio monumental, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2007, su imagen original, sin ningún tipo de añadidos: ni el retablo cerámico religioso que se colocó en 1940 al calor del nacionalcatolicismo que siguió a la Guerra Civil, ni tampoco el moderno rótulo en latón envejecido con el texto 'Casas Consistoriales' que ha venido a sustituir y ocupar el sitio en el que estuvo este azulejo 77 años.
La retirada de dicho letrero fue acordada en la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico el pasado 27 de enero. Del informe se dio cuenta al Ayuntamiento la semana pasada.
Cabe recordar que, al hilo de la polémica desatada por la colocación del rótulo en el centro de la fachada principal del Ayuntamiento, la formación política Plataforma 3R pidio formalmente la intervención de Cultura para aclarar si el letrero "extemporáneo" se ajustaba al proyecto arquitectónico aprobado en su día por Patrimonio y a los criterios de conservación que todo Bien de Interés Cultural (BIC) requiere y, de no ser así, para que adoptara las medidas necesarias para acometer la retirada de este elemento.
El rótulo en cuestión fue colocado el pasado 26 de septiembre, ya en la recta final de la intervención llevada a cabo en el Consistorio, sin que previamente se hubiera dado explicación alguna por parte del equipo de gobierno. De ahí también la sorpresa que causó y la polémica que siguió a continuación. Sobre todo, porque desde el Ayuntamiento se había justificado la retirada del azulejo del Sagrado Corazón -hoy recolocado en la iglesia de San Francisco- argumentando literalmente que se trataba de un elemento "ajeno al origen constructivo de este inmueble que data del siglo XVIII"; un "añadido" que sobraba en la intervención que estaba en marcha.
La instalación del letrero no figuraba en el proyecto original de rehabilitación ni en ninguna de las infografías o recreaciones que hasta el momento se habían difundido para mostrar el resultado de la intervención propuesta, en las que desde años antes al comienzo de los trabajos estaba claras cuestiones como el color de la fachada o, incluso, la misma retirada del azulejo del Sagrado Corazón. No se había previsto colocar nada en este hueco tras deshacerse del retablo cerámico religoso.
Su colocación se decidió al final de la obra y se incluyó en el último modificado que el Ayuntamiento aprobó a finales del pasado mes de julio para rematar la actuación. No obstante, su inclusión en un expediente que abordaba cuestiones de mayor enjundia para acabar la obra no dejaba de ser una cuestión anecdótica y, aunque se trata un tema especialmente sensible para la ciudadanía, pasó desapercibida.
En dicho expediente, además, se concreta el coste del rótulo: 9.519,92 euros. En líneas generales, dicha partida se divide en mano de obra (1.905,34 euros), maquinaria (3.425,38 euros) y materiales (3.349 euros).
En su momento, la delegada de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, salió al paso de las críticas para reconocer que, evidentemente, el rótulo no es un elemento original; si bien defendió su inclusión en la fachada al no ser "agresivo" y sí "reversible (puede quitarse sin dañar a la fachada) y de bajo impacto".
Desde el equipo de gobierno se defendió que era "un elemento identificativo" y se recordó que otros inmuebles históricos, como el propio Teatro de las Cortes, habían incorporado rótulos similares sin ningún tipo de problemas.
El portavoz de AxSí San Fernando, Fran Romero, condenó abiertamente la colocación de dicho rótulo al denunciar que era "una decisión arbitraria" que se había adoptado "sin ningún tipo de transparencia" y de la que nada se había dicho al resto de grupos municipales. Para los andalucistas, el polémico letrero "desmerece" una monumental rehabilitación.
También al PP le pilló por sorpresa la colocación del rótulo en el pasado otoño. "Del rótulo nadie sabia nada hasta que se colocó", dijo el presidente y portavoz del partido en la localidad, José Loaiza.
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