Defensa blinda Camposoto
Su declaración como zona de interés para la defensa en San Fernando, que en la práctica no supone ningún cambio, se interpreta como una reacción ante la presión que ejercen los nuevos desarrollos
El Consejo de Ministro afianza el Acuartelamiento de Camposoto como zona de interés para la Defensa Nacional
Campo de tiro de Camposoto: un objetivo que San Fernando no abandona
San Fernando/El Boletín Oficial del Estado publica este miércoles la declaración del acuartelamiento de Camposoto y del campo de tiro colindante -lo que el Ministerio de Defensa agrupa en un mismo campamento- como zona de interés para la defensa nacional "para disponer sin perturbaciones de bases y campos de entrenamiento para el Ejército de Tierra de modo que se alcancen con la máxima garantía los objetivos de adiestramiento que aseguren el cumplimiento de las misiones que le son asignadas".
La medida, aprobada el martes por el Consejo de Ministros, redunda en la realidad de esta zona próxima a la playa que desde tiempos históricos está en manos militares y que, de hecho, en San Fernando siempre se ha tenido por suelos de interés para la defensa nacional. Así, de hecho, se ha recogido anteriormente en multitud de publicaciones, respuestas parlamentarias, intervenciones de dirigentes políticos e incluso de propios responsables de la cartera de Defensa.
De hecho, en 2005, cuando se delimitó una nueva zona de seguridad del acuartelamiento isleño se justificó dicha medida en el reglamento que regula las zonas e instalaciones de interés para la defensa nacional (aprobado por Real Decreto 689/1978, de 10 de febrero).
Así que la pregunta es obvia: ¿Qué cambia ahora en la zona militar de Camposoto con esta declaración aprobada por el Gobierno de España? Pues nada. Al menos, en la práctica. La situación no varía en absoluto con respecto a lo anterior.
Eso sí, con esta nueva declaración, Defensa y el Gobierno blindan estos terrenos ante cualquier plan o tentativa de desafectación o desarrollo urbanístico o turístico, algo que en San Fernando se lleva décadas esperando, si bien en los últimos años la cuestión ha desaparecido casi en su totalidad del debate político y de las aspiraciones ciudadanas -a excepción de alguna moción esporádica o propuesta electoral- ante el desencanto originado por la falta de avances (en este tema) en esas eternas negociaciones que mantienen el Ayuntamiento isleño y el Ministerio.
Las mismas condiciones y límites
Según relata el BOE de este miércoles, las limitaciones y condiciones que se imponen en la zona declarada de interés para la defensa, conforme a lo establecido en el artículo 5 del Reglamento de ejecución de la Ley 8/1975, de 12 de marzo, de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional, son las siguientes:
- Interesar y obtener autorización del Ministerio de Defensa para la determinación de la compatibilidad con los fines de la Defensa Nacional de cualquier regulación, ordenación o actuación administrativa que pueda incidir en la utilización militar de la extensión de terreno delimitada por las coordenadas reflejadas en el anexo y que comprende la propiedad denominada Campamento Camposoto.
- Someter a la autorización previa del Ministerio de Defensa la transmisión de la propiedad, así como la constitución, transmisión y modificación de cualquier derecho real sobre la misma, con independencia de la nacionalidad o naturaleza de los otorgantes.
- Someter a la autorización previa del Ministerio de Defensa cualquier obra de edificación o construcción, promovida por entidades públicas o privadas, así como la cesión por cualquier título de los aprovechamientos agrícolas, pecuarios o cinegéticos de los territorios afectados.
- Someter a la autorización previa del Ministerio de Defensa cualquier tipo de vuelo de aeronaves pilotadas por control remoto, en el espacio aéreo declarado de interés para la Defensa Nacional.
