San Fernando cumple 14 años de espera del tranvía bajo la duda de la entrada en servicio en septiembre
Transporte público
Los nuevos pasos para poner en marcha el tranvía no despejan las incógnitas sobre su efectividad
San Fernando/Se cumplen 14 años del inicio de unas obras que cambiaron la movilidad de San Fernando, su estética y la forma de relacionarse de los ciudadanos con el centro. 14 años del comienzo de los trabajos del tranvía, cuya puesta en funcionamiento se ha fijado para este mes de septiembre, aunque desde la Junta se reconocía este martes que aún quedaban "flecos importantes" por cerrar. Los isleños, sufridos de una intervención eterna, que llevan desde 2014 viendo pasar el tranvía, se muestran escépticos, a pesar del "simulacro necesario final" que se desarrollará el próximo día 9. No es para menos. La puesta en servicio del tranvía, ¿es de verdad inminente?
Repasamos 14 años de espera pero realmente son más si se tiene en cuenta toda la fase anterior, de anuncios, de proyectos, de procedimientos administrativos e incluso de obras, porque en La Ardila, a la entrada de La Isla, se empezó en torno a dos años antes (o sea que se podrían contar 16 años) la construcción del salto del carnero, la estructura que sortea el desvío de la autovía y la vía del tren para conectar la plataforma del tranvía con la infraestructura ferroviaria.
La evolución, lenta, lenta de los trabajos
Esas actuaciones quedaron lejos de la transformación que este proyecto ha supuesto para el municipio. El 1 de septiembre de 2008 comenzó la actuación de reurbanización y semipeatonalización de la artería principal de la ciudad, una vía que vertebraba toda la comunicación. Las primeras acciones se centraron en los cortes de tráfico, algo casi traumático para el ciudadano habituado a desplazarse en la ciudad cruzando la calle Real, a pesar de los atascos o los coches en doble fila, del transporte público y del transporte privado.
La actuación empezó a la altura de la Plaza del Rey y en los metros que seguían hasta Losada, junto a la Alameda Moreno de Guerra, "el centro mismo de La Isla", apuntaba este periódico en aquellas fechas. Fue un principio tranquilo para lo que se venía encima: molestias para los vecinos, comerciantes y hosteleros, dificultades para acceder a las viviendas y los establecimientos, eliminaciones de zonas de cargas y descarga, que se prolongaron varios años, cuando el plazo inicial era de año y medio. En ese tiempo hubo quejas por los retrasos, por la casi paralización de la actuación, por que no llegaran ayudas para los comerciantes.
A principios de 2012 la Junta dio por concluida las obras, pero era un espejismo, estas se prolongaron hasta 2020 con la reparación de desperfectos y de parte del pavimento, que incluso obligó a levantarlo para reforzar la plataforma con hormigón entre finales de 2014 y el año 2015. Un informe de junio de 2013 de técnicos municipales ya recogía fotos de unas 300 incidencias, desde tapas de registro de las redes colocadas equivocadamente, fallos estructurales de los bancos, arquetas hundidas, problemas de alcantarillado a conexiones incorrectas. Entonces el gobierno local se negó a recepcionar la calle.
Una transformación importante
Las obras cambiarían la imagen y la movilidad de la ciudad tal y como se conocía. Los isleños tuvieron que acostumbrarse a otros ejes de comunicación: Ronda del Estero, o Pery Junquera, San Onofre y San Marcos, avenida Al Andalus-Hornos Púnicos-León Herrero-Arenal, ejes longitudinales en los que el tránsito rodado ha aumentado. La vida sigue, de cualquier modo, en la calle Real, donde el peatón se ha hecho con el espacio, en su día a día, en los momentos de paseo, o para el disfrute de las distintas fiestas.
Pruebas y más pruebas
Si el inicio plácido de las obras en la calle Real fue un espejismo, más lo fue la aparición del primero convoy allá por 2014. En concreto en la madrugada del sábado 22 de noviembre se paseó el tranvía por la calle Real. Incluso se hizo una invitación a los colectivos y políticos que se subieron unos días más tarde.
Comenzaba entonces un periodo de pruebas que resultó intermitente y que no fue continuo hasta 2019. En estos años las distintas unidades que han recorrido el tramo urbano de San Fernando, pero también el interurbano hasta Chiclana, hasta adentrarse en la ciudad vecina, o hacia Cádiz por la vía del tren, se han sometido a pruebas de estrés -en escenarios de incidencias o averías técnicas- e incluso ha tenido accidentes con otros vehículos implicados. El primero que se produjo en San Fernando data del 5 de febrero de 2020. Ha habido más, por despiste, por falta de atención a las señales de tráfico, por imprudencia.
Durante la pasada Semana Santa, se aprovechó la instalación de las estructuras de la Carrera Oficial para hacer comprobaciones, esto es la circulación por vía única en horario sin procesiones porque así circulará en 2023 si se pone en marcha.
Además, en junio se iniciaron las pruebas en blanco, que no son más que simulacros en los que el tranvía cumple con los horarios previstos, los tiempos de paso y las paradas existentes. En estas semanas se han desarrollado sin pasajeros, el 9 de septiembre, anunció el Gobierno andaluz recientemente, será el simulacro necesario final en el que estarán presentes todas las administraciones.
De tanto paso La Isla se han acostumbrado al tranvía, tanto conductores como peatones, siempre con la duda de si alguna vez funcionaría de verdad como transporte.
¿En servicio este mes de septiembre?
En abril la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, apuntó a julio, como la fecha para que el tranvía entrara en funcionamiento entre Chiclana, San Fernando y Cádiz. En su discurso de investidura, el presidente, Juanma Moreno, retrasó este hito a septiembre. La marca en el calendario del 9 de septiembre para el simulacro final, que será en horario de mañana, y que responde a comprobaciones del plan de seguridad y protección; y las últimas palabras de la consejera que reconoce que quedan cuestiones pendientes -en concreto que la Agencia de Obra Pública tramite el expediente de autorización de la puesta en servicio, que implica contar con el sistema tarifario, con el reglamento de los viajeros y la resolución final de puesta en servicio- mantienen la incertidumbre.
En números
Hasta marzo los tranvías a disposición completaron 165.000 kilómetros de pruebas, 33.000 sobre la vía del tren. Se cuenta en estos momentos con 7 unidades y se han encargado para el próximo año otras tres, que tras el debido rodaje como las existentes, se sumarán al servicio. Este tiene un recorrido de 24 kilómetros, con 21 paradas. De ellas 7 corresponden al espacio urbano de San Fernando. Son La Ardila, Santo Entierro, Plaza del Carmen, Compañía de María, Plaza del Rey, Plaza de la Iglesia y Venta de Vargas. La Junta incluye Río Arillo y Tres Caminos en el tramo isleño. Con los que serían 9.
Son algunos de los números, como los 14 años desde las obras en San Fernando, que sirven para explicar el tranvía. Las promesas no pueden contabilizarse.
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