El colegio San Ignacio marcha para protestar por las condiciones del centro
Las familias y parte del alumnado se concentran a las puertas del Ayuntamiento de San Fernando tras las filtraciones que afectaron a una de las aulas y que el Consistorio da ya por solucionadas
Luz verde a la licencia de obras para los módulos prefabricados en el colegio San Ignacio
San Fernando/Las filtraciones sufridas en un aula en la jornada del martes -que el Consistorio isleño ha dado ya por solucionadas tras intervenir en el centro- han sido el detonante que este jueves ha echado a la calle al colegio San Ignacio, que a primera hora de esta mañana ha emprendido una marcha hasta el Ayuntamiento de San Fernando para protestar por las condiciones en las que se encuentra este centro educativo de Infantil y Primaria. Una marcha que también ha transcrurrido por céntricas calles como San Rafael, Colón, Rosario y Real.
Padres, madres y alumnos se han echado a la calle pancarta en mano para exigir a las administraciones implicadas -tanto al Consistorio isleño como a Educación- la ampliación del centro, que tras la declaración de ruina del edificio principal se ha planteado como solución al problema. Los escolares y las famlias de la clase afectada por estas filtraciones, una de tercero de Primaria, han tenido una mayor presencia en esta concentración.
La protesta, en realidad, responde al creciente malestar de la comunidad educativa, que se siente completamente abandonada ante las necesidades del centro educativo y de su alumnado, que desde el pasado mes de enero se ve obligado a acudir a otro colegio para ir al comedor (al CEIP Quintanilla) y que sufre la falta de espacio del centro al haberse tenido que reubicar en el anexo que hasta la declaración de ruina ocupaban las aulas de Infantil.
Las alternativas planteadas tanto desde el Ayuntamiento de San Fernando como desde la Delegación Territorial de Educación y la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) para aliviar la situación del colegio San Ignacio, además, se retrasan en el tiempo, lo que ha acabado con la paciencia de las familias. El curso ha dado comienzo sin que estuviera a punto la instalación de los módulos prefabricados prometidos en los que se reubicarán varias aulas así como dependencias administrativas. De hecho, la licencia para las obras -como anunciara el Ayuntamiento- se aprobó este mismo miércoles dado que la solicitud se había cursado con el curso ya empezado y fue necesario solventar algunas deficiencias del proyecto.
Por otro lado, sigue pendiente la adecuación del office en unos antiguos aseos del centro para facilitar el regreso del comedor una vez que durante el verano se ha llevado a cabo la puesta a punto de la instalación eléctrica en base al diagnóstico de la OCA (Organismo de Control Autorizado para las instalaciones de baja tensión), trabajos que ha ejecutado el Ayuntamiento.
La solución definitiva, no obstante, pasa por abordar la ampliación del anexo en el que hoy se reubican los alumnos, que ha sido incluida ya en el plan de inversiones de la APAE (Agencia Pública de Educación) con un coste estimado de dos millones de euros pero que tiene todavía un largo camino por delante que tendrá que venir respaldado -es fundamental- por una partida presupuestaria.
Por su parte, Mila Armario, madre de una alumna de la clase ha afectada por las filtraciones, ha asegurado que el sentimiento de las familias es que los trabajos de mantenimiento y de impermeabilización del centro no están bien ejecutados. "No es normal que haya goteras tan sólo un año después de que se haya arreglado el techo. Tenemos miedo de que el techo se caiga, al final va a ser más seguro para nuestros niños que vengan al Ayuntamiento a recibir sus clases que quedarse en el centro. Ayer la clase de mi hija tuvo que recibir sus clases en un pasillo junto a la entrada del colegio. No hay derecho. Curiosamente, el edificio principal, declarado en ruina, no ha registrado una sola gotera tras las últimas lluvias. Ni el Ayuntamiento ni la Junta de Andalucía se responsabilizan de nada", explica Armario.
"Los niños no se pueden defender, pero nosotros, sus padres, si podemos hacerlo y hablar por ellos. Hoy estamos aquí, pero si tenemos que volver mañana y al día siguiente lo haremos hasta que no nos arreglen el colegio. Pedimos al Ayuntamiento que priorice lo que es realmente importante y solucione la situación que afecta a San Ignacio desde hace años, en lugar de gastar en cosas superfluas como el pabellón de La Sal o Halloween. Vamos a luchar hasta el final", continúa esta madre.
La presidenta del Ampa de este centro, Amalia Ríos, ha lamentado la ausencia de soluciones reivindicación tras reivindicación. "Hemos salido a la calle, asistido a plenos, mantenido reuniones con el Ayuntamiento y las respuestas que nos dan son inmediatas pero no suficientes. Las administraciones local y autonómica se siguen tirando la pelota y todo sigue igual", señala Ríos.
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