Las instalaciones militares de Camposoto
Dos unidades de peso comparten el acuartelamiento de Camposoto que el Ejército de Tierra tiene en San Fernando: el CEFOT-2, el Centro de Formación de Tropa número 2, que es el heredero del antiguo CIR-16 (Centro de Instrucción de Reclutas), con 59 años de historia; y el RACTA-4, el Regimiento de Artillería de Costa número 4, cuya creación se remonta 1710 y que desde finales del XIX se asienta en Cádiz, San Fernando y otras localidades de la provincia. No obstante, el traslado del regimiento como tal a La Isla se fija en 1992, cuando pasó a ocupar las instalaciones del entonces denominado I GACTA (I Grupo de Artillería de Costa), responsable de asentamientos artilleros en la zona que se remontan a 1789.
La presión de los nuevos desarrollos
La declaración aprobada por el Consejo de Ministro relativa al acuartelamiento de Camposoto se relaciona con los desarrollos que se han dado en los últimos años y que se proyectan en la zona a corto y a medio plazo: la gran obra de la playa colindante para explotar su filón más turístico; la ampliación de la red de senderos (el tramo uno del Eurovelo, que unirá Cádiz y San Fernando, desemboca a escasos metros de una de las puertas del cuartel); el desarrollo residencial previsto en la zona de la Huerta de la Compañía, justo al lado del recinto militar, donde se proyectan casi 900 viviendas; la construcción del nuevo estadio de atletismo también prevista en el entorno...
De ahí que la reafirmación de la zona de interés para la defensa se interprete como una reacción a esa presión cada vez mayor que el acuartelamiento viene sufriendo ante los nuevos desarrollos que se dan en la zona, ante los que se blinda con esta declaración que descarta por completo -y justo cuando nadie habla de ello- cualquier atisbo de desafectación.
Lo cierto es que La Isla, de entrada, no parece partidaria de perder más instalaciones militares y, mucho menos, si estas son de las más activas y de las que mayor movimiento de personal registran al año. Ese aparenta ser el sentir mayoritario en la ciudad desde que Defensa intentara cerrar el CEFOT hace una década. Pero tampoco se renuncia a esa aspiración de promover un desarrollo hotelero en una zona que se ha bautizado como los 'suelos de oro' de San Fernando dado su enorme atractivo y potencial. Se quiere todo: que las instalaciones militares convivan con ese desarrollo turístico.
Sí se ha insistido en mayor medida durante los últimos años en la cuestión del campo de tiro al aire libre que está fuera del recinto del acuartelamiento, a escasos metros del acceso a la playa de Camposoto. Una instalación muy activa de la que no solo hacen uso los alumnos del CEFOT-2 sino también la Armada y miembros de otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para sus prácticas y entrenamiento habitual.
Formaciones como el PP o AxSí han insistido especialmente en estos últimos años en la liberación del campo de tiro, que supondría también ganar más de un kilómetro de playa para La Isla. Aunque conviene también recordar la responsabilidad de La Isla en este sentido ya que en su día Defensa tuvo proyecto y presupuesto para afrontar la construcción de una galería de tiro en el interior del acuartelamiento de Camposoto que suponía la desaparición de este campo de tiro. Las obras llegaron incluso a licitarse en el año 2000. Sin embargo, el rechazo frontal del Ayuntamiento -con el PA al frente- y de formaciones como el PSOE impulsaron la creación de una plataforma ciudadana y un calendario de movilizaciones en contra porque se pensaba que dicha instalación impediría la desafectación completa de los terrenos. Finalmente, el Ministerio dio marcha atrás en esta cuestión.
Para el Ayuntamiento de San Fernando, la prioridad ahora mismo es el desarrollo de los polvorines de Fadricas, cuya compra está tramitando con el Instituto de Vivienda, Equipamiento e Infraestructura de la Defensa (Invied). Pero Camposoto -se asegura desde el gobierno municipal- no se ha dejado de lado. Su desarrollo se perfila a largo plazo. Incluso se relaciona la reciente declaración del Consejo de Ministros con la presión que desde el gobierno municipal se ha venido haciendo en estos años para conseguir su desarrollo turístico, planteándoles proyectos e inversiones. Ahí se proyecta "un modelo muy muy sostenible de hoteles". Pero antes, será el turno de los polvorines.
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